Urgente, pensar alternativas a fondos de servicio universal o América Latina no cerrará brecha digital

América Latina no podrá cerrar la brecha digital si no se toman medidas urgentes especialmente enfocadas en la demanda, pues en la región el 31 por ciento de las personas que viven en zonas con cobertura de Internet no usa el servicio debido a barreras como la falta de asequibilidad.

Un nuevo estudio de la GSMA advierte que probablemente ningún país de la región alcanzará los objetivos de conectividad marcados por los gobiernos, quienes en muchos casos buscan incrementar significativamente el porcentaje de población conectada.

El informe Brechas de conectividad en América Latina de la organización –que estudia los casos de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y Ecuador– puntualiza que cumplir esas metas no será posible si no se hacen cambios significativos en el marco actual, a nivel regulatorio, de política pública y de financiamiento.

Tradicionalmente, la principal herramienta de política pública para cerrar la brecha en los cinco países analizados han sido los Fondos de Servicio Universal (FSU), los cuales se alimentan de aportes de los operadores de telecomunicaciones y cuyos recursos tendrían que ser utilizados para financiar proyectos que permitan expandir el acceso a Internet.

Sin embargo, la GSMA alerta que “es evidente que no han sido un mecanismo efectivo para cerrar la brecha”, pues incluso la Organización de las Naciones Unidas ya identificó que los efectos de los FSU sobre la conectividad a Internet son nulos o en ocasiones hasta contraproducentes.

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Aunque en la mayoría de los casos, las autoridades han reformado los marcos legales de los fondos para incluir mejoras, el reporte resalta que aún no se conoce su impacto real y “en cada revisión queda de manifiesto que el instrumento actual y sus mecanismos de ejecución y control no son funcionales para el cierre de las brechas de conectividad”.

El nivel de ejecución de los recursos de los FSU son muy bajos en casi toda América Latina. En 2019, en Brasil y Ecuador la ejecución fue de cero según la información disponible, y en Argentina, apenas de 21 por ciento. En cambio, Costa Rica y Colombia tuvieron un desembolso importante de 78 y 97 por ciento, respectivamente.

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También predomina una falta de información y transparencia respecto a la eficiencia en la ejecución de los recursos, lo cual, de acuerdo con la asociación, impide saber exactamente qué tanto el dinero gastado se traduce en mejoras de la conectividad y una mayor población con acceso a Internet de banda ancha.

Dado que hay problemas con el modelo actual de funcionamiento de los FSU, para la GSMA es necesario considerar mecanismos alternativos para el cierre de las brechas. Por ejemplo, en Chile el Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones traza metas a largo plazo para expandir la cobertura de servicios móviles y la fibra óptica, así como promover las competencias digitales y los subsidios a dispositivos.

En Perú, el proyecto Internet para Todos se ha posicionado como un operador de infraestructura móvil rural importante para incrementar la cobertura de banda ancha 4G en zonas rurales o remotas. En este caso, la flexibilidad regulatoria con la que cuenta la iniciativa permite la cooperación entre distintos agentes (Meta, Telefónica, BID Invest y CAF) para llegar a estas zonas, aunque aún está en camino a encontrar un modelo sostenible financieramente.

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La GSMA puntualiza en su estudio que no existe una solución única a la brecha digital sino que se requieren diversas acciones. Entre ellas, reformas para quitar impuestos especiales al sector de telecomunicaciones y la eliminación del IVA a dispositivos y planes de Internet para personas de bajos ingresos.

Asimismo, el informe advierte que se necesita financiación adicional para expandir la oferta y la demanda. Para que el 99 por ciento de la población latinoamericana tenga acceso a banda ancha 4G, Argentina, Brasil y Colombia requerirán mil 200 dólares adicionales de desembolso por cada persona cubierta. Costa Rica y Ecuador necesitarán entre 2 mil y 3 mil 500 dólares adicionales por persona cubierta para llegar a esa misma meta.

Y conectar al último 1 por ciento de la población en la región exigirá una financiación aún mayor en todos los países: de más de 4 mil dólares por persona cubierta en Brasil; de 15 mil dólares en Argentina y Colombia, y de hasta 20 mil dólares por persona en Ecuador y Costa Rica.

En ese sentido, no sólo los países tendrán el desafío de buscar esquemas alternativos de política pública y regulación, sino también de explorar diferentes soluciones alternativas como el Internet satelital.

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