Chile | Claves del análisis de la FNE sobre la fusión Claro-VTR

América Móvil y Liberty Latin America anunciaron un acuerdo para combinar sus operaciones en Chile (Claro y VTR, respectivamente) en septiembre de 2021. Un mes después presentaron los papeles ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE) que, tras pedir más información en dos oportunidades, instruyó finalmente la revisión de la alianza antes del brindis de fin de año. En febrero pidió más tiempo para investigar la operación y dio apertura a la segunda fase, que a la fecha persiste. ¿Cuáles son sus primeras conclusiones?

Fusión de Claro y VTR

El plan de las partes es asociarse para conformar un agente económico funcionalmente independiente que le permita desarrollar conjuntamente actividades económicas en la industria chilena de telecomunicaciones.

Los negocios excluidos son “para Liberty, la construcción, explotación y prestaciones de servicios mayoristas con telecomunicaciones submarinas” y para América Móvil, “además de las telecomunicaciones submarinas, el negocio de torres”, indican los documentos del caso a los que tuvo acceso DPL News.

La joint venture quedará conformada en partes iguales: 50 y 50 por ciento. Ambos operadores se comprometieron a contribuir negocios con deuda neta de mil 500 millones de dólares (Liberty Latin America) y 400 millones de dólares (América Móvil). Además, la primera hará un pago adicional a la firma de Carlos Slim por 100 millones de dólares. 

Las compañías, que anunciaron el acuerdo casi en paralelo a la compra de Claro Panamá por parte de Liberty, esperaban completar la operación en la segunda mitad de 2022.

VTR concentra más de 3 millones de suscriptores a nivel nacional y Claro casi 6.5 millones de usuarios (según los implicados, al momento del anuncio). La joint venture generará distintos beneficios, con un estimado de sinergias superior a 180 millones de dólares –esperan completar 80% en tres años–, derivados de aspectos como ahorro de costos y mejores eficiencias operativas.

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El negocio conjunto permitirá apalancar inversiones en el plano fijo –especialmente fibra– y móvil –con foco en 5G–, señalaron los involucrados. En 2025, la resultante tendría 6 millones de hogares a través de su red fija, la mayoría de ellas con infraestructura para FTTH, lo cual se alinearía a las políticas del gobierno de desplegar más fibra en el país.

El análisis de la FNE

La Fiscalía pidió más tiempo –como suele ocurrir en este tipo de procedimientos– para investigar como consecuencia de que en su revisión de primera fase advirtió que la concentración podría generar riesgos.

Como hipótesis de trabajo que tendrían que demostrarse mediante una indagatoria fundada y sustentada en evidencia empírica, el apartado fijo, particularmente Internet y TV de paga, la resultante sería “el principal actor” del mercado. También habría “superposición geográfica en la cobertura de sus redes”. En servicios móviles, en tanto, la entidad habló de posible acaparamiento y detalló que el acuerdo podría potenciar la capacidad de ambos en un marco de menores obligaciones regulatorias respecto de sus competidores.

Además de dar detalles de los resultados en materia de espectro, indicó que respecto de la infraestructura pasiva de telecomunicaciones –enlaces nacionales y torres de telefonía móvil– es posible que producto de la concentración, se generen cambios en la habilidad y los incentivos para realizar un bloqueo de dichos insumos a sus competidores”.

Estos detalles son los que motivaron a la FNE a pedir más tiempo para revisar el caso y también los que hicieron que a casi un año del anuncio no haya novedades concretas del acuerdo.

Algo positivo para los involucrados: la Fiscalía desechó sólo cuatro procedimientos desde 2016 y podrán recurrir la decisión si el análisis resulta en rechazo.

