Por su naturaleza flexible y dinámica, las plataformas digitales ofrecen una oportunidad de trabajo a los grupos de la población que tienen más dificultades para ingresar a la economía tradicional, como los migrantes, las mujeres, personas con discapacidad y jóvenes.
Un 17 por ciento de los colaboradores de las plataformas de Internet de todo el mundo ―que trabajan de manera independiente― son migrantes; en los países desarrollados, el porcentaje sube a 38 por ciento, con una participación incluso mayor de las mujeres (39% contra 36% de los hombres).
Así lo muestran datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su último informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: El papel de las plataformas digitales en la transformación del mundo del trabajo.
De acuerdo con el estudio, en algunos países los migrantes obtienen empleo a través de las aplicaciones de Internet, debido a que en ellas encuentran mayor facilidad de acceso, mientras que en otros lugares les ponen más barreras de entrada aunque tengan cierto nivel educativo, les discriminan por su nacionalidad o no hay suficientes opciones de trabajo.
Las plataformas de entrega a domicilio (delivery) han sido una de las principales fuentes de trabajo para los migrantes. En este sector, el 15 por ciento de los repartidores provienen de un país distinto a donde laboran.
Argentina y Chile son las naciones del mundo donde hay una mayor presencia de migrantes en las plataformas de delivery. Más del 70 por ciento de los trabajadores de este tipo de aplicaciones son migrantes en ambos países. En especial, esto se debe a que muchas personas de Venezuela se han desplazado a estos mercados en busca de oportunidades que no encuentran en su país de origen.
De los colaboradores migrantes de las plataformas en Chile y Argentina, el 43 y 47 por ciento, respectivamente, cuentan con un título universitario. Pero no han conseguido un empleo que corresponda con su educación debido a los obstáculos de la discriminación e incluso explotación laboral.
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También algunas personas con discapacidades o problemas de salud han encontrado trabajo en las plataformas de Internet, ya que les proporcionan condiciones más flexibles si las actividades se pueden realizar desde casa o en los horarios que mejor les acomode.
El 2 por ciento de los colaboradores independientes de las aplicaciones tiene un estado de salud deficiente o precario. Sólo en las plataformas de movilidad (delivery y servicio de transporte), el porcentaje va hasta los 4 puntos porcentuales, según datos del informe.
Para las mujeres, el empleo mediante las plataformas de Internet representa una fuente importante de ingresos para alcanzar la independencia económica, dado que les permite elegir los horarios y balancearlos con otras actividades (como las de ciudades).
A pesar de las ventajas que pueda traer para ellas esta modalidad de empleo, su presencia es menor respecto a la de los hombres: el 38 por ciento de las personas que trabajan a través de aplicaciones en todo el mundo son mujeres.
Si bien la economía digital ha potenciado las oportunidades de trabajo para estas y otras personas, la OIT advierte que el empleo en las plataformas de Internet trae consigo desafíos para garantizar condiciones adecuadas de trabajo y de protección social.
La Organización Internacional del Trabajo señala que las personas pueden percibir una volatilidad de los ingresos, cancelación injusta de sus cuentas, acceso limitado a la seguridad social como los servicios médicos, jornadas largas de empleo, obstáculos para participar en más de una plataforma y situaciones de inseguridad y estrés.
En ese sentido, el estudio resalta que la regulación de las plataformas digitales debe abordarse tomando en cuenta las leyes del trabajo, los códigos jurídicos laborales, la normativa de competencia, la rendición de cuentas de los algoritmos, el uso correcto de los datos y otros ámbitos relacionados, para maximizar las ventajas de la economía digital y al mismo tiempo garantizar un conjunto de derechos y protecciones.