Motores de IA pueden prevenir fraude con datos legítimos y sintéticos: ACI Worldwide
En la actualidad, donde hay “una capacidad de ingesta de información tremenda”, hay datos biométricos, de geolocalización, y del comportamiento habitual en el uso de los métodos de pago; sin embargo, resulta fundamental verificar la calidad y la fuente de los datos, advirtió Karen Arroyo, Senior New Business Development en ACI Worldwide.
Los motores de prevención de fraude con Inteligencia Artificial, de los que ACI Worldwide cuenta con más de 20 años de experiencia en el mercado, según cuenta Arroyo, analizan el comportamiento legítimo conocido para perfilar a los clientes y saber cuál es su comportamiento normal, pero también el comportamiento fraudulento conocido, aclara.
“Los defraudadores conocen mejor: los datos están ahí disponibles para todos, lamentablemente, y ellos hacen uso de ellos: saben cuáles son los comercios más vulnerables, horarios, qué métodos de pago”, explicó en entrevista con DPL News en el marco del Foro Prosa.
“Esto va alimentando a los motores de Inteligencia Artificial, y con esto cuando llega un defraudador nuevo, tú lo puedes identificar porque tiene patrones de actividad, entonces es más fácil reconocerlo”, señaló.
Tipos de modelos e indicadores de riesgo
“Al inicio, todo por el celo de los datos, eran modelos totalmente personalizados: te hago un modelo neuronal que va a calificar tus transacciones —detalló—. Hoy ha ido evolucionando: ya tenemos oferta de software a service (SaaS), plataformas; aquí integras a varios clientes. Aun así debes pedir el consentimiento de que ellos participen en un programa y es cuando ya empiezas a alimentar estos modelos de diferentes instituciones, entonces se van enriqueciendo.
“Si tú puedes tener acceso a más cantidad de información legítima, jugar, en conjunto, con unas instituciones, vamos a unirnos, porque ellos, los depredadores, van a ir de manera individual a generar un ataque, entre ellos compiten a ver quién defrauda más; pero si nosotros nos unimos, tenemos una mejor preparación y capacidad de reconocer cualquier usuario”, aseguró.
“Si ya le pegaron al banco C, entonces el banco E puede estar preparado; cuando llega una transacción que tú ya conoces como fraude de otro banco, le dices ‘cuidado’. Aquí la unión hace la fuerza”, agregó.
La batalla contra los defraudadores
Arroyo recalcó que esta es la estrategia idónea para enfrentarse a los defraudadores, quienes van casi un paso adelante: “Están a la vanguardia: sale un nuevo método de pago, van a ver cómo atacarte, porque finalmente ellos van conforme la adopción, o sea, donde haya mayor adopción, ellos ahí tienen mayor oportunidad de pasar desapercibidos”.
Asimismo, expuso la ambivalencia de la Inteligencia Artificial: “Ellos también utilizan estos motores para generar identidades sintéticas, para tomar datos de una personalidad sintética: son datos reales, pero de manera conjunta de diferentes personas y forman una persona nueva, no puedes evitar eso, pero sí qué puedes proteger”. Y agregó: “Nosotros, como proveedores, nos adaptamos al apetito de cada cliente. No todas las instituciones tienen el mismo apetito de riesgo que otras”.
Arroyo, licenciada en Sistemas de Computación Administrativa por el Tec de Monterrey, explicó, no obstante, que para cuidar la privacidad de los datos, ACI creó unos indicadores de riesgo: “Estas señales son las que yo voy compartiendo; van a calificar una transacción: por el horario en el que está sucediendo, por el método de pago, por el comercio, en dónde se está originando; todos esos tres factores apuntan a que es fraude”.
Alcance global y prevención de fraudes
Arroyo apuntó que, tal como su nombre lo indica, ACI lleva 50 años en el mercado y tiene presencia en los cinco continentes: “Un fraude puede iniciar a lo mejor en Rusia, de ahí se migra a Asia y llega a Latinoamérica por Brasil y luego hasta acá, el segundo mercado más grande, que es México”, explicó sobre el recorrido de un ciberdelito.
“La ventaja de tener el conocimiento de lo que sucede allá es poder blindarnos de manera anticipada, aunque no son métodos todavía tan adoptados”, sentenció.
“Hoy va sumando todo, para que el conocimiento que yo tengo de la persona y su comportamiento, todas esas áreas grises vayan tomando color. ¿En qué me ayuda la Inteligencia Artificial? Que tengo hoy la capacidad de procesar todo eso; antes ni siquiera podía interpretar esa información para usarla en una evaluación, para ver si una transacción es legítima o fraudulenta. Hoy puedo tomar un score biométrico, juntarlo con el score de comportamiento, con un score crediticio, y todos los meto en un modelo y el modelo me da otro score.
“Esa capacidad de procesamiento, así como la tienes tú para buscar una recomendación de una serie, la tienes en medios financieros para proteger a tus clientes, darles un mejor producto, algo personalizado.
Finalmente, Arroyo reconoció la imposibilidad de exentarse de ataques y enfatizó el papel de la higiene digital en la prevención de fraude: “Es imposible blindarse y no compartir nada, la información está ahí. Entonces, nada más hay que saber con quién utilizarla y, desde el punto de vista usuario-cliente, estar alerta cuando recibes una llamada, cuando recibes un mensaje que no conoces. Esa educación: yo creo que es parte de la adopción de las nuevas tecnologías para que los bancos eduquen a sus clientes, hoy hay campañas fuertes, para también poder prevenir el fraude de una manera activa”.