El CEO de Intel, Pat Gelsinger, proyecta que la industria de los semiconductores padecerá una escasez de suministro hasta 2024.
En una entrevista con TechCheck, Gelsinger declaró que la crisis mundial de chips puede prolongarse debido a la disponibilidad limitada de herramientas de fabricación clave, lo que constituye un obstáculo para expandir los niveles de capacidad necesarios para satisfacer la demanda elevada.
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“Esa es parte de la razón por la que creemos que la escasez general de semiconductores ahora se desplazará hacia 2024, desde nuestras estimaciones anteriores en 2023, sólo porque la escasez ahora ha afectado a los equipos y algunas de esas rampas de fábrica se verán más desafiadas”, dijo Gelsinger en el programa de CNBC.
El CEO de Intel emitió estos comentarios un día después de que el fabricante estadounidense de chips ofreciera un pronóstico fiscal para el segundo trimestre, que fue más ligero de lo que esperaba Wall Street. Sin embargo, sus ganancias e ingresos del primer trimestre fiscal superaron las expectativas de los analistas. Y las acciones de Intel cayeron un 6 por ciento el viernes pasado.
La última semana de abril, Intel presentó sus resultados financieros del primer trimestre, un periodo en el que tuvo unos ingresos GAAP de 18.4 mil millones de dólares e ingresos netos de USD 8.1 mil millones.
En el reporte, la compañía destacó que sus servicios de Fundición (IFS, por sus siglas en inglés), su subsidiaria automotriz Mobileye y el Grupo de Red y Borde tuvieron unos ingresos récord en dicho periodo.
Auge de la electrónica y desabasto de chips
La necesidad de más semiconductores se ha incrementado durante los últimos años, a medida que el mundo se vuelve cada vez más digital y los chips de procesamiento se utilizan en todo, desde teléfonos inteligentes hasta automóviles y lavadoras.
Sin embargo, la pandemia de Covid-19 provocó una escasez aguda, ya que las fábricas se vieron interrumpidas al mismo tiempo que se disparaba la demanda de productos electrónicos de consumo. La escasez ha tenido consecuencias económicas significativas y ha ocasionado que la economía estadounidense experimente su mayor inflación desde inicios de la década de 1980.
Desde que Gelsinger asumió el cargo de CEO, en febrero de 2021, Intel ha anunciado una serie de inversiones importantes para diversificar geográficamente la fabricación de chips.
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La compañía está gastando grandes cantidades de dinero para construir fábricas de semiconductores, conocidas como fabs o plantas de fabricación, en Estados Unidos y Europa, para hacer un contrapeso y lograr un balance en Occidente frente al Sur de Asia, que actualmente concentra más del 70 por ciento de la producción mundial de chips.
“Realmente hemos invertido en esas relaciones de equipos, pero eso moderará la creación de capacidad para nosotros y para todos los demás, pero creemos que estamos mejor posicionados que el resto de la industria”, concluyó Gelsinger en TechCheck.