Telefonaktiebolaget LM Ericsson, comúnmente conocida como Ericsson, es líder mundial en la industria de telecomunicaciones. De origen sueco y con sede en Estocolmo, Ericsson opera en más de 180 países, dedicando 100 mil empleados a su actividad en el sector.
En febrero de 2022, la empresa sueca manifestó en un comunicado de prensa luego de consultas de los medios y presionada por una investigación liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), una red de periodistas sin fines de lucro con sede en Washington, D.C., que existían violaciones de sus políticas de ética empresarial durante una amplia investigación sobre actividades de corrupción de su personal y sus proveedores en Irak.
Los detalles de la actividad ilícita de Ericsson en Irak fueron revelados por documentos internos filtrados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que los compartió con más de 110 periodistas de 30 socios de medios en 22 países, incluidos Sveriges Television de Suecia, Daraj Media de Líbano, NDR de Alemania y The Washington Post.
El grupo de medios analizó la información y la rebautizó como “The Ericsson List”. La investigación también incluyó entrevistas a contratistas, ex-contratistas, ex-empleados, funcionarios gubernamentales y otros expertos de la industria en Irak, Reino Unido, Estados Unidos, Jordania, Líbano y otros lugares.
La investigación duró varios meses y detalla supuestas prácticas de corrupción en 15 países, incluido Irak, donde Ericsson pudo haber realizado pagos al Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS).
En 2019, Ericsson acordó pagar mil millones de dólares para resolver un caso en Estados Unidos, una de las sanciones financieras más grandes por fraude corporativo. El acuerdo no menciona Irak ni otras investigaciones internas, pero mientras Ericsson entraba en este acuerdo de enjuiciamiento diferido con el Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre prácticas corruptas en cinco países (Djibouti, China, Vietnam, Indonesia y Kuwait), la compañía investigaba denuncias de irregularidades en más de una docena de otros países, revelan documentos filtrados.
De acuerdo al reporte del ICIJ, Ericsson realizó decenas de millones de dólares en pagos sospechosos en Irak, financiando fondos para sobornos, viajes al extranjero para funcionarios de defensa y sobornos a ejecutivos de clientes corporativos y posiblemente terroristas.
Ericsson mantuvo oculta la información hasta que el ICIJ y sus socios de medios se acercaron al gigante de telecomunicaciones sueco con preguntas en torno a los documentos filtrados.
El diario español El País aseguró que el grupo de medios comprobó la veracidad de los documentos y validó los hallazgos con información pública y las entrevistas a funcionarios y ex empleados en Irak, Londres, Jordania y Líbano.
“The Ericsson List” revela un modelo de negocios en Irak que dependía de contratistas y relaciones políticas conectados para mantener las operaciones en Irak con un patrón de soborno y corrupción generalizado, así como una escasa supervisión de la empresa, al no poder contabilizar los millones de dólares en pagos realizados a diferentes actores.
Los principales hallazgos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y el grupo de medios fueron los siguientes:
- La lista de Ericsson revela que el gigante sueco de telecomunicaciones solicitó permiso del grupo terrorista conocido como Estado Islámico para trabajar en una ciudad controlada por ISIS y pagó para contrabandear equipos en las áreas de ISIS en una ruta conocida como “Speedway”.
- Ericsson realizó decenas de millones de dólares en pagos sospechosos durante casi una década para mantener su negocio en Irak, financiando fondos para sobornos, viajes al exterior para funcionarios de defensa y sobornos a través de intermediarios a ejecutivos corporativos y posiblemente terroristas.
- El gigante de las telecomunicaciones se basó en agentes políticamente conectados y subcontratistas no investigados, contratos falsos, facturas infladas, estados financieros falsificados y pagos a “consultores” con descripciones de trabajo nebulosas como parte de sus tratos comerciales en Irak.
- Ericsson mantuvo una conducta de corrupción en Irak incluso después de haber reconocido en 2013 que estaba cooperando con las autoridades estadounidenses que investigaban las denuncias de soborno en otros lugares. La investigación de Estados Unidos, que no menciona a Irak, culminó en un acuerdo de mil millones de dólares en 2019.
- Ericsson llevó a cabo otras investigaciones internas sobre supuestas conductas indebidas en Líbano, España, Portugal y Egipto. Además, el reporte enumera investigaciones de empresas no reveladas sobre posibles sobornos, lavado de dinero y malversación de fondos por parte de empleados en Angola, Azerbaiyán, Baréin, Brasil, China, Croacia, Libia, Marruecos, Estados Unidos y Sudáfrica.
Sobre la investigación del ICIJ y el grupo de medios, el CEO de Ericsson, Borje Ekholm, dijo al periódico sueco Dagens Industri que Ericsson había gastado “recursos considerables tratando de entender esto lo mejor que podemos. Financiar el terrorismo es completamente inaceptable y algo que no permitimos en absoluto”.
Al mismo tiempo, Ericsson declaró que ya había rescindido varias relaciones comerciales, despedido empleados y tomado varias otras medidas disciplinarias como resultado de los hallazgos y también señaló que probablemente enfrentará nuevas multas por no revelar completamente su corrupción en Irak, incluidos los tratos con el grupo terrorista Estado Islámico, al Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Durante la publicación de sus resultados financieros y operativos del primer trimestre del 2022, el gigante sueco de telecomunicaciones dijo que estaba en conversaciones con el Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre sus hallazgos de violación de los términos de un acuerdo penal de 2019 por soborno y otros cargos de corrupción.
