Nuevo sistema biométrico de la policía brasileña puede almacenar datos de hasta 200 millones de personas
La Policía Federal (PF) de Brasil firmó un contrato para la compra e implementación de un sistema llamado ABIS (Solución Automatizada de Identificación Biométrica), que permitirá la identificación de personas mediante la recolección, almacenamiento y cruce de datos de huellas dactilares y reconocimiento facial.
De acuerdo con la PF, ABIS unificará datos de las secretarías de Seguridad Pública de los estados. “Esta asociación proporcionará a las policías judiciales estatales un acceso seguro y eficiente a una base biométrica nacional”, señala el comunicado.
ABIS entrará en funcionamiento con alrededor de 22.2 millones de datos, ya que el sistema es una evolución del AFIS (Automated Fingerprint Identification System), que brinda servicios para el control de la emisión de pasaportes, registros extranjeros, certificado de antecedentes e identificación criminal.
La expectativa es que la nueva solución almacene, en dos años, información de 50.2 millones de personas, con posibilidad de expansión que soportará datos de hasta 200 millones. “Con el tiempo, puede haber una integración completa con otros modelos de identificación biométrica, como el iris y la voz”, informó la Policía Federal.
Además del software, la Policía adquirió un conjunto de equipos que constan de estaciones de registro, estaciones forenses y dispositivos móviles de recolección, verificación e identificación de alto estándar tecnológico.
La entidad informó que todos los papilloscopistas de la PF contarán con una estación portátil ABIS operativa, que podrá trabajar en cualquier unidad policial conectada a la central ABIS, permitiendo una mayor agilidad en el análisis de las escenas del crimen.
De acuerdo con la Ley General de Protección de Datos Personales, la legislación no se aplica al tratamiento de datos personales realizado con fines de “seguridad pública, defensa nacional, seguridad del Estado o actividades de investigación y persecución de delitos”.
Actualmente, existe una discusión sobre cómo el reconocimiento facial discrimina a la población negra y las minorías étnicas. En enero de este año, Amnistía Internacional pidió a Nueva York, en Estados Unidos, que prohibiera la tecnología. El mes siguiente, la ciudad estadounidense de Minneapolis prohibió el uso de software de reconocimiento facial por parte del Departamento de Policía.