Meta: Insostenible obligar a Big Tech a pagar por uso de redes

Meta desestimó que las grandes compañías tecnológicas o proveedores de aplicaciones de contenido (CAP, por sus siglas en inglés) deban ser obligadas a pagar una tarifa por acceder a las redes de los operadores de telecomunicaciones, al considerar que esta propuesta se basa “en una premisa falsa porque no reconocen el valor que las CAP crean para el ecosistema digital, ni las inversiones que hacemos en la infraestructura que lo sustenta”.

Por varios años, los operadores de telecomunicaciones –especialmente los del continente europeo– han acusado que las grandes tecnológicas o CAPs se han aprovechado de las redes de telecomunicaciones para obtención de beneficios sin aportar a las crecientes demandas de inversión para su actualización y despliegue.

Por ello, la asociación de operadores europeos, ETNO, ha exigido a las autoridades europeas emitir leyes que obliguen a las grandes tecnológicas a pagar una tarifa por el uso de las redes, y así permitir el despliegue requerido para las demandas del futuro.

Como respuesta a estas demandas, los ejecutivos de Meta, Kevin Salvadori, vicepresidente de Red, y Bruno Cendon, jefe de RL Wireless, presentaron la posición de la compañía en la que desestiman los argumentos de los operadores y señalan que los negocios de ambos segmentos “son simbióticos”, en el que Meta también invierte miles de millones de dólares en su propia infraestructura para la entrega y almacenamiento de contenido.

“Miles de millones de personas se conectan a Internet todos los días para acceder a este contenido, creando la demanda que permite a los operadores de telecomunicaciones cobrar a las personas por el acceso a Internet. Nuestra inversión en contenido impulsa literalmente los ingresos y el modelo de negocio de los operadores de telecomunicaciones”, afirman.

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Los directivos indican, además, que durante la última década, los CAP han invertido colectivamente más de 880 mil millones de dólares en infraestructura digital global, incluidos aproximadamente 120 mil millones de dólares al año de 2018 a 2021. Y afirman que estas contribuciones ahorran a los operadores de telecomunicaciones alrededor de 6 mil millones de dólares al año.

En un estudio publicado el año pasado, ETNO había señalado que el tráfico impulsado por las aplicaciones Over-The-Top (OTT) podría generar costos de entre 36 y 40 mil millones de euros por año para las empresas de telecomunicaciones de la Unión Europea.

En el caso particular de Meta, la compañía revela que tan sólo desde 2017, la firma ha invertido más de 100 mil millones de dólares en gastos de capital y Opex en infraestructura digital global, incluidos miles de millones de euros en Europa, llegando incluso a una relación de gasto sobre ingresos mayor a la de los principales grupos de telecomunicaciones en el mundo.

Adicionalmente, Meta menciona los múltiples proyectos de infraestructura en los que se ha involucrado, incluyendo los cables submarinos como Marea, Havfrue, Havhingsten y Amitie, además de otros proyectos de fibra que conectan a Europa con el resto del mundo y una inversión de más de 500 millones de euros en arrendamiento o compra de más de un millón de kilómetros de fibra terrestre a los propios operadores.

“Estas inversiones, combinadas con otras innovaciones técnicas que Meta ha liderado, han impulsado un crecimiento significativo de la demanda de servicios de datos de telecomunicaciones. Mientras tanto, el costo por bit se ha desplomado, y estimamos que es menos de una cuarta parte de lo que era hace cinco años”, afirman Salvadori y Cendon.

Durante el pasado MWC de Barcelona, los operadores de telecomunicaciones reafirmaron su posición de hacer pagar a las grandes tecnológicas por la inversión de redes, al tiempo que señalaron que buscarán un rol más activo en las nuevas tendencias del sector digital.

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Por otro lado, Meta desestima también el lúgubre escenario planteado por los operadores móviles europeos, quienes afirman que las redes se enfrentarán a escenarios de congestionamiento por la creciente demanda de datos móviles para aplicaciones como el metaverso. ETNO había estimado que la creación de redes gigabit requerirá al menos la inversión adicional de 300 mil millones de euros.

Al respecto, Meta calificó que este argumento “carece de sentido”, al señalar que buena parte del tráfico del metaverso y de Realidad Virtual (VR) será atendido por redes fijas, las cuales “ya están establecidas en la mayor parte de Europa y transportan casi 20 veces el tráfico de las redes móviles”, y detallan que “más de las tres cuartas partes del tráfico de Meta en Europa se entrega a través de redes fijas”.

Los directivos señalan, de hecho, que el esfuerzo que ha hecho Europa para extender las redes de fibra óptica “debe ser elogiado”, ya que actualmente llegan a cerca del 60 por ciento de la población europea.

Meta es una de las compañías que ha presionado por la liberación de la disputada banda de 6 GHz para servicios sin licencia Wi-Fi, en lugar de su asignación para servicios móviles 5G. La firma detrás de Facebook había señalado que la banda sería vital para el impulso de redes WiFi de próxima generación conectadas a redes de fibra que impulsen casos de uso demandantes como el metaverso.

Finalmente, los autores consideraron que la colaboración aún será requerida para impulsar la economía digital, pero para ello se “necesita de un diagnóstico honesto de las oportunidades y desafíos que todos enfrentamos en el camino”.

En ese sentido, afirman que “simplemente no hay evidencia para respaldar un muro de capacidad de metaverso”, y aunque reconocen los retos que enfrentan los operadores europeos, “imponer una tarifa de red arbitraria a las empresas que aportan inversión e innovación al ecosistema digital no es una solución sostenible”.

A finales del año pasado, un análisis preliminar elaborado por el Organismo de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas (BEREC, por sus siglas en inglés) consideró que “no existe evidencia” que justifique implementar un mecanismo que obligue a las grandes empresas tecnológicas a contribuir con los costos de las redes de telecomunicaciones.

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