Wi-Fi 6E: la oportunidad que América Latina no puede dejar para después

A lo largo del 2020, se vivió el primer impulso para asignar el espectro radioeléctrico de 6 GHz a las operaciones sin licencia de Wi-Fi 6. El año que recién comienza será un segundo aliento, un periodo en el que se afianzarán decisiones regulatorias para liberar la banda, definir condiciones técnicas y potenciar el mercado de la nueva generación inalámbrica.

En abril del 2020, Estados Unidos se convirtió en el primero en aprobar el uso no licenciado de esta banda de frecuencias. Su acción alentó a otros países a avanzar en la misma dirección; por ejemplo, Chile.

Como en un efecto dominó, en la segunda mitad del año también se lanzaron consultas públicas y se comenzó a estudiar el tema en Brasil, Canadá, México, Colombia, Perú, Costa Rica, Argentina y Honduras, y en otras regiones del mundo.

Las piezas en el tablero del juego ya se han colocado y ahora seguirán los movimientos estratégicos. Por un lado, la industria inalámbrica y fabricantes tecnológicos apoyan la banda de 6 GHz (5.925 a 7.125 GHz) para Wi-Fi 6; del otro lado de la mesa, los operadores móviles buscan que se reserve una parte de las frecuencias para el despliegue de redes 5G.

Para Carlos Rebellón, director de Gobierno y Políticas Públicas para las Américas de Intel, queda claro que la decisión que le conviene a América Latina es liberar todo el espectro de 6 GHz al uso exento de licencia, con el fin propiciar y aprovechar el desarrollo de economías de escala.

En entrevista con DPL News, el directivo explicó que la mejor decisión para el continente americano es autorizar que Wi-Fi 6 opere en la banda completa, pues se trata de un momento idóneo, luego de que Estados Unidos, el mercado más grande de dispositivos Wi-Fi y proveedor de estos en la región, asignó los 1200 MHz.

Además, el segundo país más importante en el continente americano, Brasil, está cerca de tomar la misma decisión. Y otros mercados clave, como el canadiense o el colombiano, propusieron un uso similar (1100 MHz en el caso de Colombia).

No sólo desde un punto de vista económico, sino también técnico y social, lo más conveniente sería permitir las operaciones sin licencia en todo el espectro de 6 GHz, ya que esto posibilitará tener un escenario de mayor armonización e impulsar las ventajas que traerá Wi-Fi 6 a la conectividad de los hogares, las empresas y las industrias, comentó Rebellón.

Durante el 2021, el directivo proyecta que la mayoría de los países que pertenecen a la región 2 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) optarán por el aprovechamiento no licenciado de la banda de frecuencias.

“Muy probablemente en la primera mitad del año, aparte de las consultas que ya conocemos, van a venir países como Uruguay, Ecuador y Paraguay, de los que hemos tenido conocimiento de que también están curiosos, estudiando el tema para avanzar hacia la asignación y regulación de la banda para el uso no licenciado”, detalló.

Todo el movimiento de liberación de dicho espectro en la región es “una gran revolución en materia de avances en el Internet inalámbrico” y representa el reconocimiento de los países a la importancia de las redes Wi-Fi, la cual se hizo aún más evidente durante la pandemia de Covid-19, resaltó.

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¿Una rebanada de pastel para 5G?

La industria de las telecomunicaciones móviles también quiere quedarse con una parte de la banda de 6 GHz para el futuro desarrollo de 5G. Por ello, pide a las autoridades regulatorias de los diferentes países latinoamericanos que tengan cautela en las decisiones y ponderen un enfoque equilibrado, ya que una elección prematura podría no ser reversible.

En el 2021, el fuego cruzado entre Wi-Fi 6 y 5G se intensificará. Además de los operadores móviles, las empresas como Nokia y Ericsson perseveran en que dicho espectro será vital para que 5G alcance una alta cobertura y capacidad.

Ante esto, Rebellón apuntó que retrasar la liberación del espectro al uso no licenciado implicaría sacrificar un costo de oportunidad, porque “hoy el mayor ecosistema de dispositivos en la banda de 6 GHz lo tiene Wi-Fi”.

