Un nuevo estudio de la Asociación de Internet MX advierte que seis de cada 10 adolescentes en México han sido víctimas de ciberacoso por parte de alguna persona conocida, principalmente hombres que suelen ser amigos o compañeros.
El entorno digital ha abierto nuevas posibilidades de desarrollo educativo, personal y recreativo para los adolescentes, las niñas y los niños, pero también presenta riesgos a su seguridad e integridad, sin que hasta ahora haya una conciencia profunda sobre esta problemática.
La pedofilia es el ciberdelito con más denuncias registradas en el país, cuyas víctimas son menores de edad. En 2020, del total de casos que llegaron a la Guardia Nacional, 58 por ciento fueron por pedofilia. La pornografía representó 18.4 por ciento de los reportes; la pederastia, 6 por ciento, y el acoso en línea el 4.21 por ciento.
Además de esas agresiones, las niñas, niños y adolescentes son blanco de amenazas, difamación, extorsión, delitos vinculados al sexting, grooming, prostitución, bullying, tráfico y corrupción de menores.
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Durante la presentación del Estudio de las políticas públicas y la regulación sobre la ciberseguridad para NNA en México 2022, el senador Jorge Carlos Ramírez Marín advirtió que cada año más de cuatro millones de niñas y niños son víctimas de abuso en línea, lo cual equivale a llenar el Estadio Azteca 40 veces.
La violencia en el espacio digital no es un hecho aislado que sólo sucede en las pantallas, sino que se trata de una problemática compleja que mucho tiene que ver con lo que sucede en el mundo físico, agregó el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología.
Ramírez Marín señaló que la responsabilidad de atacar el problema de la violencia digital contra las niñas, niños y adolescentes es de toda la sociedad, pues “no nos hemos preparado para propiciar un entorno en línea seguro”.
La senadora Josefina Vázquez Mota resaltó que México necesita crear plataformas y contenidos que ayuden a prevenir el ciberacoso contra las infancia y los adolescentes, ya que no funciona prohibir ni satanizar las tecnologías. Al hacerlo, los padres y tutores impiden que se acerquen a ellos para comunicar las inquietudes, en lugar de fomentar un uso seguro.
Ante la inseguridad que se vive en México, a las niñas y niños se les educa para salir a las calles con precauciones y se les impide muchas veces salir solos, pero en el entorno digital no existe un semáforo ni convenciones acerca de cómo interactuar, puntualizó la presidenta de la Comisión de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia.
Vázquez Mota hizo hincapié en la necesidad de actuar contra el ciberacoso y los ciberdelitos, ya que dejan estragos profundos en quienes lo sufren. El estudio de la Asociación de Internet MX indica que las víctimas de acoso en línea experimentan emociones como enojo, desconfianza, miedo, frustración, inseguridad, estrés y nervios.
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Generalmente, en un 85.4 por ciento de los casos el maltrato cibernético (como insultos, la ridiculización y las amenazas) dura una semana. Pero incluso puede extenderse por meses. Y es muy común que los menores de edad no lo comuniquen a sus padres o tutores.
La investigación muestra que sólo una cuarta parte de los adolescentes confía en su mamá o papá, mientras que el 41.6 por ciento sí le tiene confianza a un amigo. En el caso de los docentes, sólo 0.4 por ciento confía en ellos como una red de apoyo.
El combate a la violencia digital contra niñas, niños y adolescentes requiere un frente común, en el que se involucre la comunidad, los padres, el gobierno, los legisladores y las empresas de Internet, dijo Javier López Casarín, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados.
Como parte de la solución, López Casarín afirmó que el país necesita generar un marco jurídico para proteger a las infancias, y promover el aprendizaje de medidas para mejorar la seguridad digital entre padres, niñas, niños y adolescentes.