Wi-Fi 6 y Wi-Fi 6E: ¿cuál es su diferencia?

Mi buen amigo, Alejandro Navarrete, jefe de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), me hizo notar que respecto de la banda de frecuencias entre los 5,925 GHz y los 7,125 GHz se había iniciado una consulta pública el pasado 5 de noviembre.

Menciono lo anterior, ya que en mi publicación en este medio del pasado 11 de noviembre, señalé que en México “el organismo regulador no cuenta con ningún estudio sobre ello y no se tiene siquiera planeada una consulta pública sobre el uso de la porción del espectro radioeléctrico comprendido entre los 5,925 GHz y los 7,125 GHz, porción que será utilizada para Wi-Fi 6”.

Es una muy buena noticia saber que en este tema me equivoqué respecto del IFT. En la liga que me proporcionó Alejandro Navarrete[1] los lectores interesados en el tema podrán encontrar los detalles de la consulta que estará abierta hasta el próximo 18 de diciembre, entre los que se encuentra un documento de referencia que hace un análisis preliminar del estado que guarda la banda de frecuencias que será utilizada para Wi-Fi 6E.

Pero, ¿qué es Wi-Fi 6E y que diferencia tiene con Wi-Fi 6?

Wi-Fi 6E, conocido como Wi-Fi de 6GHz, es una evolución ligera de Wi-Fi 6, y básicamente tiene mejoras en velocidad y en robustez de la conexión en ambientes de alta densidad de usuarios y dispositivos.

En 2018, la Wi-Fi Alliance introdujo una nueva denominación para los dispositivos compatibles con los estándares Wi-Fi.[2]

Los nombres que la Wi-Fi Alliance recomienda utilizar a partir de 2019 por fabricantes quedaron definidos de la siguiente forma:

•   Wi-Fi 6: identificará dispositivos que soportan la tecnología 802.11ax.

•   Wi-Fi 5: identificará dispositivos que soportan la tecnología 802.11ac.

•   Wi-Fi 4: identificará dispositivos que soportan la tecnología 802.11n.

Wi-Fi Alliance es una red mundial de empresas que impulsa la adopción y la evolución global de Wi-Fi, la promoción del espectro de uso libre y el desarrollo de tecnologías innovadoras, requisitos y programas de prueba que ayudan a garantizar que Wi-Fi brinde a los usuarios la interoperabilidad, seguridad y confiabilidad que esperan.

Wi-Fi 6 trajo mejoras sustanciales respecto de Wi-Fi 5 en cuanto a la cantidad de dispositivos que pueden compartir el mismo espacio de conexión. Implementa la multiplexación OFDMA, con lo cual además disminuye la latencia que experimentan los usuarios y disminuye el consumo energético de los dispositivos mediante la tecnología “Target Wake Time”.

Pero también, a diferencia de Wi-Fi 5, que sólo utiliza la banda de 5 GHz, Wi-Fi 6 explota de manera natural y transparente las bandas de 2.4 y 5 GHz, mejorando sustancialmente la eficiencia espectral y proveyendo de una mejor experiencia al realizar un balance entre alcance (con la banda 2.4 GHz) y velocidad (con la banda 5 GHz).

Pues bien, Wi-Fi 6E mejora el estándar Wi-Fi 6 al agregar 1.2 GHz adicionales (5,925 – 7,125 GHz), con lo que aumentará sustancialmente la velocidad de conexión,  soportando además las bandas de 2.4 y 5 GHz.

Wi-Fi 6E agrega 14 canales adicionales de 80 MHz, o 7 canales de 160 MHz, en función de cómo administre la conexión el router de acceso, con un incremento teórico de 30 por ciento en la velocidad de conexión, a la vez que disminuye los problemas de congestión mejorando notablemente la experiencia de usuario y la confiabilidad del acceso.

Para todos aquellos interesados en la evolución futura de Wi-Fi en México, recomiendo mucho participar en la consulta pública del IFT sobre el tema. Resultará de gran importancia la forma como el IFT determine la utilización de la banda 5,925-7,125 GHz, tanto para su uso en exteriores como en interiores.

La migración de las redes móviles terrestres hacia 5G y de despliegue de sistemas de fibra óptica de última milla hacia las premisas de los usuarios en casas y oficinas requieren infraestructuras de transporte de alta capacidad detrás de ellas (backbone), pero también requieren que dentro de las premisas de los usuarios las velocidades que dichas tecnologías soportarán sean aprovechadas al máximo.

Además, el acceso a Internet en sitios públicos mediante las tecnologías Wi-Fi deberán aprovechar al máximo la evolución de este estándar tecnológico, que permitirá que una mayor cantidad de usuarios, de bajos recursos económicos, puedan acceder a servicios digitales para introducirse en la nueva economía digital.

Ojalá que los gobiernos de América Latina sincronicen sus agendas políticas con las agendas de sus organismos reguladores, ya que hace falta crear la sinergia necesaria para impulsar al máximo la conectividad, aprovechando todo el potencial que las tecnologías digitales nos ofrecen.