El conflicto entre Rusia y Ucrania ha alcanzado al sector espacial. Roscosmos, la agencia espacial rusa, se niega a realizar el lanzamiento de 36 satélites de Internet de OneWeb programado para principios de marzo, si la compañía no cumple con dos exigencias.
La agencia rusa exige que el gobierno del Reino Unido venda la participación que tiene en OneWeb y esta última garantice que los satélites no se utilizarán con fines militares. Al respecto, Kwasi Kwarteng, secretario de Energía y Negocios del Reino Unido, aseguró que “no habrá negociación” con Roscosmos sobre OneWeb y el gobierno “no venderá su parte”.
Dmitry Rogozin, jefe de Roscosmos, señaló que “el ultimátum es una respuesta a las sanciones que el Reino Unido ha tomado contra Rusia por la invasión a Ucrania”. Y de no cumplir con estas demandas, el cohete Soyuz será retirado de la plataforma de lanzamiento del cosmódromo de Baikonur en Kazajstán.
Moscú le dio al Reino Unido dos días para tomar una decisión, recalcando a OneWeb que no podrá completar su red satelital sin la ayuda de Roscosmos. Mientras tanto, la compañía satelital ya retiró a su personal del cosmódromo. “No hemos sido complacientes, hemos cuidado la seguridad de nuestra gente y nuestro cumplimiento con el Reglamento Internacional de Tráfico de Armas”, indicó Chris McLaughlin, jefe de gobierno, regulación y compromiso de OneWeb, a CNBC.
Al igual que OneWeb, Arianespace, una subsidiaria del fabricante de cohetes europeo Ariane Group, también reubicó a su personal. La empresa vende cohetes, incluido el Soyuz, que Roscosmos suministra para los lanzamientos de OneWeb, y también se ha visto afectada por las sanciones, por lo que se mantiene en contacto con sus clientes y las autoridades francesas y europeas, evaluando la situación y tomando soluciones alternativas.
En caso de no tener una respuesta satisfactoria a sus demandas, Roscosmos no lanzará la misión OneWeb de manera oficial y desarmará el cohete.
Los satélites de OneWeb llegaron a Kazajstán antes de la invasión, por ello todas las partes involucradas decidieron seguir adelante, ya que “este lanzamiento en particular no estaba sujeto a ninguna sanción”, explicó McLaughlin. Y aseguró que los contratos entre OneWeb y Arianespace están “totalmente discutidos” y cada parte señalará “causas de fuerza mayor” en caso de incumplimiento.
OneWeb no está brindando servicios en Ucrania porque “todavía estamos en una etapa temprana”, y tampoco cuenta con estaciones terrestres en Rusia, como es el caso de SpaceX, que envió terminales Starlink a Ucrania, y estas sirvieron para conectar al país en medio de la invasión rusa. “No estábamos en condiciones de ayudar en la forma en que Elon Musk lo hizo”, resaltó McLaughlin.
Los accionistas de OneWeb tendrán una reunión de emergencia para discutir el enfrentamiento con la agencia espacial rusa.