Brasil retoma política industrial de chips y llama la atención de EE. UU.

Un grupo de estadounidenses formado por renombradas universidades y empresas como Nvidia se reunió con un destacado equipo de Brasil, incluyendo al Itamaraty, con planes de explorar las buenas condiciones del país para diseñar chips.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, revirtió el proceso de liquidación del Centro Nacional de Tecnología Electrónica Avanzada (Ceitec), que había sido extinguido en 2021 por orden del expresidente Jair Bolsonaro. El decreto presidencial 11,768 se publicó el 6 de noviembre en el Diario Oficial de la Unión. La medida ya era una de las promesas del gobierno con el objetivo de impulsar la industria de componentes electrónicos en Brasil y aumentar la competitividad del país en el mercado global.

Sujeto al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), el Ceitec producía componentes electrónicos avanzados, como chips y dispositivos de identificación por radiofrecuencia. Se sabe que estos son productos estratégicos para la industria nacional, ya que el dominio de la tecnología de chips y semiconductores es esencial para el desarrollo de tecnologías en el país.

Para tener una idea, según datos de la Asociación Brasileña de la Industria de Semiconductores (ABISEMI), el mercado de semiconductores en Brasil vale mil millones de dólares, con un gran potencial de crecimiento. Además, “el país tiene un sistema fiscal flexible para la importación de materiales esenciales y busca fortalecer las asociaciones académico-industriales, especialmente en el encapsulamiento y pruebas e incluso litografía”, agrega Hermano do Amaral, ingeniero eléctrico y presidente de Futurecom.

La nueva estrategia de Brasil enfatiza los beneficios fiscales, esfuerzos ampliados en investigación y desarrollo (I+D) y el objetivo de consolidar su posición global en la industria de semiconductores. Las ofertas únicas de Brasil, emergiendo como fuente de energías limpias, pueden atraer a grandes jugadores globales. Lo que se consideraba desafíos de infraestructura pueden ahora representar oportunidades de inversión atractivas.

Y fue en este sentido que a fines de octubre un destacado comité estadounidense llegó con la propuesta de una asociación ambiciosa con Brasil.

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¿Brasil se unirá a Estados Unidos contra China en la batalla de los chips?

Formado por representantes del MIT, la Universidad de Berkeley, la Universidad de California, entre otros, y gigantes empresariales como Nvidia, Google, Meta y Cloudflare, el comité se reunió en la Universidad de São Paulo (USP) con la idea de crear un polo tecnológico en Brasil para desarrollar y diseñar chips con tecnología avanzada para abastecer el mercado nacional y mundial.

Del lado brasileño estuvieron figuras como Hermano do Amaral, el profesor Marcelo Zuffo del Departamento de Ingeniería de Sistemas Electrónicos de la Escuela Politécnica de la USP, e incluso el canciller Mauro Vieira, como observador. Las discusiones han tenido lugar en el LSITec – Laboratorio de Sistemas Integrados de la Politécnica.

Sin embargo, la iniciativa de Estados Unidos suscita sospechas sobre sus verdaderas intenciones, ya que China redujo las importaciones de chips al país norteamericano después de las sanciones impuestas por el gobierno de Joe Biden, antecedidas por las de Donald Trump. ¿Será este un plan para convertir a Brasil en su proveedor y poner fin a su dependencia de China en este sentido? Y si es así, ¿qué pasa con la relación de Brasil con su principal socio comercial?

El profesor Marcelo Zuffo asegura que la discusión no va en esa dirección. El experto confirma que sí hay intereses empresariales en juego, pero con el objetivo de generar tecnología de manera más sostenible y promover sectores en crecimiento como la energía solar y la industria automotriz, por ejemplo. “Recientemente, la atención internacional se ha centrado en Brasil y América Latina en el tema de los semiconductores: tenemos recursos naturales abundantes, incluidos insumos estratégicos que están siendo disputados por los países“, explica.

“Brasil es un país con una dinámica de comercio exterior muy diversa y compleja. Tenemos relaciones con casi todos los países del mundo, incluidos estos dos que están en disputa comercial. Gracias a una postura diplomática coherente, Brasil mantiene excelentes relaciones comerciales con ambos“, enfatiza, diciendo que la asociación no se trata de un “dame y toma”.

Según Zuffo, el país también se beneficia de esta asociación desperdiciando menos recursos financieros en productos electroelectrónicos, como se analiza a continuación.

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Desafíos y oportunidades

Como no todo son buenas noticias, a pesar de tener talento y una gran demanda en el mercado de chips, el déficit brasileño es muy grande, destaca el profesor Marcelo Zuffo. “Tenemos un déficit en productos electroelectrónicos que ronda los 40 mil millones de dólares. Lo que gastamos al año en productos electroelectrónicos podría financiar entre cinco y 10 fábricas de chips muy complejas”, revela.

Para el profesor, este es el verdadero problema de Brasil que pone en peligro su seguridad económica, competitividad e innovación. Y se pregunta: “¿Podremos hacer agronegocios, transformación digital, Inteligencia Artificial e industria 4.0 sin chips?”

Sin embargo, también reveló que el Gobierno Federal, según las conversaciones que tuvo con el diputado Vitor Hugo (PL – GO), se comprometió a publicar una nueva política de semiconductores antes de finales de 2023, lo que podría impulsar aún más la industria nacional.

“Veo grandes posibilidades de crecimiento para los semiconductores, aunque no para los de última generación (es decir, por encima de 10 nm), que son más que suficientes para 99 por ciento de las aplicaciones de IoT y vehiculares, además del potencial de nearshoring del país en línea con el ‘CHIPS and Science Act‘ de los Estados Unidos, de manera segura y competitiva”, afirma Hermano do Amaral.

En este escenario, Brasil parece estar listo para un crecimiento significativo, con una combinación de planificación estratégica, alianzas y visión con oportunidades tanto para sí mismo como para las empresas globales. Según Robert Quinn, fundador de Quinns Media (agencia de marketing en redes sociales y branding para la industria de semiconductores), “es hora de reconocer la importancia de la industria de semiconductores de Brasil, tal vez incluso albergando eventos como SEMICON en la región”.

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