Al considerar las crecientes inversiones requeridas para redes de última generación como 5G Standalone (SA), Nokia considera que las principales alternativas para la monetización de estas redes se encuentran en exponer sus capacidades para el desarrollo de nuevas soluciones para industrias e implementar la total automatización de su operación.
Carlos Gramajo, director de Nokia Cloud Network Services (CNS) para América Latina, advirtió que el nivel de inversión en 5G SA aún es bajo a nivel mundial. Según datos de GSA, de 617 operadores invirtiendo en 5G, apenas 143 invierten en SA. Pese a ello, destacó que hay un creciente interés en América Latina por el despliegue de la nueva red.
En particular, apuntó que Brasil es uno de los países con gran avance de despliegue 5G. Sin embargo, “al no poder monetizar 5G en las condiciones naturales que fue lanzado, se necesita ahora sí expandir ese ecosistema”, lo que incluye 5G SA y la exposición de la red mediante APIs.
Explicó que la propuesta de valor de CNS para los operadores de Latinoamérica se basa en tres pilares: redes de alto rendimiento, monetización y una arquitectura abierta. Según Gramajo, las oportunidades de monetización se encuentran tanto en el mercado general como en el industrial.
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En ese sentido, apuntó que los esfuerzos de monetización de la red se dirigen principalmente a la oferta de soluciones para negocios (B2B), donde los bajos niveles de digitalización ofrecen oportunidades a los operadores. A su vez, una de las herramientas clave para este proceso se encuentra en la exposición de las APIs de la red para permitir a desarrolladores la creación de soluciones industriales.
Nokia es una de las compañías que apoya activamente la iniciativa Open Gateway impulsada por la GSMA, cuyo propósito es el desarrollo de APIs, que a su vez son administradas por CAMARA.
Gramajo reveló que Nokia en Latinoamérica ya cuenta con dos acuerdos cerrados, y otros en proceso. “Los países más desarrollados en Latinoamérica son Brasil, sin duda, donde se está apuntando a ciertas industrias, con foco en el ámbito financiero para todo lo que es antifraude, con localización de dispositivos y administración de identidad”, añadió.
Nokia estima que esta iniciativa podría detonar un valor de 1.3 mil millones de dólares para el 2030 en América Latina a través de múltiples verticales como manufactura, minería, agricultura, y finanzas.
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Para completar estos objetivos, la compañía utiliza su plataforma Network as a Code, con el que ayuda a los operadores a hacer las redes más programables y a facilitar la exposición de APIs definidas por CAMARA, que ya cuentan con aproximadamente 24 APIs bien definidas a nivel global.
“Lo que nosotros hacemos con esta plataforma básicamente es tomar esas APIs y a través de un portal abierto para desarrolladores, de manera más simple y sencilla, pueden hacer uso y abstraerse de la complejidad de la red para crear aplicaciones verticales”, explicó.
Entre algunos de los casos en los que se ha involucrado la compañía, destacó el caso del puerto de Amberes, en Bélgica, donde en asociación con Liberty y la empresa portuaria, se utilizaron las APIs para automatizar el acomodo de los barcos. También hay socios con Communication Platforms as a Service para servicios de comunicación.
“Nuestra industria presenta grandes desafíos de crecimiento. Entonces, tanto la combinación de las redes privadas para la industrialización como la monetización son dos pilares importantes para buscar nuevas fuentes de ingresos”, dijo, en entrevista.
Automatización y oportunidades
La adopción de esta iniciativa para industrias permitiría no sólo generar nuevos ingresos, sino también habilitar a los operadores para recuperar su relevancia en el ecosistema. En tanto la conectividad continúa siendo la base, las capacidades de la red se aprovechan para la oferta de soluciones.
“El valor agregado no está en la conectividad, sino en la aplicación que está por encima de esa conectividad. El telco se está moviendo de ser un simple tubo a ofrecer capacidades que su red tiene como seguridad, localización o calidad de servicios como un valor agregado”, añadió Gramajo.
Para lograr con éxito este proceso, el directivo destacó la importancia de la automatización de la red para ayudar a los operadores a gestionar la creciente complejidad tras la adición de las nuevas capacidades y servicios.
“Lo que dispara en parte eso es la complejidad, principalmente, que las redes tienen a través de todos esos temas de virtualización y exposición de todos estos servicios, lo que requiere tener un nivel de orquestación de todos estos servicios más automatizado”, apuntó.
Advirtió que en América Latina el nivel de automatización sigue siendo bajo, en niveles cercanos a 1 ó 2, dentro de una escala de uno a cinco, por lo que Nokia busca trabajar de cerca con los operadores para ayudarles a formar un mapa de ruta. Se espera que casi el 70 por ciento de los operadores hacia el 2028 tenga redes autónomas en algún nivel avanzado de automatización.