Como un nuevo modelo económico propio de la digitalización, la economía colaborativa, de la que forman parte las plataformas digitales de transporte, sustenta el éxito de su crecimiento en algunos pilares fundamentales: confianza, flexibilidad, calidad, innovación y la disminución en los costos de las transacciones.
Por esa misma razón, las deficiencias en alguno de estos elementos afecta su expansión y su impacto potencial en la economía y la sociedad.
Si una de las patas falla, la silla se tambalea y no funciona de forma adecuada para brindar los mejores beneficios a pasajeros y conductores.
En el mercado de las plataformas colaborativas, la oferta ha proliferado significativamente durante la última década. Hoy en día, existen múltiples aplicaciones que buscan cubrir las diversas necesidades de movilidad de las personas.
La mayor competencia y la innovación tecnológica han facilitado la aparición de nuevas propuestas de servicios. El caso de inDrive ―antes inDriver― es un buen ejemplo. La aplicación tecnológica apuesta por “el regateo” como su diferenciador para destacar en el mercado.
inDrive promete que la negociación entre pasajeros y conductores, a través de su plataforma, permite obtener el mejor precio. La aplicación sugiere un monto y el usuario tiene la posibilidad de mantener ese costo o reducirlo para que después el chofer pueda hacer una contraoferta, creando una situación de “puja”.
En algunas ocasiones, la tarifa puede ser más económica en comparación con otras aplicaciones.
Sin embargo, en México y algunos países de América Latina la plataforma ha incurrido en malas prácticas que terminan por eliminar el supuesto beneficio que pretende ser su diferenciador, pues compromete los pilares clave de la economía colaborativa o gig economy.
1. Sin registro de operación
Una de estas malas prácticas es la falta de registro ante las autoridades para la operación de la plataforma de transporte.
En algunos estados de México, como Jalisco, la empresa no ha cumplido con los requisitos de registro como empresa que ofrece servicios de transporte por medio de plataformas digitales.
A pesar de ello, el servicio funciona de la misma forma que otras aplicaciones del mercado que sí han cubierto los procedimientos legales.
El gobierno de la entidad asegura que desconoce quiénes son los conductores vinculados a inDrive, qué automóviles manejan y si acatan las condiciones de seguridad, lo cual puede poner en peligro tanto a colaboradores como a pasajeros.
De la misma manera, en Aguascalientes la Coordinación General de Movilidad detectó que la plataforma se encuentra activa sin estar registrada. Las autoridades alertaron que esto no permite tener certidumbre de quién opera un vehículo, resguardar la seguridad de pasajeros y verificar que se cumpla con la normativa local.
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2. Inseguridad para usuarias y usuarios
Aunque en ocasiones se pueden obtener tarifas más económicas a través del regateo, la seguridad de las y los usuarios se ve comprometida si el servicio no se encuentra debidamente registrado.
En México, generalmente los procedimientos de registro ante las autoridades estatales incluyen la validación de una constancia de registro vehicular, contar con pólizas de seguros ante incidentes, la autenticación de documentos de identidad de los conductores (como la licencia de conducir) y otros requisitos que permiten conocer quiénes son las personas que viajan a bordo durante los viajes.
Sin esa información disponible, no sólo en las aplicaciones sino también en las bases de datos de las agencias de gobierno, es difícil que se pueda actuar de manera oportuna y eficiente en caso de incidentes que pongan en riesgo la seguridad e integridad de los usuarios.
Precisamente, una de las ventajas que ofrecen los servicios de las plataformas digitales, frente al taxi tradicional o el transporte público, es la seguridad, debido a que hay mayor información disponible sobre quiénes son los conductores y pasajeros y cuáles son las rutas y trayectos.
En México, después de los cajeros automáticos, el lugar donde las personas se sienten más inseguras es el transporte público, de acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En contextos como estos, las plataformas tecnológicas brindan una alternativa para que los desplazamientos sean más seguros.
Un estudio del Banco de Desarrollo de América Latina-CAF muestra que, incluso, para las mujeres las plataformas digitales adquieren una especial importancia, pues posibilitan que ejerzan su derecho a la movilidad en horarios y espacios que antes estaban restringidos, debido a la alta incidencia de delitos o la mayor exposición al acoso.
