La tecnología wearable sigue aumentando el interés de los consumidores; según el más reciente informe de mercado de Futuresource, en 2018 fueron enviados cerca de 105 millones de dispositivos vestibles, lo que representa un incremento anual de 10 por ciento.
La creciente demanda de relojes inteligentes ha causado el estancamiento de otros dispositivos como rastreadores de actividad y relojes fitness básicos, lo que también provocó un aumento de precio de 17 por ciento en su valor.
La competencia en el segmento comienza a fomentar una mayor inversión en las funciones de salud y acondicionamiento físico. Marcas como Google han mostrado su compromiso con esta tecnología con la reciente adquisición de Fossil por 40 millones de dólares.
Por otro lado, Apple recuperó su posición como el mayor vendedor de relojes conectados con un total de 20 millones de envíos del Apple Watch. En cuanto a volumen, Xiaomi ha pisado fuerte a lo largo de 2018. Por su parte, Fossil sigue compitiendo a través de su amplia gama de estilos y diseños, mientras que Fitbit compite con el bajo precio de su Versa.
Futuresource pronostica que para 2022 los envíos superen los 145 millones de unidades en todo el mundo. En 2019 se espera que los proveedores se beneficien de un mercado mucho más sólido para los relojes inteligentes, impulsado por las compras de reemplazo.