Reforma laboral y plataformas digitales: ¿una reforma que rompe esquemas o una amenaza laboral?

En el actual panorama laboral, las plataformas digitales han surgido como un nuevo formato para generar ingresos de manera independiente, brindando flexibilidad horaria y la posibilidad de complementar otras actividades. 

En este contexto, Colombia está considerando implementar una reforma laboral que la coloca en el reto de considerar las particularidades de las plataformas digitales y garantizar un equilibrio entre la flexibilidad que ofrecen y la protección de los trabajadores.

Para comprender los desafíos y las lecciones aprendidas de otras experiencias en propuestas similares es necesario revisar propuestas realizadas en España, el estado de California, Perú y Chile, ya que pueden servir de insumos relevantes en la discusión local.

En España, la Ley Rider, implementada en 2021, estableció que los repartidores son asalariados y no autónomos, sometiéndolos a la legislación laboral. 

Aunque esta medida buscaba brindar mayor protección a los trabajadores, su implementación fue cuestionada debido a la rigidez e ineficiencia que generó en el ecosistema. 

La empresa Deliveroo anunció su salida del mercado español tras la emisión de la norma generando la pérdida de ingresos de 4 mil repartidores. En el caso de Uber Eats se calcula que se perdieron 3 mil trabajadores autónomos.

En el estado de California, Estados Unidos, el California Bill Assembly 5 (AB5) estableció un test para clasificar a los trabajadores como independientes, lo cual generó inseguridad jurídica y afectó a 70 mil conductores de camiones, enfrentándolos a la posibilidad de perder sus ingresos como independientes. 

Como se puede ver, esta medida no brindó un modelo acorde a las particularidades de las plataformas digitales ni protección adecuada a los repartidores y conductores. Además, puso en peligro miles de empleos y la cadena logística del estado.

En Perú, el Congreso ha venido discutiendo diversos proyectos de ley con fórmulas que proponen vínculos laborales absolutos entre los repartidores y las plataformas, nuevas figuras como la del “trabajador digital independiente” y una tercera propuesta enfocada únicamente en el tema pensionario. 

Si bien dichos proyectos no han llegado a ser aprobados por el Congreso, un punto importante de la discusión ha girado en torno al impacto de dichas propuestas en las medianas y pequeñas empresas que vendan sus productos a un gran universo de consumidores a través de plataformas digitales sin importar la distancia. 

Un dato relevante es que, de acuerdo con el Instituto Peruano de Economía, 39 por ciento de los comercios aliados en Perú tienen menos de cinco trabajadores.

Lo anterior demuestra que la aplicación de una regla laboral rígida que desconozca el modelo operativo de plataformas digitales puede tener efectos muy negativos en todo el ecosistema de emprendimiento que habilitan, generando pérdidas de ingresos y empleos para repartidores, menos alternativas en los consumidores e impacto en pequeñas y medianas empresas. 

En contraste, la ley chilena, promulgada en marzo de 2022, reconoció la existencia de trabajadores dependientes e independientes en las plataformas digitales. Esta ley establece un piso mínimo de garantías para todos ellos, incluido el tiempo máximo de conexión continua, el derecho a la desconexión, canales para atención de quejas y reclamos y cobertura de seguridad social, lo cual intenta proteger a los trabajadores sin limitar la innovación y la flexibilidad de las plataformas.

Sin duda, el caso  chileno demuestra que el único camino no está en fijar una regla de laboralidad rígida sino más bien la cotización al sistema de pensiones. 

Ante estas contingencias y lecciones aprendidas, es esencial que Colombia aborde la reforma laboral en plataformas digitales de manera integral y equilibrada. 

Es necesario reconocer la importancia de la flexibilidad que brindan estas plataformas, permitiendo a los trabajadores tener mayor control sobre su tiempo y la posibilidad de complementar ingresos. 

En vez de replicar sin mayor análisis normativas que no han tenido el éxito esperado en otras latitudes, urge  entender las nuevas realidades que se forman en nuestro contexto particular a partir de la innovación y la economía digital. 

Lo anterior es más importante dado el estatus que ostenta Colombia como referente internacional en materia de tecnologías de la información y hub empresarial de las principales empresas de tecnología globales, al gozar de un ecosistema de emprendimiento tecnológico bastante robusto frente a sus pares regionales.  

En ese contexto, se necesita regulación habilitadora y no prohibitiva de modelos de negocio disruptivos.  

Es fundamental que el gobierno promueva el diálogo y el consenso con miras a generar un acuerdo que realmente beneficie a todos los involucrados y encuentre un verdadero equilibrio entre la estabilidad y la formalidad sin necesidad de sacrificar el empleo. 

Esta reforma laboral para plataformas digitales debería ser una oportunidad para consolidar a Colombia como referente regional y mundial con una regulación que equilibra flexibilidad y la protección de los derechos laborales. 

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