T-Mobile y Sprint comienzan una batalla legal con estados que buscan bloquear su fusión

Sin el apoyo federal, los fiscales generales demandaron que no están satisfechos con los acuerdos que han ofrecido las compañías para que se les permita la fusión

Este lunes comenzó el proceso judicial impulsado por 13 estados y el Distrito de Columbia que demandan bloquear la fusión entre T-Mobile y Sprint. En el Tribunal de Distrito para el Sur de Nueva York de Estados Unidos, el grupo de fiscales generales argumenta que la transacción propiciaría el encarecimiento de los servicios inalámbricos, en especial de planes prepago.

Generalmente, los estados y el gobierno federal llegan a un acuerdo al examinar operaciones de este tipo; sin embargo, en esta ocasión los agentes antimonopolio de dichas entidades actúan solos debido a que el Departamento de Justicia (DoJ, por sus siglas en inglés) y la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) ya aprobaron la fusión entre las empresas.

Liderados por California y Nueva York, los representantes estatales solicitaron al juez que lleva el caso, Víctor Marrero, que ordene a las compañías detener el acuerdo valorado en 26 mil 500 millones de dólares, pues ―al reducirse el número de operadores en el mercado de cuatro a tres― los precios serían más altos y difíciles de pagar por personas de bajos ingresos.

Aunque los proveedores inalámbricos han prometido no subir las tarifas en los primeros años si se autoriza su fusión, e incluso anunciaron que tendrán un paquete 5G de 15 dólares al mes, los estados no están convencidos de que esos compromisos se materialicen ni de que resuelvan el problema de asequibilidad para el consumidor.

Dos semanas antes de llegar a la corte federal de Manhattan, Texas y Nevada se retiraron de la demanda para bloquear la transacción, siguiendo el ejemplo de Colorado y Mississippi. Aún así, la fiscal de Nueva York, Letitia James, aseguró que el proceso seguiría porque los acuerdos ofrecidos por las compañías para evitar los tribunales no resolvían las preocupaciones de competencia.

En cambio, T-Mobile y Sprint sostienen que la consolidación de su entidad combinada permitiría innovar en los servicios, expandir 5G de manera acelerada y beneficiar a los consumidores. Con esos argumentos, y con el paquete de desinversión del negocio de prepago de Sprint para abrir paso a Dish como nuevo operador, convencieron a la FCC y al DoJ.

El acuerdo entre T-Mobile y Sprint se ha contemplado desde 2014, pero fue con la presidencia de Donald Trump que obtuvo el respaldo para avanzar. Para cerrar la fusión tendrán que ganar el juicio contra los 13 estados y el Distrito de Colombia.

No será fácil: en la presentación de la demanda que arrancó este lunes, los fiscales estatales dijeron que la posible entrada de Dish es “evidentemente insuficiente para mitigar el daño competitivo de la fusión“; mientras que el fiscal de California, Xavier Becerra, afirmó que llegarán “hasta el final” en el desafío judicial. 

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