La taiwanesa Foxconn busca reanudar sus operaciones en las fábricas ubicadas en China la próxima semana, por lo que presentó solicitudes ante la autoridad de aquél país. Pero reanudar la producción total le podría llevar una o dos semanas más, debido al brote de coronavirus, así lo informó una persona con conocimiento en el tema.
Este retraso le podría significar a la compañía un impacto en la cadena de suministro de tecnología global, afectando sus envíos. “Las carreteras están cerradas y nadie sabe con certeza si algunos trabajadores podrían regresar”, añadió la fuente, quien además indicó que se tiene una situación “caótica” en la dirección de Foxconn por tratar de cumplir con los requisitos para poder operar.
Algunas ciudades están solicitando a las compañías poner a los trabajadores de otras provincias en cuarentena de tres días, lo cual representa un desafío para Foxconn por el número de trabajadores que tiene. Sin lugar a dudas, el haber detenido la producción golpeará las ganancias de la compañía para este año. “Pero en cuanto a si el impacto será grande, todavía se está calculando”, indicó la fuente.
En un comunicado, Foxconn aseguró que tiene medidas establecidas para garantizar que se cumplan todas las obligaciones de fabricación global. “Nuestras instalaciones en China siguen los horarios de vacaciones del gobierno y continuarán haciéndolo hasta que todas las empresas hayan reanudado el horario de atención estándar”, mencionó. Las actividades se reanudarán la siguiente semana.
De acuerdo con un documento interno revisado por Reuters, la compañía utilizará a los trabajadores locales lo más que pueda, aunque sus fábricas dependen en gran medida de los empleados de las regiones más pobres. “Nos alegraría mucho si la tasa de retorno llega al 30 por ciento”, indicó la fuente.