El grupo Americanet anunció una nueva empresa que actuará como red neutral subterránea, Siena Brasil. El proyecto es instalar 6 mil km de fibra en ductos en el estado de São Paulo durante los próximos seis años. La información es del portal Tele.síntese.
Siena Brasil debe instalar mil km de red subterránea al año y, para eso, prevé invertir mil millones de reales al final del sexenio. Los recursos son del propio grupo. Sin embargo, la entrega de la infraestructura puede adelantarse a tres años si se encuentran inversores para Siena Brasil.
Parte de la red comenzó a construirse el año pasado y ahora está disponible para atender algunos barrios de São Paulo, como Berrini, Pinheiros, Vila Olímpia, Liberdade y Jardins. Las regiones metropolitanas de São José dos Campos, Americana y Limeira deberían ser las siguientes, ya que los proyectos de construcción están listos y aprobados.
La red contará con cuatro gasoductos, uno de los cuales será para Americanet y los demás estarán a disposición de los operadores interesados.
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Los cables ópticos se pueden utilizar para ofrecer banda ancha a usuarios finales o a torres 5G, en B2B.
La compañía también destacó que el proyecto cumple con la agenda ESG y que los ductos serán monitoreados utilizando tecnología de Internet de las Cosas (IoT).
Redes subterráneas
Una ventaja de las redes subterráneas es no depender de los postes de las distribuidoras de energía eléctrica. Actualmente, la situación de los cables sobre postes es caótica, sobre todo en las grandes ciudades, donde faltan puntos sobre postes para los cables de las empresas de telecomunicaciones. Los pequeños proveedores también critican el precio abusivo que cobran algunas distribuidoras.
En este momento, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) discuten la revisión de las reglas para compartición de postes entre las distribuidoras de energía y las prestadoras de servicios de telecomunicaciones.
Las redes subterráneas también resuelven el problema de la contaminación visual y sufren menos daños causados por rayos, vientos fuertes y lluvia, por ejemplo. Pero el precio desorbitado y el trámite burocrático para romper aceras suelen descartar esta posibilidad.