En tres meses, Clip pasó de ser un agregador financiero que permite aceptar pagos con tarjeta de débito o crédito ―de manera presencial―a crear sistemas de pagos a distancia para ayudar a que las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en México se adaptaran a la nueva realidad que trajo la pandemia por la Covid-19.
Cada vez es más usual que las tienditas de la esquina y los pequeños comercios acepten pagos con tarjetas, sin limitarse sólo a las transacciones en efectivo. Eso ha aumentado su alcance para llegar a más clientes y hacer crecer sus negocios. Pero la crisis sanitaria impuso un desafío adicional: seguir operando a pesar de las medidas de confinamiento para evitar contagios.
Ante esta difícil situación, Clip adelantó los planes que tenía para 2024 o 2025 y, en un tiempo récord, en mayo de 2020, a sólo tres meses del inicio de la contingencia, lanzó métodos de pagos a distancia para que las mipymes pudieran seguir vendiendo sin la necesidad de que los clientes se trasladen a los establecimientos.
“Nuestra reacción inmediata, enfocados en los clientes, fue acelerar nuestra apuesta. Teníamos ya en nuestros planes lanzar un producto de tarjeta no presente que ahora se llama pagos a distancia, pero para el 2024-25, y nuestros comercios necesitaban una solución para poder seguir cobrándoles a sus clientes sin tenerlos presente”, explica en entrevista con DPL News Myriam Cosío Robles, Vicepresidenta Ejecutiva de Asuntos Externos de Clip.
Esta capacidad de transformación y adaptación ante los vertiginosos cambios, y su comprensión sobre la situación de los comercios en México, ha hecho de la fintech una de las más valiosas en el país y América Latina, donde la mayoría de las mipymes siguen dependiendo del dinero en efectivo.
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) muestra que las fintech desempeñan un rol clave en la inclusión financiera, pues diseñan soluciones digitales dirigidas a los segmentos de la población, consumidores y los comercios que se encuentran excluidos total o parcialmente del sistema financiero formal.
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Cosío Robles destaca que los agregadores han instalado casi la mitad de las terminales existentes en los puntos de venta de los comercios mexicanos. Hasta finales de 2021, empresas como Clip o Mercado Pago aportaban el 45 por ciento de las terminales, de acuerdo con datos del Banco de México.
En el caso específico de Clip, la ejecutiva asegura que el 80 por ciento de los comercios que comenzaron, por primera vez, a aceptar pagos con tarjeta lo hicieron a través de las soluciones de la startup.
“Hemos empujado esta vertiente de inclusión financiera en pequeños comercios, que antes recibían sólo efectivo. No solamente ha sido el darles un producto que atiende esta necesidad tan imperante, sino además el proceso de educación financiera”.
La ejecutiva destaca que la empresa también se toma el tiempo de explicar a los pequeños comercios “qué es la correcta aceptación de la tarjeta, qué es un chip, qué es un PIN, qué es un gran disputa, qué es un contracargo, dónde está su dinero”.
Todas las mipymes que adoptan Clip han incrementado significativamente sus ventas y, por lo tanto sus ganancias, asegura Myriam Cosío. Inclusive, señala que durante la pandemia por la Covid-19 los comercios duplicaron sus ventas gracias a los pagos electrónicos..
Aunque la crisis sanitaria empujó a muchos comercios a adaptarse y aceleró la digitalización de los negocios, aún existen varias barreras para impulsar la adopción de servicios y productos de agregadores y pagos digitales. Algunas tienen que ver con la falta de socialización de los beneficios, el temor al cambio o el desconocimiento acerca de cómo funcionan estas tecnologías.
Otros de los obstáculos son estructurales; por ejemplo, la brecha de bancarización en el país y la falta de acceso a productos financieros, o las deficiencias en el acceso a Internet, un servicio esencial para la digitalización de los comercios, reconoce la Vicepresidenta Ejecutiva de Asuntos Externos de Clip.
Las fintech se enfrentan a un escenario con dos caras: por un lado, los problemas de inclusión financiera propios de la región y particularmente de México, donde hasta finales de 2021 únicamente 56 millones 700 mil personas contaban con algún producto financiero como un crédito, una cuenta de ahorro, seguro o Afore.
Es decir, sólo el 67.8 por ciento de la población de entre 18 a 70 años de edad está incluida en el sistema financiero formal. Además, el año pasado se observó un retroceso, pues la cantidad de personas incluidas bajó 0.5 por ciento, como consecuencia de la contingencia por el coronavirus.
