En las principales ciudades de América Latina, el uso de las plataformas de transporte como DiDi, Uber y Cabify también está marcado por el género. En la Ciudad de México, por ejemplo, 58.02 por ciento de quienes usan las aplicaciones son mujeres.

Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que las mujeres han encontrado en las plataformas digitales una alternativa de movilidad compatible con sus necesidades diferenciadas y patrones de desplazamientos más complejos.

Las mujeres realizan viajes más variados y más cortos relacionados con las labores de cuidado del hogar, la crianza (llevar a niños a la escuela) y cuidar de otros como las personas adultas mayores, dado que este tipo de responsabilidades están marcadas por los roles de género.

Además, ellas tienden a tener acceso a modos de transporte más lentos y de menor calidad, y tienen menos posibilidades de adquirir un vehículo propio. El uso del automóvil en los hogares suele ser exclusivo de los hombres que trabajan fuera del núcleo familiar.

Otro de los factores que influyen en que las mujeres utilicen las aplicaciones de transporte es la inseguridad en el espacio público, sobre todo en el transporte colectivo, donde existen altos índices de delincuencia y acoso sexual. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, siete de cada 10 mujeres se sienten inseguras en el transporte público en México.

“La combinación de movilidades más complejas, menos acceso al uso del automóvil en el hogar y el temor al transporte público puede llevar a las mujeres con la capacidad económica de permitirse el transporte privado a recurrir a él como un modo alternativo”, destaca el análisis del BID.

En DPL News, preguntamos a mujeres de entre 20 a 35 años cuáles son las razones por las cuales prefieren utilizar las aplicaciones de transporte para trasladarse en la Ciudad de México y el Área Metropolitana y estas fueron sus respuestas:

1. Las apps son más seguras

La seguridad es el principal motivo por el cual las mujeres usan las plataformas digitales, por encima de otras modalidades como el taxi tradicional o el transporte colectivo, para llegar a sus destinos.

Yarely, Aketzalli y Leslie, jóvenes de 26 años de edad, señalan que se sienten más seguras al viajar a través de este tipo de servicio; pueden conocer la información del conductor antes de abordar el vehículo y compartir los datos de su trayecto con otras personas.

“Sé que en ningún lugar estamos 100 por ciento seguras, pero al menos al usar las aplicaciones tengo más mecanismos de defensa que en el taxi normal. Siempre antes de subirme, reviso que sean las placas que vienen en la app y tomo precauciones. Le mando la ubicación todo el tiempo a mis amigas”, comenta Leslie, una joven de 31 años y habitante de la alcaldía Tlalpan.

Yo prefiero las aplicaciones, sobre todo en la noche. No me imagino tomando un taxi en la calle para llegar a mi casa después de salir de un bar o de fiesta con mis amigas. Al menos con Uber puedes saber quién te va a llevar, y no necesitas exponerte a media calle para encontrar taxi”, agrega.

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La inseguridad, la violencia y el acoso que se vive en el transporte público ha llevado a las mujeres a utilizar otros medios para desplazarse. Además, las plataformas ahora ofrecen la posibilidad de viajar con una conductora, lo cual les da más confianza.

2. Tienes más mecanismos para denunciar acoso o violencia

Otra de las razones que explican la elección de las mujeres de utilizar las plataformas de transporte es que les brindan más herramientas e información para denunciar cuando ocurren situaciones de violencia o acoso a bordo de los vehículos.

La aplicación te permite hacer un reporte si te sientes incómoda o te faltaron al respeto. Claro, no significa que sean súper eficientes en atenderte, aún creo que deben mejorarlo. Pero al menos te dan una respuesta. 

“Una vez denuncié a un tipo que me decía que estaba muy guapa y me hizo sentir incómoda. Gracias que no pasó a mayores, pero yo no me subo para que hagan comentarios de mi físico que no solicité”, relata Lola, una joven de 35 años.

Incluso, DiDi y Uber ya tienen un botón de emergencia dentro de las aplicaciones que conecta a las usuarias directamente con una línea de seguridad (911) para recibir atención en caso de ser necesario.

Las plataformas también han integrado otras funciones para reforzar la seguridad, como el reconocimiento facial para validar la identidad de conductores; la verificación de los colaboradores con diferentes documentos; la compartición de la ruta; el monitoreo del viaje en tiempo real; cámaras de seguridad en algunos vehículos; localización GPS y la oportunidad de brindar una calificación al conductor para que otras personas conozcan las evaluaciones antes de viajar con ellos.