Análisis por mercado

  • Servicios móviles. Antes de anticipar riesgos en el plano móvil, la FNE advierte que aunque ambos cuentan con red propia, VTR funciona en la práctica como operador móvil virtual, por lo que es un modelo de negocio diferente. Bajo este contexto, agrega que Claro es el tercer actor (18.4% del share) y VTR el quinto (1.1%). Se exponen en consecuencia implicaciones de la concentración aunque, en un punto que puede ser clave en la investigación, se subraya que la variación sería “moderada en comparación a la situación previa a la operación”. Además de esta variación moderada, los datos actualizados muestran que la filial de América Móvil ahora está en cuarto puesto y sólo subiría un lugar si se agregan a sus líneas las que a la fecha tiene VTR, por lo que es difícil de validar algún acaparamiento.
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  • Espectro. Claro cuenta con tenencia de espectro en las cuatro macrobandas habilitadas para servicios móviles y VTR tiene 30 MHz en banda media baja y 50 MHz en banda media. El detalle aquí es que la tenencia conjunta llevaría a la resultante a sobrepasar en ambos casos el cap impuesto por la Corte Suprema de Justicia. También se advierte que, al no participar de un (nuevo) concurso público, los involucrados no estarían sujetos a cumplir una serie de obligaciones sobre la utilización del espectro, la cobertura y la calidad del servicio ofrecido. Además, “tendrán acceso a dos insumos esenciales –espectro y torres–, en condiciones ventajosas, para el despliegue y desarrollo de 5G”, según la FNE como parte de sus hipótesis preliminares.
  • Televisión de paga. VTR no puede dar TV satelital en Chile, por resolución del Tribunal de Defensa de Libre Competencia en 2014, y Claro participa de ese segmento con esa tecnología en el país. Si bien la operación “no es apta para reducir sustancialmente la competencia” en este apartado, esa situación no releva a la filial de Liberty de cumplir con su obligación. Por esto, “corresponde que Claro desinvierta este negocio”, señala el documento. De todas formas, al momento del anunció de combinación, las partes previeron esta situación y aclararon que “si las restricciones siguen vigentes al momento de la finalización, se tomarán las medidas necesarias para cumplir con ellas”, lo cual evidencia una colaboración con la regulación vigente.
  • Internet fijo. VTR es líder del mercado, con participación de 30 por ciento, y Claro está en cuarto lugar, con 11 por ciento del share. Así, la fusión redundaría en un mercado “altamente concentrado” al superar el umbral de 2 mil 500 puntos en el índice de concentración HHI. Hay que considerar que Chile es un mercado convergente. Los operadores tienen fortalezas en ciertos servicios y oportunidades en otros, por lo que la participación de mercado en un solo servicio o mercado no determina la dominancia de un proveedor.
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  • Telefonía fija. El segundo y quinto operadores del mercado se fusionarían alcanzando una participación de 31 por ciento, quedando la resultante sólo por debajo de Telefónica. Otra vez, se identifican problemas con el índice HHI en este caso, pero una vez más un servicio no es determinante.
  • Paquetización y geografía. En la comercialización del paquete Internet fijo/TV, las partes cuentan con una participación conjunta de 61 por ciento medida en suscriptores, mientras que en triple play su share sería de 44 por ciento. Además, la fiscalía también “considera relevante analizar el nivel de traslape geográfico de las redes de las partes para dar servicios fijos, debido a que un mayor traslape de redes incrementaría potenciales riesgos unilaterales”. Más tarde, propone la revisión “de riesgos de conglomerado en la comercialización conjunta de servicios fijos y móviles”.
  • Competencia. La entidad también señala cuestiones como presumible afectación a la competencia por el bloqueo eventual de insumos que podría reducir la posibilidad de entrantes en distintos mercados y localidades del país y expone que “en ausencia de la operación las partes podrían tener incentivos por efectos de reciprocidad a abrir su infraestructura a terceros”, algo que no sucederá de prosperar el acuerdo.

El futuro de la operación

El tiempo para la revisión en segunda fase –pedido en febrero– es de 90 días hábiles pero, según confirmó este medio, ese plazo puede ponerse en pausa por acuerdo mutuo o revisión de los “remedios” que encuentran las partes a los posibles problemas que va encontrando la autoridad en su revisión. El expediente cuenta con más de 3 mil 100 páginas y se espera que en los próximos días se agregue más información a la investigación.

Los medios locales señalan que lo sucedido hasta el momento estaba dentro de los escenarios normales e institucionales que los involucrados habían considerado en el acuerdo. La evolución del mercado desde la solicitud a la fecha se proponen como otro argumento a favor de que las partes consigan el objetivo de combinar sus operaciones en Chile.

Es que, en definitiva, el mercado chileno no es ajeno a la tendencia global de consolidación en el sector móvil, como ocurrió recientemente en México (donde Telefónica se asoció con AT&T para usar su espectro), en España (con la anunciada fusión entre Orange y MásMóvil luego de que esta comprara Euskaltel), en el Reino Unido (con la joint venture entre O2 y Virgin Mobile), Canadá (con la fusión Roger-Shaw), Brasil (Oi Móvil fue repartida entre los tres principales operadores), o con las fusiones en Centroamérica, por mencionar algunos movimientos recientes.

Este tipo de operaciones ya son de moneda corriente y logran beneficios operativos y de sinergia para las empresas en un sector que, por la necesidad de intensivas inversiones, no será de muchos participantes.

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