Por otro lado, las fintech operan en un entorno cambiante y de constante evolución tecnológica. Cada vez más, aparecen nuevos agentes en el ecosistema y se crean novedosas soluciones financieras o de activos digitales.
Varios gobiernos de América Latina ya están pensando en desarrollar su propia moneda digital: el año pasado, el Banco Central del Caribe Oriental creó una moneda basada en cadena de bloques; hace unos días, los legisladores de Jamaica aprobaron que el Banco Central emita una moneda digital, y el Banco de México planea tener la suya en 2024.
Al mismo tiempo, las criptomonedas han ganado popularidad alrededor del mundo. En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar la criptomoneda como una divisa de curso legal. También han aparecido más billeteras digitales y las soluciones de pagos digitales.
Myriam Cosío Robles expresa que en el futuro, de ser necesario, Clip responderá y se adaptará a este escenario tan dinámico, siempre que los comercios en el país y los consumidores lo demanden.
“Nuestro principio de orden siempre ha sido proveer a los comercios en México y a nuestros comercios.la aceptación de cualquier método de pago que para ellos sea relevante. En ese sentido, están surgiendo QRS, están surgiendo hasta las famosas criptomonedas que en México todavía tienen un camino largo por andar”.
“Pero, si se vuelven relevantes para nuestros comercios y es algo que ellos nos están pidiendo que quieren aceptar porque sus clientes se los piden, nosotros lo vamos a habilitar”, asegura.
Los planes para México
Hace un año, en junio de 2021, Clip cerró una ronda de inversión por 250 millones de dólares y se convirtió en uno más de los unicornios mexicanos (como se les nombra a aquellas empresas que alcanzan una valuación superior a los mil millones de dólares).
La fintech mexicana logró crecer a largos pasos durante y a pesar de las turbulencias de la pandemia. Recientemente, a finales de mayo, la startup presentó un portafolio de nuevas soluciones y actualizaciones centradas en las mipymes.
El producto más destacado fue Clip Stand, un punto de venta digital que transforma las antiguas estaciones de cobro de los establecimientos en un sistema más compacto, portátil y accesible.
Sobre los futuros de la empresa, Cosío Robles detalla que aún hay mucho por hacer en México para llegar a más comercios y ayudarles a integrarse al sistema financiero y a los pagos digitales, por lo que, en el corto plazo, descarta expandirse a otros países.
Por ejemplo, algunas mipymes ya tienen terminales de Clip pero aún no han explotado en los sistemas de pagos a distancia, como la posibilidad de hacer cobros a través de enlaces web.
Frente a otros mercados como Brasil o Chile, que tienen una penetración de 30 a 35 por ciento, la aceptación de pagos electrónicos en México aún es incipiente y ronda el 18 por ciento, señala la ejecutiva.
“Sigue habiendo una gran oportunidad en el mercado, así que en nuestro foco está por lo pronto aquí y precisamente para eso seguimos enfocados en proveer soluciones (…) muy centradas en atender las necesidades de los comercios en México, de las pymes en México que históricamente no han tenido acceso a soluciones como estas”, comenta.
Además, Myriam Cosío puntualiza que hay que poner énfasis en la inclusión financiera de las mujeres y los negocios dirigidos por ellas, ya que existe una brecha de género en el acceso que tienen a los productos financieros.
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Para conquistar más comercios en el país, Myriam Cosío confía en que existe voluntad por parte del gobierno y los reguladores para crear un entorno favorable para el crecimiento de los agregadores y los sistemas de pagos digitales.
La reforma financiera de 2014 introdujo la figura de los receptores de pagos o agregadores, acogiendo el desarrollo de Clip, que nació apenas dos años antes. Además, en 2018 se emitió la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera o también llamada Ley Fintech, la cual regula a la gama de nuevas empresas y plataformas que intervienen en el sistema financiero usando la tecnología.
“México ha sido pionero”, destaca la ejecutiva. “Clip es un ejemplo de éxito en la colaboración de todo el ecosistema en pro de la inclusión financiera, porque precisamente fue la reforma financiera de 2014 la que reconoció esta figura y fue la labor de todo el ecosistema, tanto gobierno con tanto como la banca, las asociaciones, la ABM (Asociación de Bancos de México y los agregadores, quienes trabajando en conjunto logramos estos avances”.
Para la Vicepresidenta Ejecutiva de Asuntos Externos de Clip, “la Ley Fintech, si bien ha tenido sus complicaciones por la pandemia y por los diferentes cambios, creo que habla de la voluntad del gobierno y de todas las partes de todo el ecosistema de seguir impulsando en ese sentido en las otras vertientes de inclusión financiera que de las que tenemos que trabajar”.