Desde que pisó territorio colombiano por primera vez a finales de 2019, la trayectoria de WOM por el país ha sido un embrollo para las autoridades, los competidores y la compañía misma. ¿Es parte de su estrategia para llamar la atención de los consumidores?
Cinco sucesos han marcado su estancia en la nación y la han envuelto en una serie de controversias: 1) la polémica por un error en su oferta en la subasta de espectro, 2) la sorpresiva compra de Avantel (y su posterior fusión en curso), 3) los acuerdos a los que llegó con esta última para permitirle usar su espectro sin autorización, 4) la discusión sobre la validez de otorgarle los beneficios de jugador entrante y 5) una investigación por publicidad engañosa.
El operador se ha perfilado como un jugador disruptivo que busca transformar el negocio de telecomunicaciones y la forma de relacionarse con los consumidores y el resto de los incumbentes.
A principios de abril de 2021, WOM lanzó su oferta comercial en el país, en la cual está invirtiendo mil millones de dólares. Su estrategia, según el operador, ha apostado por cambiarle la cara al mercado colombiano, con precios más bajos y calidad en el servicio.
DPL News realizó una cronología para comprender cómo ha sido el aterrizaje de WOM en el mercado y los dolores de cabeza que le ha provocado al gobierno, los reguladores y los competidores.
1. Un error en la subasta
En diciembre de 2019, la noticia de primera plana en el sector fue que un nuevo actor participaría en la licitación del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) por las bandas de 700 MHz, 1.9 y 2.5 GHz. Se trataba de Novator Partners, propietario de WOM.
Partners se quedó con 20 MHz en la banda de 700 MHz y 30 MHz en la de 2.5 GHz. Claro y Tigo también se hicieron de frecuencias radioeléctricas. El 20 de diciembre de ese mismo año, el gobierno celebró el éxito de la subasta; aseguró que daría un impulso a la conectividad y digitalización del país, y destacó la recaudación por más de 2 mil millones de dólares que contemplaba en ese entonces.
Sin embargo, el festejo duró muy poco. Días después, antes de que expirara el año, trascendió en la prensa que la empresa había cometido una equivocación. Por un bloque de 10 MHz en el espectro de 2.5 GHz, ofreció pagar 1.7 billones de pesos nacionales, cuando en realidad quiso proponer 170 mil millones.
La compañía habló de “una inconsistencia” en la puja, que más tarde el MinTIC lo llamaría un error por parte de WOM ―en concreto, había puesto un cero de más en el sobre―, y renunció al bloque en cuestión en enero de 2020.
Su decisión no agradó al gobierno ni a la industria, sobre todo a los operadores que también participaron en la licitación.
Telefónica se quedó sin frecuencias en esa subasta y, al igual que Tigo, acusó que los resultados se vieron afectados por la oferta elevada de Partners.
El ambiente se tensó más cuando la Procuraduría General de la Nación pidió al MinTIC que no otorgara las licencias de uso del espectro hasta que el problema se aclarara. Abrió una investigación disciplinaria contra el entonces Director de Industria de Comunicaciones del Ministerio, Jorge Barrera Medina.
También lee: El creciente desafío de WOM hacia los operadores móviles de América Latina
Finalmente, el gobierno aceptó la renuncia de la compañía al bloque de espectro y le ordenó pagar una multa de 42 mil millones de pesos (unos 12.4 millones de dólares al tipo de cambio de ese tiempo) por el incumplimiento unilateral de la oferta; es decir, descartó “inconsistencias” en el proceso y atribuyó toda la culpa del error a WOM.
A pesar de que la industria y expertos consideraban que no era válido permitir la devolución del bloque de frecuencias en esas circunstancias, y que eso provocaría incertidumbre jurídica en el sector, el MinTIC dijo que no podía negar esa opción bajo las reglas del concurso aunque sí la sancionó. Con ese capítulo selló su entrada el nuevo operador.
2. La compra de Avantel y la controversia
Cuando el torbellino de la subasta se estaba despejando poco a poco, Partners anunció en julio de 2020 que había llegado a un acuerdo para adquirir Avantel, empresa que se encuentra en un proceso de reorganización empresarial para poder solventar las deudas con sus competidores por tarifas vencidas de Roaming Automático Nacional.
La segunda controversia fue, y sigue siendo, que se acusó a la compañía de supuestamente haber negociado la compra tras bambalinas antes de la licitación de diciembre de 2019 sin notificar a las autoridades ni al mercado. Así, pudo aprovechar las facilidades que el concurso daba a los nuevos jugadores.
Desde ese momento, operadores como Claro y Tigo comenzaron a cuestionar si era legítimo reconocer la condición de entrante y garantizarle las ventajas que define la regulación pese a que WOM no comenzaría a competir desde cero, pues contaría con las operaciones de Avantel.
Claro promovió una demanda ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), argumentando que Partners no respetó los procedimientos de adquisición y tomó control de WOM de forma opaca. Sería el primer recurso, pues más tarde escaló otros reclamos a la SIC.
Recién en mayo de 2021, WOM inició los trámites para absorber y fusionarse con Avantel. Solicitó la aprobación de la Superintendencia de Sociedades, como parte del convenio de reorganización que suscribió Avantel ante esa institución para asumir sus deudas.
Este hecho reavivó e intensificó las dudas y demandas que cuestionan si es justo brindarle ventajas de operador entrante a una compañía que no partió de cero, sino sumando los activos de otra.
