Sí, los modelos femeninos en áreas STEM cambiarán el futuro de las niñas

Año con año se conmemoran en el mundo diferentes fechas para destacar el rol que miles de mujeres desarrollan en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), pero las cifras de quienes se desempeñan en estas áreas siguen siendo bajas.

De acuerdo con la Unesco, para 2050 se espera que 75 por ciento de los trabajos estén relacionados con áreas STEM. Sin embargo, sólo 35 por ciento de las mujeres estudian carreras relacionadas a estas áreas.

Parte de las razones por las que esta brecha sigue siendo profunda es que las mujeres no contemplan estas carreras profesionales desde niñas. De hecho, la Unesco asegura que nueve de cada 10 niñas de entre 6 y 8 años de edad asocian las carreras STEM a habilidades y profesiones masculinas.

Si bien desde 2010 se celebra el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) cada 22 de abril, la verdad es que ningún esfuerzo es menor para contribuir a que las niñas, cada vez más jóvenes, vean en las áreas STEM un futuro realista y cercano.

Para lograrlo, la construcción, el apoyo y la divulgación de los roles de trabajo STEM de mujeres que ya son un referente en la industria, son vitales. No basta con brindar información sobre estas carreras profesionales para las jóvenes si nunca antes lo contemplaron en sus vidas o si los estereotipos de género hicieron su trabajo tan bien que estas carreras ya están encasilladas a habilidades masculinas. En este sentido, es necesario desaprender los sesgos de género que por años han acompañado la vida de las mujeres desde su infancia.

Si se tienen en cuenta los trabajos que las carreras STEM y el desarrollo de las habilidades digitales están creando para el futuro del trabajo en el mundo, entonces las limitaciones de una niña que no contempla estos espacios trascienden los entornos académicos y profesionales para afectar también los entornos financieros y su vida personal, pues tendrá más conflicto en acceder al campo laboral, a un empleo de calidad que sea bien remunerado y que podría representar oportunidades importantes para su desarrollo profesional, económico y personal.

Es decir, no se trata únicamente de una situación que merece paridad; contar con representaciones, brindar a las niñas la oportunidad de aprender sobre estos temas y darles la libertad de que sigan sus propios intereses puede contribuir al cierre de otras brechas como la laboral, económica y de participación política, entre otras, eliminando así las violencias de género que también se asocian a estos entornos.

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El rol vital de la educación

La educación juega un papel indispensable en la profundización o el cierre de brechas digitales. Ya varios gobiernos llevan a cabo estrategias de empoderamiento STEM para mujeres, lo que ayuda a garantizar que cada vez más niñas se acerquen a las tecnologías y descubran, a su vez, un universo de posibilidades.

Una vez que existe este acercamiento, es necesario trabajar por garantizar el desarrollo de habilidades digitales para darle un buen uso a estas herramientas. Por lo que es necesario, además, fortalecer los espacios de experimentación y trabajo donde no sólo se aprende el rol de una tecnología, sino también se analizan sus ventajas y riesgos desde la curiosidad que tienen las niñas.

Ahora bien, para fortalecer los avances y esfuerzos que se realizan entre el sector público y privado, se necesita ampliar la difusión de las mujeres que en este momento ya son líderes del sector. No se trata de abrirles un espacio, se trata de reconocerlo, porque el espacio ya lo crearon miles de mujeres alrededor del mundo.

El reconocimiento y la difusión eleva las opciones de las niñas que apenas inician a caminar por este sendero que gracias a la sororidad se consolida y amplía.