Aunado a ello, la región 2 de la UIT no se encuentra analizando la identificación para IMT, ni está en un punto de agenda para la próxima Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones en el 2023.

Para el 2021, la Alianza Wi-Fi pronostica que existirán más de 316 millones de dispositivos habilitados para operar en dicho espectro. En 2020, “casi todos los dispositivos que llegaron a América Latina tenían Wi-Fi 6; en el 2021, van a empezar a llegar los de Wi-Fi 6E”, expuso el directivo de Intel.

En su opinión, el dilema del espectro para IMT no es la identificación sino la asignación. “El problema de América Latina nunca ha sido no saber qué espectro usar, sino poder asignarlo”, debido a que los procesos para licitar frecuencias se han demorado tanto en 3G como en 4G, advirtió.

Asimismo, Rebellón consideró que ya se cuenta con abundante espectro IMT identificado en otras bandas, como la de 3.5 GHz, 26 GHz, 28 GHz, 700 MHz y 600 MHz. En cambio, “el estándar de Wi-Fi se actualiza cada tres o cuatro años y, sin embargo, lleva más de 13 años sin recibir espectro”.

Se necesita una mayor cantidad de frecuencias disponibles para detonar el potencial de Wi-Fi 6. De acuerdo con la Alianza de Banda Ancha Inalámbrica (WBA, por sus siglas en inglés), disponer de los 1200 MHz en la banda de 6 GHz permitirá ofrecer las capacidades de ancho de banda, latencia, velocidad y soporte mejoradas que promete la nueva generación inalámbrica. Pero una menor porción espectral no será suficiente.

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Cómo será la adopción de Wi-Fi 6E

A partir de la introducción de los dispositivos Wi-Fi 6 compatibles con el espectro de 6 GHz (Wi-Fi 6E), las ventajas inmediatas las experimentarán los usuarios finales de los diferentes mercados. Es decir, los entornos como un hogar, donde múltiples personas y cosas están conectadas, no sufrirán degradación de la conexión y la red soportará actividades demandantes, garantizando un uso óptimo.

Después, las redes empresariales se beneficiarán de la nueva generación de la tecnología inalámbrica, al contar con un ecosistema de conectividad más fiable y seguro, el cual se traducirá en ahorros de costos y en redes inteligentes.

Una tercera ola de beneficios se verá con los nuevos casos de uso, que podrán aplicarse en espacios industriales. Carlos Rebellón explicó que los dispositivos Wi-Fi 6E de muy baja potencia van a activar el desarrollo de la Realidad Aumentada, Realidad Virtual, telemedicina y otras aplicaciones.

La WBA ha llevado a cabo diversos proyectos para probar las capacidades de Wi-Fi 6 en la industria manufacturera, centros comerciales, áreas residenciales, campus educativos y centros de transporte. En general, todas las exploraciones de la tecnología han demostrado una mayor eficiencia de red, confiabilidad, descongestionamiento, menor latencia y velocidades gigabit.

Si bien en el 2021 se van a tomar decisiones clave sobre la disposición de la banda de 6 GHz, probablemente favoreciendo a la adopción de Wi-Fi 6, el directivo de Intel indicó que el 2022 será el año de una comercialización y uso generalizados de dispositivos compatibles en los países de la región.

Intel prevé que la transición a Wi-Fi 6E será mucho más rápida en comparación con las generaciones inalámbricas anteriores. En dos o tres años, llegarán múltiples dispositivos habilitados para funcionar en el nuevo espectro, incluidos computadoras, teléfonos inteligentes, módems, routers y más.

Para conseguir un desenvolvimiento adecuado de Wi-Fi 6E y las economías de escala, Carlos Rebellón destacó que las decisiones regulatorias en los países latinoamericanos deben basarse en las proyecciones que ahora se tienen sobre lo que va a suceder en el mercado.

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Aunque no es posible conocer exactamente todo lo que va a pasar, como la posibilidad de admitir 5G en la banda de 6 GHz, expresó que las autoridades no deben partir de algunas “especulaciones” que podrían no materializarse, y no dejar para después una oportunidad que está a la vista ahora.