China promueve su visión del ciberespacio en la Conferencia Mundial de Internet

La semana pasada se llevó a cabo la Conferencia Mundial de Internet (WIC, por sus siglas en inglés) de China, un evento anual que busca promover el modelo de gobernanza de Internet del país, ahora transformado en una “organización internacional”.

A cargo de este nuevo grupo de organizadores está Zhuang Rongwen, director de la Administración del Ciberespacio de China. Dentro de los organizadores se encuentran instituciones, organizaciones internacionales, empresas, académicos e individuos relacionados con Internet de por lo menos 20 países, de quienes se espera organicen más cumbres y seminarios regionales y temáticos para promover la visión de Beijing alrededor del mundo.

La WIC ha sido discreta en los últimos años, debido al escrutinio regulatorio en el que se han visto envueltos los empresarios chinos. Sin embargo, este 2022, China se preparó para trabajar con la comunidad internacional en “la construcción de un ciberespacio justo, equitativo, abierto, inclusivo, seguro y estable, que permita que Internet enriquezca aún más a la gente”, aseguró el presidente chino, Xi Jinping.

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El primer mandatario felicitó a los organizadores y señaló que “el establecimiento de la organización hará eco en la tendencia de informatización de los tiempos y profundizará el intercambio y la cooperación internacional en el ciberespacio”, el cual debe ser construido conjuntamente por todos los países del mundo.

China es conocida por su control de Internet y su bloqueo a servicios extranjeros como Google, Facebook y Twitter. En la conferencia de 2021, el Director Ejecutivo de Xiaomi, Lei Jun, y el Director Ejecutivo de Alibaba Group, Daniel Zhang Yong, prometieron apoyar la campaña “Prosperidad común” del presidente Xi, que busca ayudar a la sociedad china.

La visión de China de una Internet global surge en respuesta al compromiso de Estados Unidos y 60 naciones más, a principios de año, por construir una Internet que proteja los derechos humanos y la privacidad de los usuarios, además de promover el libre flujo de información que contrarreste el “nuevo modelo peligroso” de política de Internet de Beijing, Moscú y demás países.