Y es que meses antes, en diciembre de 2020, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) resolvió que Claro y Tigo deben habilitar la interconexión y el Roaming Automático Nacional con WOM, respetando su carácter de nuevo competidor. Lo anterior le da a WOM el beneficio de pagar tarifas de RAN 45 por ciento más bajas que los operadores ya establecidos.
A pesar de estar en desacuerdo con la decisión de la CRC, los operadores cumplieron y dieron acceso a su red a la nueva empresa del sector. Pero siguen pensando lo mismo. Especialmente, porque la misma resolución de diciembre (6127 de 2020) señala que el margen de error para quitarle los beneficios de entrante a WOM es resbaladizo.
En ese documento, la CRC determinó que la compañía liderada por Chris Bannister debe mantener la separación del tráfico de las redes de WOM y Avantel, pues sólo el primero disfruta de descuentos de RAN (Avantel opera desde 1996). Si esto no se hace, WOM deberá cubrir las tarifas normales, lo cual no resultaría extraño dado que la propia compañía le dijo al regulador que era prácticamente imposible.
También lee: Autoridades dejaron crecer el caso WOM-Avantel: ¿es o no es entrante?
Para muchos en la industria, la realidad es que “no llegó nadie a Colombia”. El Presidente de Tigo, Marcelo Cataldo, ha sido frontal en sus opiniones: “No llegó nadie a Colombia. No hay nadie nuevo. WOM es un remake de Avantel, es como una segunda temporada, la segunda parte de una película, es el mismo (operador)”.
El Director Corporativo de Asuntos Regulatorios y Relaciones Institucionales de Claro, Santiago Pardo, también se pronunció. Afirmó que WOM no puede ser reconocido como un jugador entrante, pues eso sólo le permitiría “sacar un provecho indebido de la regulación diseñada con el único fin de aumentar la competencia en el mercado”.
3. Uso ilegal del espectro
Otro de los traspiés que han marcado el paso de WOM por el país es una investigación por uso ilegal del espectro. En agosto de 2020, la Agencia Nacional del Espectro (ANE) abrió una investigación contra Avantel por el aprovechamiento clandestino de frecuencias en la banda de 700 MHz.
Aunque parte de la responsabilidad no se le atribuyó directamente a WOM, la compañía estuvo involucrada porque es suyo el espectro que Avantel utilizaba sin el permiso correspondiente. Y siempre estuvo al tanto del asunto.
En los primeros días de junio, la ANE concluyó que el operador sí había incurrido en dicha práctica ilegal y le impuso una sanción por 10 mil 658 millones de pesos (2.9 millones de dólares), la más cuantiosa al menos desde 2018.
Durante su indagación, la institución encontró que ambas sociedades, aún sin haber comenzado el proceso de fusión, pactaron “contratos privados” para el arrendamiento de las frecuencias de WOM. La normativa colombiana no permite un intercambio de este tipo, pues se trata de una cesión de espectro que primero tiene que autorizar el MinTIC.
Tanto WOM como Avantel ignoraron las reglas en este ámbito, que además no son nuevas ―quizá por desconocimiento o tal vez de forma deliberada―, pero la ANE únicamente multó a quien se aprovechó de las frecuencias sin contar con las licencias.
4. Beneficios en el uso del espectro
La conclusión de la ANE puso de manifiesto la complicada relación que hay entre ambas sociedades, sobre todo porque podría convertirse en un embrollo una vez que completen la integración comercial y tecnológica. La fusión borrará los límites entre una y otra, pero las medidas de la CRC para asegurar las ventajas de entrante requieren que existan contornos claros que las distingan.
Además, la decisión de la Agencia le dio la razón a Claro y Tigo, debido a que ambas empresas promovieron las denuncias y aportaron pruebas sobre el aprovechamiento clandestino del espectro que estaba haciendo Avantel.
5. Publicidad engañosa y polémica
También la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) se unió a la lista de instituciones que tienen en su despacho un expediente acerca de las acciones de WOM.
Sólo unos días después del lanzamiento comercial de la marca en abril, la entidad comenzó a investigar la presunta publicidad engañosa que la compañía estaba difundiendo a los consumidores.
Con el mismo estilo de publicidad provocativo que lo caracterizó en Chile ―donde existe la filial chilena WOM desde hace más de cinco años―, WOM activó una campaña de comunicación que alude a sus competidores bajo el nombre de “Clavostar”. Esto, según el criterio de la SIC, puede hacer creer a los clientes que se trata de otro operador.
La Superintendencia, además, ordenó a Avantel que le aclarara a la población que su servicio era diferente a WOM, pues las personas recibían anuncios que les hacían pensar que ambas eran una misma oferta. Y también tiene abierta una indagatoria contra Avantel por publicidad engañosa.
Resulta relevante que los usuarios cuenten con información correcta y confiable porque esto puede guiar sus elecciones de consumo. De ello depende que obtengan lo que necesitan y lo que de antemano pudieron analizar si les convenía.
Desde la competencia de la SIC, se puso en duda si la comunicación que WOM brinda a los consumidores es lo suficiente transparente y adecuada. Si bien ya había perdido la gracia entre el resto de los operadores, a la institución le pareció que algunos indicios señalan que no ha estado actuando de manera apropiada con los usuarios.
Con estos antecedentes, el trámite de la fusión entre WOM y Avantel ya está en la mesa de la Superintendencia de Sociedades, quien deberá evaluar cómo la integración de infraestructura de telecomunicaciones y comercialización de servicios podría afectar el mercado. Además, los operadores piden que el Ministerio TIC y la CRC también hagan un nuevo análisis para quitar lo que consideran son privilegios a WOM.