Los operadores Claro, TIM y Vivo concluyeron este miércoles 20 de abril la adquisición de la operación móvil de Oi. De acuerdo con las empresas, la operación se concreta luego del cumplimiento de las condiciones establecidas por el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) y la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel).
El precio de cierre ajustado fue de 15.9 mil millones de reales (3.4 mil millones de dólares) y, este miércoles, los compradores pagaron 14.4 mil millones de reales (3.1 mil millones de dólares). El remanente será retenido por los operadores hasta por 120 días para la posible compensación de los montos que Oi pueda pagar a los compradores, debido a los ajustes posteriores al cierre y otras obligaciones de indemnización.
Con el cierre de la negociación, todas las acciones de Cozani fueron transferidas a TIM, Garliava fue transferida a Vivo y Jonava fue transferida a Claro.
Los compradores también pagaron 586 millones de reales por servicios de transición a ser prestados por Oi y las empresas firmaron Contratos de Suministro de Capacidad de Transmisión de Señales de Telecomunicaciones en Régimen de Exploración Industrial en la modalidad take or pay, por un monto de 819 millones de reales, que ser pagado en cuotas en un periodo de hasta 10 años.
Oi también informó que, con la conclusión de la operación, liquidó el crédito con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de 4.6 mil millones de reales, cuyo pago fue realizado por los compradores.
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“La conclusión de la Transacción, en esta fecha, representa la implementación de una de las etapas más críticas del Plan de Reordenamiento Judicial y del Plan Estratégico de Transformación de Oi, con el objetivo de asegurar a la Compañía mayor flexibilidad y eficiencia financiera y sostenibilidad a largo plazo”, declaró la empresa en un comunicado. El plan de Oi es convertirse en el mayor proveedor de infraestructura de telecomunicaciones del país, a través de la masificación de la fibra óptica.
Vivo informó que la transacción amplía la capacidad de inversión y creación de innovaciones tecnológicas de forma sostenible y racional, contribuyendo a la digitalización del país.
Para TIM, esta es la oportunidad de “competir equitativamente con sus principales adversarios en términos de infraestructura y representación geográfica de su base de clientes y con la expectativa de una importante creación de valor para sus accionistas”.
Las cuatro empresas anunciaron el acuerdo en 2020, cuando la operación fue analizada por la Anatel y el CADE. Recién en febrero de este año, luego de impugnaciones por parte de pequeños proveedores, las agencias aprobaron la venta.