Dado que México es uno de los principales exportadores de autos y autopartes del mundo, y este constituye uno de los sectores más importantes de la economía nacional, el sector automotriz es el que tiene el mayor potencial para el desarrollo de la Industria 4.0 en el país.
Así lo señalaron los participantes del seminario virtual Industria 4.0: Desafíos y beneficios de su adopción, organizado por la Hannover Fairs México, en la antesala del Industrial Transformation México (ITM) 2022, que se realizará del 5 al 7 de octubre en el Poliforum de León, Guanajuato.
Beneficios de la adopción de la industria 4.0 para la Industria automotriz
El Director de Operaciones de Mercedes Benz Autobuses, Raúl García, señaló que el sector automotriz ha sido pionero en la incorporación de herramientas de la Industria 4.0 en México, aunque aclaró que dichas herramientas están presentes en todas las industrias.
García señaló que las principales ventajas que ofrece la implementación de la Industria 4.0 para las empresas automotrices son: estar presentes y seguir gerenciando el negocio, generar y acceder a distintas fuentes de datos, el diagnóstico a distancia, el suministro y rastreo de materiales, y la logística y monitoreo en tiempo real de la demanda.
Como ejemplo de la adopción de las herramientas digitales en la vida cotidiana, García citó la plataforma de videoconferencias Zoom y los asistentes virtuales Siri y Alexa. El ejecutivo detalló que eventos como el ITM 22 ponen en contacto a la oferta con la demanda. Entre otras iniciativas, también destacó la estrategia de Industria 4.0 de Nuevo León y el clúster automotriz del Bajío, ya que brindan un soporte institucional que es muy importante para las empresas.
García proyectó que el uso extensivo de estas tecnologías permitirá medir, controlar y definir el futuro. Como ejemplo de dos aplicaciones que ha hecho Mercedez Benz, mencionó la telemática: el monitoreo en vivo y la administración de sistemas DRT.
El ejecutivo dijo que la industria y las sociedades tienen que hablar un tercer idioma: el código, el de la codificación, que será el idioma del futuro, para mantener el mundo en movimiento y México tiene que aprovechar el nearshoring, ya que la migración de la cadena de suministro de los microprocesadores y baterías de Asia a América ya está cantada.
Industria automotriz: estándar internacional
Por su parte, el Director de Innovación del Clúster Automotriz de Nuevo León, Ricardo Apaez, expuso que en México hay una gran diversidad de empresas automotrices que ven la transición a la Industria 4.0 desde diferentes perspectivas.
Apaez expuso que existen tres grandes tipos de empresas: 1) las trasnacionales, que tienen una estrategia y planeación desde su país de origen, que empieza a cascadear en México; 2) las empresas trasnacionales de capital mexicano y 3) las pequeñas y medianas empresas (pymes), donde existe el mayor reto de transformación digital.
“En México están surgiendo ideas que se han vuelto un estándar para operaciones globales en cuanto a la adopción de tecnología y desarrollo”, declaró Apaez, quien consideró que la electrificación del transporte es una innovación tecnológica que promoverá nuevos servicios y productos, y no es una oportunidad, sino una obligación, en la que muchas empresas ya han tomado acción.
Innovación regulatoria
El presidente de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, Jorge Inzunza, aseguró que la globalización 4.0 avanza más rápido que el marco regulatorio y la
incapacidad regulatoria ha ocasionado cuellos de botella en México.
Dijo que la industria automotriz es un detonador de la economía mexicana, por lo que es necesario apoyar su desarrollo, aunque aclaró que México es un país que está poniendo muchos obstáculos en los temas de inversión, tanto nacional, pública y extranjera, por lo que es necesario un proyecto de gobierno que ofrezca certeza regulatoria y fomente la transparencia y la infraestructura.
Inzunza señaló que la ayuda social es muy rentable políticamente, pero no es propicia para la inversión y el desarrollo de la industria en México, por lo que hay que revertirla, ya que de lo contrario el país irá perdiendo terreno. Agregó que esto implica un reto como legisladores, pues el gobierno ha emitido mensajes que inhiben la inversión, como en el caso de Audi.
Por último, Inzunza dijo que el T-MEC representa oportunidad para avanzar en una agenda de Industria 4.0 y energías limpias y también se requiere una Ley de Ciberseguridad que incluya a los tomadores de decisiones del sector tecnológico en México.
Los retos de la transición hacia la Industria 4.0
El coordinador de asesores del Sector de Tecnologías de Información y Economía de Canacintra, Carlos Villanueva, coincidió con Apaex en que los mayores retos los enfrentan las pymes, y existe una disyuntiva entre las que ven la transformación digital como una necesidad frente a una obligación, como el caso de implementar la factura electrónica.
Villanueva enfatizó que también hay otro dilema entre las que la ven como un costo frente a las que la ven como una inversión, por lo que es necesario hacer una culturalización para desmitificar la idea de que la transformación digital no va a generar beneficios en el corto plazo.
Por último, expuso como los otros dos grandes desafíos la ciberseguridad, ya que no hay un marco regulatorio óptimo en México, y la capacitación, ya que en el país hay un capital humano con capacitación deficiente. Villanueva recalcó que quienes han tenido la mejor formación han recurrido al sistema educativo internacional, aunque reconoció que, dadas las necesidades nacionales, para los sectores automotriz y aeronáutico hay una oferta sólida, aunque todavía falta para otros, como el textil, el químico y el médico.
Villanueva concluyó que la certificación y estandarización de productos mexicanos será indispensable para reducir la brecha de incorporación a Industria 4.0.
Finalmente, el Director de Comunicación y Marketing de Hannover Fairs México, David Montaudón, enfatizó que la transferencia de conocimientos y de tecnologías que promueven eventos como ITM 2022 será vital para aprovechar la gran oportunidad que representa la electrificación total del sector automotriz hacia 2030, un negocio valuado en 800 mil millones de dólares, ya que México es el cuarto exportador de automóviles del mundo.