Actualmente, son múltiples industrias las que dependen de un suministro constante y de calidad de semiconductores, desde dispositivos comunes como teléfonos hasta automóviles o maquinaria. Por ello, es una cuestión de soberanía y seguridad nacional que México debe acelerar sus esfuerzos para integrarse a la cadena de suministro global y así proteger a sus propias industrias de posibles disrupciones, señaló en entrevista Santiago Cardona, director General para Hispanoamérica de Intel.
A partir de la disrupción en las cadenas de suministro globales durante la pandemia por Covid-19, así como los crecientes conflictos geopolíticos, Estados Unidos, Europa y naciones de Asia como Japón y Corea del Sur han impulsado importantes programas para atraer inversiones que les permitan fortalecer el suministro de semiconductores a nivel nacional, y así evitar nuevos casos de escasez en el futuro.
En ese sentido, Cardona explicó que más allá del “indudable” beneficio económico por la fabricación y venta de semiconductores, la soberanía, la seguridad nacional y la codependencia a la cadena de suministro, son factores que se deben considerar para acelerar la atracción de inversiones al país en este segmento.
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El directivo puso como ejemplo el impacto negativo que registró la industria automotriz durante la pandemia por la escasez de chips y, que a su vez, afectó a la economía en general. Durante el 2020, la industria automotriz registró una caída en la producción de vehículos de 20 por ciento a 3.04 millones de unidades, provocado en parte por la escasez de chips.
“Al final del día, son las industrias estratégicas del país lo que está incluso relacionado con la seguridad nacional. Entonces, si un país cualquiera, en este caso México, realmente quiere tener independencia, debe asegurarse de tener un suministro adecuado de semiconductores”, apuntó. La importancia de acelerar la fabricación de semiconductores no es sólo por las posibles disrupciones, sino también por su influencia en el desarrollo de tecnologías como Inteligencia Artificial (IA), agregó Cardona.
Para acelerar estos esfuerzos, en octubre se celebrará el 3er Foro de Semiconductores México-Estados Unidos en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, como parte de los diálogos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), en donde los semiconductores son un sector clave para las tres economías. El foro ya se ha celebrado en Jalisco y Baja California, que ha servido para congregar a autoridades de gobierno, academia e industria, para hablar sobre los avances y retos que el país debe enfrentarse para acelerar su integración.
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Cardona adelantó que hay importantes expectativas respecto a esta nueva edición del foro, ya que se espera la asistencia del próximo secretario de economía, Marcelo Ebrard, que asumirá en el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum.
El directivo señaló que de forma inmediata México requiere avanzar en tres áreas: ofrecer incentivos fiscales, desarrollar talento y garantizar acceso a recursos naturales, como agua y energía. “Cuando tú miras los países que participan en esta siliconomía, son los que logran atraer esas inversiones y en muchos casos es con incentivos fiscales”, enfatizó.
Finalmente, Cardona descartó que el nuevo ajuste a la estrategia de Intel vaya a impactar sus operaciones en México, por lo que sigue enfocado en fortalecer su fabricación de chips para su propio suministro, pero también para terceros. “Son básicamente los ajustes globales para, en algunos casos, dilatar algunas inversiones, pero la estrategia en esencia no cambia”, dijo.
“¿En qué afecta esto a México en ese momento? Realmente nada. Nuestro principal activo y nuestra inversión que tenemos en México es el centro de diseño en Guadalajara, que es partícipe de las pruebas de los chips más poderosos que diseña Intel para centros de datos. La otra parte que hacemos en México es atender el mercado. Intel no tiene ningún tipo de intención de desaprovechar las oportunidades de mercado”, puntualizó.