El uso de la Inteligencia Artificial (IA) se puede dar prácticamente en cualquier industria, y la de ciberseguridad y ciberguerra es una en la que crecerá en los próximos meses, aseguró Ramón Castillo, gerente preventivo senior de Forcepoint, en entrevista con DPL News.
El especialista explicó que el tema de la ciberguerra va a aumentar en este 2023 con ataques Estado-Nación. Afirmó que se han creado ejércitos de hackers para robar información como primeras opciones que les pueda servir para temas de inteligencia entre países rivales.
“Vamos a seguir teniendo una tendencia de Inteligencia Artificial y Machine Learning (en ciberataques), vamos a ver tanto a nivel ofensivo como defensivo incorporando este tipo de tecnologías al arsenal de atacantes, pero también al arsenal de defensores.
“Nosotros vemos que va a haber crecimiento y va a ser más una IA en el que van a enseñar a sus herramientas cómo deben comportarse ante un tipo de ataque con determinada información que se le provea. Hablar de Inteligencia Artificial es tomar decisiones por sí mismo”, explicó Ramón Castillo.
El ejecutivo de Forcepoint dijo que actualmente existe una gran tensión por la guerra en Ucrania, y muchos de los ataques por ejércitos digitales son temas de infraestructura y robos de información.
Aseguró que la guerra comercial entre China y Estados Unidos también es otro conflicto que mantiene la tensión en el ciberespacio, e incluso aseveró que se tienen documentados ataques perpetrados por China hacia Estados Unidos donde se ven afectados servicios para la población civil, como temas de infraestructura, de Internet, entre otros.
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Otro ejemplo es Corea del Norte –afirmó el experto–, que ataca no sólo a la población civil sino a organizaciones, iniciativa privada, roba de dinero, etcétera.
“Sabemos que, por ejemplo, hay muchos atacantes que buscan el bien financiero, ya sea que roben a personas comunes y corrientes. Ellos buscan un bien financiero o personal, pero los Estados-nación buscan ganar ventaja competitiva hacia otra nación. Vamos a estar viendo ataques a industrias de servicios o también industrias o infraestructuras críticas como la red de distribución de gasolina de un país.
“Todo mundo lo va a negar (…), pero son secretos a voces; puedes decir que hubo una afectación a la colonia pipeline en Estados Unidos, y se cree que fue un ataque Estado-Nación, pero no se supo con certeza. Hay ejércitos pagados por los gobiernos para tener este tipo de afectaciones”, apuntó Ramón Castillo.
Añadió que las repercusiones económicas van a depender de la intensidad del ataque. Lo más peligroso para este tipo de ataques son las repercusiones a la sociedad, explicó Castillo, y es que, por ejemplo, el ataque al Colonial Pipeline en Texas dejó sin gasolina a una buena parte de Estados Unidos, y con ello las repercusiones como la escasez de combustibles para organizaciones de protección civil, emergencias y policía.