3. Método de pago sin contacto

A medida de que ha aumentado el acceso a Internet y a dispositivos móviles entre las mujeres, el uso de métodos de pago sin contacto también ha crecido y se ha vuelto cada vez más indispensable en la vida cotidiana.

Las mujeres pasajeras, especialmente las más jóvenes, prefieren utilizar las plataformas de transporte para movilizarse porque pueden pagar sin efectivo, a través de sus tarjetas bancarias directamente en las aplicaciones.

“Yo casi no cargo efectivo en la cartera. Creo que ya es en automático que utilizo las aplicaciones. Ni siquiera me planteo subirme a un taxi. Es más práctico hacer todo desde tu celular y que el Uber ya te esté esperando y cuando bajes no necesites esperar a que te cobre.”

Además, durante la pandemia por la Covid-19 en el país disminuyó el uso de efectivo. El Banco de México reportó en 2021 que las personas que recurrían a los billetes y monedas para realizar pagos disminuyó 7 puntos porcentuales hasta 86 por ciento debido a la crisis sanitaria.

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4. Mejores tarifas

Las tarifas económicas han hecho de las plataformas una opción competitiva para viajar. 

Previo a abordar el vehículo, las pasajeras conocen el precio que se les cobrará y pueden decidir si lo aceptan o no, o tienen la posibilidad de programar su viaje para un horario con menos demanda y, por lo tanto, más barato que en las horas pico.

Además, la desconfianza que genera el taxi tradicional en cuanto a la fijación de las tarifas ha propiciado que las mujeres prefieran las aplicaciones. 

Estefania Calderas, una joven de 27 años, comenta que “muchas veces he sentido que los taxímetros están arreglados, porque me cobran una tarifa irreal o incongruente con el destino al que voy”.

En los aeropuertos, si tomas el taxi de ahí es muy caro y tienes que esperar mucho tiempo. Te quieren cobrar 500 pesos por llevarte a tu casa a pesar de que no sean muchos kilómetros. Siempre que puedo lo evito, pero a veces no tienes opción y toca pagar sus tarifas pasadas porque no hay de otra”.

Yarely Martínez considera que el costo del viaje no siempre es más económico en las plataformas de transporte, ya que en los horarios de alta demanda las tarifas suelen subir. Sin embargo, también aprecia que las aplicaciones ofrecen funciones como compartir la tarifa si vas con amigos y hacer varias paradas, por lo que “al final, si te organizas bien y vas con varios, te sale mejor”.

5. Comodidad y anticipación

Por último, la comodidad y la pertinencia de programar viajes o solicitarlos con anticipación son otros motivos por los que las usuarias optan por las aplicaciones tecnológicas para sus viajes en la metrópoli mexicana. Las mujeres consultadas explican que estas características posibilitan que puedan organizar mejor sus tiempos y rutas.

“Es más cómodo pedir un Uber o un DiDi por medio de mi celular, que salir a la calle a buscarlo o esperar en un sitio de taxis. Al menos con estos servicios puedes tener un mejor control de tu tiempo, y eso es muy importante para mí, cuando voy al trabajo o tengo que llegar a tiempo a reuniones”, relata Susana Ortiz, quien trabaja en una de las zonas de mayor afluencia, en Paseo de la Reforma.

“Ahora lo han descuidado un poco. Pero pienso que las aplicaciones todavía ofrecen un mejor servicio: los autos están más limpios, son más modernos y más actuales. Es un plus que puedes calificar a los conductores, para que se mejore el servicio. En el taxi, casi nunca tienes esa opción: si no te gusta, te aguantas y ya porque no tienes voz ni voto”.

Por seguridad y para prevenir el acoso contra las mujeres, por las opciones y facilidades para pagar el servicio, por lo atractivas que resultan las tarifas en comparación con el taxi tradicional y por comodidad, las plataformas digitales de movilidad resultan una mejor opción para los usuarios, en particular para las mujeres, quienes se enfrentan a dificultades estructurales que limitan su desarrollo y potencial. 

Tanto la legislación como la regulación y las políticas públicas deben apoyar el uso de opciones innovadoras, seguras y económicas de modalidad para sectores vulnerables de la población como las féminas.