Como una medida para combatir el crimen organizado, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) de Honduras prohibirá la compra y venta de tarjetas SIM sin que exista un estricto registro e identificación de las transacciones.
El gobierno dio a conocer que el órgano regulador, junto con la paraestatal Hondutel, vigilará el debido uso de los chips de teléfonos celulares, con el fin de evitar que sean utilizados para cometer delitos.
Honduras ha implementado esta medida en varias ocasiones. Recientemente, en noviembre del año pasado, la Conatel dijo que ya estaba reuniéndose con los operadores de telecomunicaciones para tener un registro de las tarjetas SIM.
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La intención de las autoridades es combatir, principalmente, el delito de extorsión que suele llevarse a cabo usando teléfonos y chips robados. En ese entonces, la Comisión incluso quiso poner en marcha un registro con datos biométricos de los propietarios de las líneas telefónicas.
Esta vez, la presidenta Xiomara Castro instruyó de nueva cuenta la medida en medio de la crisis de inseguridad que afecta al país. Desde finales de 2022, Honduras se declaró en estado de emergencia y de excepción, ante el repunte de los índices de criminalidad y otras problemáticas como la pobreza y el desplazamiento forzado de la población.
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A nivel internacional, otros países como México han adoptado padrones de usuarios de telefonía móvil con la misma meta de combatir la comisión de delitos. Sin embargo, los resultados han evidenciado que en realidad no se logra reducir la inseguridad ni los crímenes.
Por el contrario, puede ser contraproducente para la privacidad, intimidad y protección de los datos personales de los usuarios. Incluso, en el caso mexicano la Suprema Corte de Justicia de la Nación frenó la implementación del registro, porque generaría violaciones a los derechos humanos.