Ericsson anunció que recibió una notificación de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) sobre la apertura de “una investigación acerca de los asuntos descritos en el informe de investigación de Irak de 2019 de la compañía”.
Luego de varios reportes de medios, Ericsson reveló en febrero un informe sobre el actuar de su subsidiaria en Irak, en el que admitió la posibilidad de haber realizado el pago de sobornos para transitar por zonas que estaban entonces bajo el control de la organización terrorista del Estado Islámico o ISIS.
La compañía señaló, sin embargo, que no había podido determinar con precisión los destinatarios de estos “pagos inusuales”, que se utilizaron principalmente para evadir el control de aduanas iraquí.
La SEC anunció el inicio de una investigación referente a este tema, aunque Ericsson señaló en un comunicado que “es demasiado pronto para determinar o predecir el resultado”, pero que está cooperando plenamente con la autoridad.
Ericsson ya había sido investigada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) en 2019 en un caso separado de corrupción en países como China, Vietnam y Yibuti, el cual se cerró con un acuerdo de más de mil millones de dólares entre la compañía y el gobierno estadounidense.
Después del informe de febrero, el DOJ acusó a la compañía de haber quebrantado el acuerdo y de no haber entregado toda la información requerida, por lo que abrió una nueva investigación en contra de la compañía.
Durante la publicación de su informe financiero el pasado abril, Ericsson advirtió que probablemente será multada por las autoridades estadounidenses derivado de la investigación de sobornos en Irak.
Un grupo de accionistas presentó también en marzo una demanda en una corte de Nueva York en contra de Ericsson, su su CEO Börje Ekholm y el CFO Carl Mellander, quienes son acusados de haber hecho declaraciones sustancialmente falsas y engañosas respecto al negocio, las operaciones y las políticas de cumplimiento de la compañía.