En junio de este año, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) abrió una investigación sobre Ericsson en relación con su informe de corrupción en Irak, independientemente de haber acordado de pagar mil millones de dólares en multas a las autoridades estadounidenses para cerrar casos de corrupción en Djibouti, China, Vietnam, Indonesia y Kuwait en 2019; sin embargo, Ericsson contempla la posibilidad de pagar más multas por el caso de Irak.
Habrá que recordar que en diciembre de 2019, la SEC anunció que Ericsson había firmado un Acuerdo de Enjuiciamiento Diferido (DPA, por sus siglas en inglés) y pagó multas a la SEC y al Departamento de Justicia (DoJ) por más de mil millones dólares en relación con acusaciones de soborno, cubriendo el período de 2011 a 2017.
Ericsson admitió que sus subsidiarias obtuvieron negocios manteniendo fondos para sobornos y creando transacciones y facturas falsas que permitieron a terceros sobornar a funcionarios en Djibouti, China, Vietnam, Indonesia y Kuwait. A cambio de los sobornos, Ericsson recibió contratos valorados en aproximadamente 427 millones de dólares de entidades estatales de telecomunicaciones en estos países.
Las revelaciones sobre las prácticas de corrupción del gigante sueco se producen en medio de una feroz competencia en la industria, especialmente con Huawei y Nokia, produciendo una caída de sus acciones de 9 por ciento desde que salió a la luz la noticia, pero ha producido pérdidas de sus acciones desde que estalló la noticia del escándalo del orden de 30 por ciento.
¿Qué significa esto para Ericsson en su papel como principal proveedor de redes inalámbricas a nivel mundial?
Uno de los aspectos importantes a señalar es que mientras las investigaciones por parte de Estados Unidos continúen su curso, derivado de la incertidumbre de los posibles resultados de la investigación, varios operadores de telecomunicaciones podrán tomar la decisión de evitar a Ericsson como proveedor de sus redes de telecomunicaciones y que sean sus rivales como Huawei y Nokia los beneficiados, lo cual cambiaría el escenario competitivo a nivel mundial, donde los tres jugadores acaparan 60 por ciento del mercado de equipo de telecomunicaciones y donde Huawei tiene una participación de mercado similar a la que tienen Nokia y Ericsson conjuntamente.
Específicamente en Estados Unidos, Nokia sería el que tendría el mayor beneficio derivado de que Huawei ha sido bloqueado en materia de comercialización de sus equipos de telecomunicaciones en función de riesgos de seguridad nacional, de acuerdo con las autoridades norteamericanas.
Ericsson suministra equipos 5G para los tres operadores más grandes de Estados Unidos, AT&T, T-Mobile y Verizon, quienes podrían verse obligados a tomar a Nokia como su proveedor preferido.
Lo anterior también puede verse reflejado a nivel mundial, donde algunos países han prohibido la comercialización de los equipos de telecomunicaciones de Huawei, siguiendo las recomendaciones de Estados Unidos.
Esta medida ha provocado que los competidores más fuertes para reemplazar a Huawei donde tiene la prohibición de introducir sus equipos, sean Nokia y Ericsson, por lo cual, el escándalo que enfrenta Ericsson deja a Nokia como la opción más viable, en función de que los demás competidores como Cisco no tienen un portafolio completo de soluciones de equipos de telecomunicaciones, lo cual puede tener repercusiones en materia de competencia a nivel mundial, generando una distorsión del mercado, con un solo jugador, Nokia, con un portafolio de telecomunicaciones completo en países donde Huawei y Ericsson pudieran estar bloqueados comercialmente.
Lo mismo sucedería con los clientes del gigante de telecomunicaciones sueco. La pérdida de confianza en función del escándalo de corrupción de Ericsson como proveedor estratégico lo eliminaría como una opción viable para la adquisición de infraestructura de telecomunicaciones.
Por otra parte, la actividad de orden estratégico de Ericsson puede verse afectada. Por ejemplo, la adquisición propuesta de 6.2 mil millones de dólares del gigante sueco por el proveedor de comunicaciones unificadas en la Nube de Estados Unidos, Vonage, se retrasó hasta finales de julio debido a la investigación en curso por parte de la SEC de Estados Unidos, lo que implica que el escándalo ha afectado áreas o temas que no están directamente relacionados con cualquier acto de corrupción en Irak o en otras áreas geográficas.
Por último, Ericsson continúa pagando por prácticas de corrupción anteriores al caso Irak. Incluso después de la sanción de mil millones de dólares, Ericsson ha corrido el riesgo de ocultar la evidencia de la corrupción en Irak y los presuntos pagos terroristas, lo cual podría ser un error de graves consecuencias.
Ericsson ha evidenciado su corrupción al ocultar evidencia, como si no atrajera una sanción lo suficientemente grande como para ser infractor por segunda vez, sino que también ha puesto en riesgo su operación futura.
Sus clientes, reguladores y demás actores del sector estarían bajo la lupa de las autoridades locales y, al mismo tiempo, la idea de Estados Unidos de reducir la presencia de Huawei en el mercado de telecomunicaciones mundial vía una potencial inversión en Nokia y Ericsson, tomando una participación de control accionario de estos dos fabricantes de equipos de telecomunicaciones europeos, podría no aplicar para el fabricante de equipos de telecomunicaciones sueco.