Digital Trends | Chips Wars: declive de EE.UU., ascenso de Asia y Europa en el medio
Pese a ser el país que los inventó, Estados Unidos perdió su hegemonía en la fabricación de chips. Como indica la SIA, en 30 años pasó de concentrar 37 por ciento a tan sólo 11 por ciento de la producción mundial.
Por ello, en 2021 resintió con mayor fuerza la escasez generalizada de chips, lo que hizo que el nuevo gobierno tomara cartas en el asunto. En cuanto tomó posesión, la administración Joe Biden comenzó a bosquejar una Orden Ejecutiva que finalmente firmó a fines de febrero de 2022 para ordenar la revisión de las cadenas de suministro.
En abril, Biden solicitó un enorme presupuesto para combatir la escasez de chips, que tras varios meses de discusión, el Congreso finalmente la aprobó el 29 de julio y el presidente firmó la Ley CHIPS el 9 de agosto. Mediante ella, Estados Unidos aprobó 52 mil millones de dólares para financiar la producción nacional en aras de recuperar su hegemonía.
Por otro lado, Asia experimentó el proceso opuesto. En las últimas décadas, en paralelo al resurgimiento económico de China —país que ha destinado el triple de recursos que EE.UU. al desarrollo de su industria de semiconductores: 150 mil mdd—, Taiwán se posicionó como el mayor fabricante de chips del mundo.
Actualmente, Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC) concentra el 70 por ciento de la fundición global. Este relevo no fue fortuito: tal como lo explicó el ingeniero Arturo Orozco Leyva, el modelo taiwanés es un éxito debido a que no sólo se construyeron fábricas de chips —las famosas fabs—, sino que, fruto de un plan gubernamental, existe un clúster que incluye también talleres de diseño, servicio y pruebas.
A causa de ese dominio asiático, los países occidentales, encabezados por Estados Unidos y la Unión Europea, han pugnado por diversificar las cadenas de suministro de los semiconductores, para reducir la dependencia de Asia.
En la primera semana de agosto, con la visita a Taipei de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se acrecentó la tensión geopolítica en el estrecho de Taiwán entre China y EE.UU., que podría escalar a otro conflicto bélico por la pugna entre independentismo y anexionismo como ya sucedió en Ucrania.
En este contexto, Estados Unidos ha reforzado sus lazos comerciales y políticos con Taiwán: desde marzo de 2021 los mandatarios de ambos países hicieron pública su colaboración para combatir la escasez de chips y los fabricantes taiwaneses también han adoptado las sanciones comerciales estadounidenses contra las empresas chinas para tratar de contener la expansión del gigante asiático.
Hay una tercera vía. En paralelo a EE.UU., la Unión Europea desarrolló su propia estrategia para combatir la escasez de chips y fomentar la producción en el bloque. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la Ley Europea de Chips el 15 de septiembre de 2021 bajo tres ejes principales: investigación, producción y cooperación internacional.
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