Un conductor de inDrive fue detenido por el delito de narcomenudeo en la Ciudad de México en octubre de 2022. La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) recibió denuncias acerca de que el hombre transportaba y vendía droga mientras se conectaba a dicha plataforma de transporte.
La SSC de la CDMX le decomisó en el momento de la captura 50 bolsas de plástico con marihuana en la llamada Zona Rosa de la colonia Juárez, conocida por ser un área de restaurantes, bares y antros nocturnos con una alta afluencia de jóvenes.
Incluso, al presunto implicado se le relacionó con la violación de una activista y una serie de ataques sexuales en los cuales se repetía el modus operandi: las víctimas fueron drogadas y después abusadas.
De acuerdo con los reportes de la Secretaría y la Fiscalía capitalinas, el conductor utilizaba la aplicación tecnológica para cometer los delitos.
Después de su detención, la empresa dijo que le bloqueó el acceso a la plataforma de forma permanente y abrió una investigación de su historial “para aprender más sobre este tipo de comportamientos inaceptables y ajenos a nuestras políticas de uso”.
El problema no es un hecho aislado, pues las autoridades de diferentes ciudades de México y América Latina, y las personas usuarias, han detectado que la aplicación se utiliza indebidamente para el traslado y comercio de sustancias ilegales.
Además, el uso de la plataforma para el intercambio de favores sexuales a cambio de viajes o el acoso que ocurre en los traslados ya es una situación conocida, que también está en el ojo de las agencias de seguridad locales y de la cual ya tiene conocimiento la compañía de origen ruso.
Te puede interesar: “Puede pasar lo que quieras en el auto”: inseguridad de inDrive en Coahuila
En Coahuila, la Fiscalía General estatal también ha recibido denuncias contra conductores de la plataforma que presuntamente transportaban droga a bordo de los vehículos.
En algunos casos, los pasajeros relatan que los conductores les ofrecen las sustancias en venta; en otras, son los usuarios quienes envían mensajes en los cuales proponen pagar con drogas como el cristal.
Otra entidad donde se ha detectado esta problemática es San Luis Potosí, donde algunos conductores han señalado que incluso han recibido propuestas por parte de grupos delictivos para vender y trasladar droga a bordo de sus vehículos.
En grupos de Facebook, los colaboradores de inDrive relatan su experiencia al ser contactados por usuarios a través de la aplicación.
Por ejemplo, en ocasiones reciben solicitudes de viaje acompañadas de un mensaje en el cual el pasajero les propone ir a recoger una bolsa de cristal o mariguana y entregarlo, incluso las ofrecen como método de pago.
Otras veces las personas que abordan el automóvil ya llevan consigo un paquete e invitan al conductor a realizar entregas u ofrecer el producto a sus pasajeros.
Algo similar sucede en León, Guanajuato. Ahí, la Fiscalía estatal ha recibido denuncias que advierten que células vinculadas al Cártel de Jalisco Nueva Generación utilizan conductores de la plataforma inDrive para el transporte de sustancias ilegales y otras actividades ilícitas.
En otras entidades de México se ha identificado que, además del narcomenudeo, los conductores de inDrive están presuntamente relacionados con estafas y fraudes.
Por ejemplo, la Fiscalía General de Nayarit tiene investigaciones abiertas por fraudes en la venta de artículos por Internet, en la cual las mercancías se envían a través de un conductor de inDrive.
Sin embargo, las personas no reciben lo que compraron por marketplaces y aún se indaga si los conductores de la aplicación son cómplices de las estafas.
Lo cierto es que la venta y tráfico de drogas no es una problemática exclusiva de inDrive.
También el taxi tradicional se ha utilizado para transportar sustancias ilícitas al menudeo en México.
En entidades como Guerrero, Tamaulipas, Quintana Roo y Nuevo León los conocidos como “narcotaxis” escalaron a considerarse una amenaza de seguridad pública.
Por otro lado, también se ha reportado la detención de presuntos distribuidores de estupefacientes que circulan por las distintas entidades fingiendo ser repartidores de aplicaciones móviles.
Sin embargo, en la plataforma InDrive esta actividad ha ganado impulso y un nuevo carácter debido a la facilidad con la cual los conductores pueden conectar con potenciales clientes y con los narcomenudistas no sólo al margen de la plataforma, sino a través de ella.
Si bien la plataforma tecnológica no es responsable del comportamiento de los usuarios, sí tiene el deber de tomar medidas e implementar mecanismos para evitar este tipo de actividades que son ilegales y que ponen en riesgo a la población y la salud pública.
El principal rasgo que la aplicación ha buscado establecer como diferenciador en el mercado es que ofrece la posibilidad de que conductores y pasajeros negocien la tarifa a pagar por un viaje, como sucede en el modelo de taxi tradicional.
inDrive promociona esta característica como una ventaja competitiva y un beneficio para los usuarios, ya que se acuerdan “precios más justos” en función de la distancia que será recurrida.
En teoría, la negociación en línea por medio de mensajes en la aplicación puede ser más segura que detener un taxi en la calle y preguntar por costos.
También consulta: InDriver se transforma en InDrive y amplía servicios
No obstante, en la práctica ha resultado casi igual o incluso más peligroso, ya que la funcionalidad de intercambiar mensajes previo al viaje compromete la seguridad e integridad de conductores y pasajeros.
En la ventana de la plataforma, donde aparecen las ofertas que reciben los choferes, es usual que algunas solicitudes vengan acompañadas de ofertas de droga o de peticiones relacionadas con el traslado de este tipo de sustancias.
Y aunque el resto de plataformas de transporte no están exentas de esta problemática, la falta de medidas para mejorar la seguridad antes, durante y después del viaje genera un entorno propicio ante conductas inapropiadas e incluso ilícitas.
A diferencia de otras aplicaciones de transporte que operan en México, en las cuales los pasajeros no pueden elegir o influir deliberadamente en determinar qué conductor los llevará a su destino, en inDrive este contacto se da desde un principio, lo cual facilita que la negociación de la tarifa se utilice para entablar otro tipo de conversaciones para las cuales no fue diseñada dicha funcionalidad.
La llegada de las plataformas de transporte a México fue disruptiva, precisamente porque brinda una alternativa al taxi, un servicio tradicional con fallas históricas como la mala calidad de servicio, la inseguridad, la irregularidad para definir tarifas o la dependencia del dinero en efectivo.
Hoy la tecnología está en el epicentro de este nuevo modelo de negocios. Las plataformas de Internet la utilizan para garantizar que los viajes sean más eficientes, rápidos, seguros, cómodos y con el mejor precio en función de la oferta y la demanda.
Pero en el caso de inDrive se prescinde de los mecanismos que puede habilitar la tecnología en un momento crucial como lo es el primer contacto entre conductores y usuarios.
Esto, aunque puede permitir mejores precios económicos, en la práctica también se traduce en un costo más alto para la seguridad e integridad de las personas.La innovación está en el corazón de las plataformas de Internet. Pero la innovación que destruye o merma la confianza en el ecosistema digital y la industria de las plataformas de transporte y movilidad no es disruptiva, es una mala práctica que necesita atención inmediata.