Unesco trabajará con la ANIA para crear una estrategia de Inteligencia Artificial en México
Gabriela Ramos, de la Unesco, destacó que el corazón del debate sobre la IA es social y humanista, pues se debe procurar su uso a favor del bienestar.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ayudará a la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA) a elaborar un diagnóstico y una propuesta de estrategia para la adopción de la IA en México.
Durante un foro en el Senado de la República, Gabriela Ramos, secretaria General adjunta de la Unesco, dio a conocer que el organismo internacional realizará una evaluación de competencias y un análisis de los impactos éticos del uso de la Inteligencia Artificial en la nación.
“México es un país muy dinámico”, pero la regulación y la institucionalidad de cara al desarrollo y aprovechamiento de la IA es un reto, puntualizó Ramos. Por eso, destacó, implementar las recomendaciones de la Unesco le permitirá preparar el entorno normativo en la materia.
Gabriela Ramos dijo que cada vez más los Congresos en diferentes países están tomando la Inteligencia Artificial y su uso ético como un tema serio en sus agendas, con miras a crear legislaciones específicas o modificar las ya existentes.
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En el caso de México, la ANIA fue fundada por el Senado en abril de este año, con el propósito de ser un organismo que proponga, analice y cree marcos normativos que permitan utilizar la Inteligencia Artificial a favor del bienestar social. En la alianza también participan otras entidades como el Instituto Federal de Telecomunicaciones, al igual que el sector privado, la academia y la sociedad civil.
La ANIA llevará a cabo mesas de debate en las próximas semanas, con la participación de la Unesco, para alistar una estrategia de IA. Alejandra Lagunes, senadora por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y quien lidera la Alianza, comentó que algunos temas que se abordarán son políticas públicas y derechos; educación y mercados laborales; ciberseguridad y gestión de riesgos; género, inclusión y responsabilidad social; infraestructura y datos; así como innovación e industria.
El corazón de las conversaciones en torno a la Inteligencia Artificial es humanista y social, más que tecnológico, puntualizó Ramos. La secretaría general adjunta señaló que se trata de un debate social a nivel global, pues el objetivo debe ser regular la IA para que habilite el bienestar social, atenuando y previniendo los riesgos.
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La Unesco, al igual que otros brazos de Naciones Unidas, están estudiando de cerca los potenciales riesgos que presenta la IA. Algunos de ellos son que sea utilizada para la vigilancia masiva de las personas, discriminación de grupos vulnerables, restricciones a libertades fundamentales, concentración de mercado y profundización de la brecha digital.
Alejandra Lagunes planteó que la IA trae consigo un cambio civilizatorio, una ruptura de los fundamentos de la sociedad. “La IA transformará al mundo radicalmente y sin pausa”, por eso, afirmó, es necesario preguntarse si la Inteligencia Artificial está restringiendo derechos o los potencializa, si fortalece la democracia y la inclusión o las afecta.
“La pregunta no es a dónde podemos llegar sino hasta dónde queremos llegar —explicó—. La Inteligencia Artificial presenta riesgos. Los mismos creadores de esta tecnología dicen que podría terminar con la sociedad como la vemos hoy. Pero también podría ayudar a resolver los grandes problemas. Por eso, es importante abrir la discusión para que la IA se use para el bien común y el desarrollo sostenible”.