Las mujeres suelen utilizar más este tipo de servicios en la noche, por ejemplo, o en los viajes de última milla, porque las plataformas brindan funcionalidades como compartir la ubicación en tiempo real o conocer los datos del vehículo y el conductor antes de abordar. A veces, también es posible que viajen exclusivamente con mujeres conductoras.
Pero este potencial beneficio disminuye o se anula si las garantías de seguridad están comprometidas. Además, esto es especialmente importante debido a que afecta la confianza de los usuarios y usuarias respecto de las plataformas.
3. ¿No paga impuestos?
En todas las ciudades en las que opera, inDrive no cumple con sus obligaciones tributarias como sí lo hacen otras plataformas de la competencia.
Para el caso de la Ciudad de México, únicamente DiDi, Uber, Cabify, Beat, Commute Technologies, Plataforma de Transporte Digital, Transportación Inteligente MP, Taxify México y Lusad Servicios habían cumplido con su registro en la Ciudad de México hasta 2020, de acuerdo con el Segundo Informe de la Cuenta Pública para ese año elaborado por la Auditoría Superior capitalina.
Por otro lado, la Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México cobra contribuciones adicionales por el uso y aprovechamiento de la infraestructura urbana, impuestos especiales que deben acatar las plataformas reconocidas ante la autoridad competente.
Por otro lado, en el ámbito federal, la empresa inDrive tampoco estaba cubriendo sus responsabilidades fiscales con el pago de impuestos, lo cual sirve a la recaudación por parte del gobierno federal a través del Sistema de Administración Tributaria.
El pago de impuestos es un tema controvertido y discutible, dado que las cargas excesivas se trasladan a los usuarios finales y a los colaboradores de las plataformas.
Sin embargo, una vez establecidos los gravámenes, todos los actores del mercado deben cumplir con las disposiciones, de lo contrario se corre el riesgo de generar distorsiones a la competencia.
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4. Uso de bots o la trampa del regateo
Si bien inDrive promociona como su principal diferenciador la posibilidad de que conductores y pasajeros negocien el precio de un viaje, de manera que sea más económico, la falta de parámetros establecidos y objetivos para fijar las tarifas ha originado que los conductores se sientan inconformes con las ofertas de los usuarios.
En algunos países de América Latina donde opera la plataforma, como República Dominicana y Perú, se han creado “bots” que alteran el funcionamiento de la aplicación de transporte para que los conductores tengan preferencia sobre otros al seleccionar los viajes.
A través de las redes sociales, algunos choferes de la aplicación se han quejado de que los pasajeros ofrecen precios muy bajos que no cubren ni siquiera los gastos de operación para la prestación del servicio. Por ello, recurren a este “bot” en busca de tarifas más justas.
La instalación de este sistema queda al margen de la plataforma y no todos los conductores la utilizan. Esto propicia que haya un entorno de competencia asimétrico entre los colaboradores, y que en la práctica la alternativa de regateo no funcione al menos en algunos mercados.
Recientemente, la plataforma digital cambió su nombre de inDriver a inDrive. Los directivos de la empresa explicaron que el rediseño de identidad también va acompañado de una innovación en su modelo de negocio, pues ahora ofrecerá otros servicios relacionados con la plomería, mudanzas y cuidado de mascotas.
El rebranding de inDrive también puede ser una oportunidad para que realice una revisión de sus prácticas comerciales y las condiciones bajo las cuales opera el servicio de transporte, y no sólo una modificación de mercadotecnia, persiguiendo el objetivo de asegurar el crecimiento de la economía colaborativa y los beneficios para conductores y pasajeros.
La relevancia de las plataformas digitales en la movilidad urbana ha incrementado cada vez más, gracias a una mayor penetración del acceso a Internet y dispositivos móviles como los teléfonos inteligentes.
Para 2022, la consultora Statista proyecta que la gig economy tendrá un volumen bruto de 401 millones de dólares y para 2023 se espera que llegue a 455 mil 200 millones de dólares.
Pero el pronóstico de crecimiento también depende de impulsar y fortalecer los pilares fundamentales que la hacen tan dinámica, competitiva y del agrado de los usuarios.