Apenas es julio y Altán Redes ya está haciendo su cartita a Santa Claus.
Carlos Lerma Cotera, director General de Altán Redes, enseñó durante un foro con Diputados y Senadores cuáles son sus deseos para que la compañía se mantenga a flote.
El deseo principal es que le gustaría que le dieran a Altán la autorización para convertirse en un operador minorista y le quiten su etiqueta de mayorista, pues Lerma argumenta que en el tema de la comercialización es donde la compañía está atorada.
Pero no crean que Altán es tan avorazado, o por lo menos eso dijo, pues se conforma con que le den permiso de comercializar los servicios directamente a los usuarios finales sólo en los lugares en donde no sea atractivo para los operadores móviles virtuales.
Sólo que Santa Claus no la tiene tan sencilla, pues para cumplir el deseo de Altán deberá reformar la Constitución, ya que en el artículo 16º transitorio se establece que “prestará EXCLUSIVAMENTE servicios a las empresas comercializadoras y operadoras de redes de telecomunicaciones”, es decir, no puede vender directo a los usuarios finales.
Otro deseo que expresó el director de Altán Redes en presencia de legisladores, como Gustavo Madero y Xóchitl Gálvez, es aquel que tiene que ver con los permisos para desplegar infraestructura. Y es que dijo que “ha sido complicado en algunos lugares desplegar infraestructura como torres”. Por ello pidió que se promueva la agilización del despliegue en todos los estados y municipios del país.
Hay que reconocer que ese deseo a Santa Claus por parte de Altán Redes, ha sido también deseo de todos los operadores y desarrolladores de infraestructura desde hace muchos años.
Pero eso no es todo, hay un tercer deseo a Santa Claus en la cartita de Altán. Este es sobre la compartición de infraestructura, y lo que pidió el director de Altán Redes es “que haya libre acceso (a la infraestructura) de los carriles que existen y viceversa”.
Carlos Lerma se atrevió a pedir todo ello con el argumento de que las condiciones económicas han cambiado, ya no son las mismas a aquellas en 2016 cuando se hizo la licitación de la Red Compartida y a la que Altán Redes adquirió obligaciones que para nada ha cumplido.
No hay que perder de vista que los operadores de telecomunicaciones como AT&T, Telcel y Telefónica también han estado sujetos a los cambios económicos, políticos y sociales que han ocurrido en México, como cualquier empresa de cualquier industria.
Altán ya ha recibido beneficios como el que tuvo acceso sin pago económico directo a 90 MHz de la banda de 700 MHz en donde funciona la Red Compartida, ello porque el Gobierno federal es su socio en esta Asociación Público-Privada.
Altán tampoco paga derechos anuales, como lo hacen los otros operadores que tienen concesiones de espectro, que por cierto son de las cuotas más caras del mundo.
Asimismo, a Altán se le ha dado el beneficio de posponer en varias ocasiones su calendario de obligaciones de cobertura poblacional. Ahora tiene hasta 2028 para cumplir con el 92.2 por ciento de cobertura.
Por si todo esto fuera poco, no perdamos de vista que el Gobierno de México, a través de la Banca de Desarrollo, ya puso dinero para el rescate de Altán Redes, alrededor de 150.5 millones de dólares.
Altán Redes y la Red Compartida se han convertido en la principal apuesta del Gobierno de México para garantizar el derecho constitucional que tenemos todos los mexicanos de acceder a la banda ancha.
Sin embargo, aún con rescate y todos los beneficios que Santa Claus pueda dar a Altán Redes, no existe garantía de que este proyecto garantice el acceso, pues hay que recordar que incluso en ciudades con cobertura de redes de prácticamente el 100 por ciento, no hay acceso de toda la población debido a un problema estructural que es el de la pobreza.
Así va la carta de Altán Redes a Santa Claus, el tiempo nos dirá si le traen sus regalitos o no.