Microverse: la startup que democratiza el conocimiento tech para crear más talento digital

Ante la escasez de talento digital en el mundo y la falta de oportunidades profesionales a nivel local, Microverse nació como una startup que busca democratizar el acceso al conocimiento tecnológico y el desarrollo de habilidades de liderazgo para formar a desarrolladores Web.

Sin aulas de clase ni profesores, esta edtech apuesta por “reinventar el modelo educativo” para hacer posible que más personas aprendan a programar y se adapten a las necesidades del mercado laboral en la era de la Industria 4.0 y la transformación digital.

En entrevista con DPL News, Ariel Camus, director Ejecutivo de Microverse, explica cómo la startup se propone no sólo promover la formación de talento digital, sino también unir a desarrolladores Web altamente capacitados con oportunidades laborales en todo el mundo a través del teletrabajo.

Recientemente, en junio de este año, la edtech aterrizó en México, un país en el que visualiza una gran oportunidad para impulsar el talento digital, aprovechando la cercanía con Estados Unidos para conectar a sus estudiantes con trabajos en empresas de la nación norteamericana.

Un reciente informe de PageGroup advierte que el déficit de talento digital en América Latina es de 48 por ciento, lo cual quiere decir que hay cientos de miles de puestos técnicos que demandan las empresas y el sector público pero no han sido cubiertos.

A diferencia de otros campos laborales, los perfiles relacionados con la tecnología muestran una mejor perspectiva de crecimiento profesional y personal, con un rango de salarios más alto y oportunidades de escalar dentro de las organizaciones nacionales e internacionales, mientras, al mismo tiempo, existe una crisis de desempleo y subempleo en la región.

Por eso, Ariel Camus resalta que las profesiones tecnológicas, como la de desarrollo Web, pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de la población y, al mismo tiempo, incrementar el potencial y la productividad de las empresas y las economías de los países.

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Dado que es un ‘ganar-ganar’ para todas las partes involucradas, Microverse ofrece diferentes alternativas para facilitar que cualquier persona pueda acceder a su programa de aprendizaje

La startup permite a las y los estudiantes que comiencen a pagar el costo del programa cuando consigan un empleo con un salario de más de mil dólares. Según la empresa, 85 por ciento de sus egresados logró posicionarse en un trabajo internacional en los últimos tres meses del programa, con una paga promedio de mil 750 dólares.

Así, si alguna persona no cuenta con el financiamiento al inicio del proyecto no es un obstáculo, pues podrá cubrirlo después, con lo cual se busca eliminar la barrera económica. Camus detalla que hay dos perfiles de personas que entran al programa: por un lado, quienes ya tienen alguna experiencia profesional en otro sector, pero quieren saltar al tecnológico en busca de mejores perspectivas laborales; así como quienes no tienen una carrera universitaria pero desean incursionar en este ámbito y profesionalizarse.

Si bien las universidades tienen matrículas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), el número de estudiantes aún no es suficiente para cubrir las necesidades actuales y futuras, sobre todo frente a la creciente demanda generada por la aceleración de la transformación digital en todos los sectores productivos.

El CEO de Microverse expone que, además, los sistemas de educación tradicional, a pesar de sus atributos y posibilidades, tienen dos desventajas: “primero, son sistemas muy lentos a la hora de adaptarse; el mundo de la tecnología cambia muy rápido, cada tres meses”, por lo que es necesario adaptar constantemente los programas.

Por otro lado, “las universidades están muy enfocadas en las habilidades técnicas, pero se dejan fuera las habilidades blandas”, como la gestión de liderazgo y las lenguas extranjeras, lo cual, opina Camus, es igual de indispensable para el talento digital. Por eso, el líder de la startup destaca que Microverse puede ser tanto un complemento como una alternativa a la educación tradicional, dependiendo de las necesidades y contextos de sus estudiantes.

Además de los beneficios que puede tener incorporarse al mundo digital, el directivo puntualiza que este sector brinda oportunidades valiosas para el desarrollo y crecimiento de las mujeres, quienes pueden conseguir independencia y autonomía al desempeñarse en puestos tecnológicos con mejores salarios respecto a otras ocupaciones.

No obstante, Camus reconoce que en el sector tecnológico existe todavía una importante brecha de género por cerrar. En Microverse, únicamente entre el 20 y 25 por ciento de estudiantes son mujeres. La situación no es exclusiva de la startup, sino que se refleja casi en la misma proporción en las universidades y en las organizaciones.

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Teletrabajo, oportunidad para el talento digital

Ariel Camus es un argentino que reside en España y desde ese país lidera las operaciones de Microverse alrededor del mundo. La idea de fundar esta startup nació de su experiencia al vivir como inmigrante en diferentes países, incluso del continente africano.

He visto una desconexión muy grande entre el talento del individuo y las oportunidades que hay en el mercado (…). Era cuestión de tiempo para que los miembros de un equipo provinieran de cualquier parte del mundo”, afirma.

Si una empresa contrata a profesionales de distintos países del mundo, aprovechando las ventajas del teletrabajo, no sólo satisface la necesidad de encontrar personal capacitado para tareas tecnológicas, sino que enriquece su diversidad cultural y su capacidad de innovación.

Camus resalta que si una organización necesita resolver problemáticas o diseñar productos o servicios para un público internacional, “¿quién tiene más probabilidades de crear una solución efectiva? ¿Aquellos que están resolviendo problemas para gente de todo el mundo pero que sólo tienen empleados de un país, o aquellos cuyos empleados representan la diversidad de sus clientes? También la diversidad lleva a la innovación”.

“A la larga, las empresas que van a tener acceso al mejor talento y a la mayor cantidad de diversidad, y por tanto a mayor innovación, son aquellas que puedan ir a este modelo mucho más multicultural y a través de muchas zonas horarias, pero eso es un proceso de evolución generacional”, explica el directivo.

El teletrabajo presenta una valiosa oportunidad para impulsar el talento digital. Ariel Camus considera que la adopción de este modelo permitirá a las empresas subsanar el déficit de profesionales existente en el ámbito tecnológico. También beneficiará al talento, al permitirles acceder a vacantes de mayor perfil y a mejores salarios; al igual que a los países de origen, que mantendrán a sus ciudadanos y sus aportes a la economía.

La pandemia de la Covid-19 impulsó en cierta medida a las organizaciones a adaptarse a nuevas modalidades de trabajo y colaboración. Pero el proceso seguirá siendo gradual. Aún hay cierta reticencia de las empresas a los cambios, especialmente entre aquellas con operaciones y capital más grande.

Ariel Camus detalla que son las startups las que están apostando más por formar equipos multinacionales de manera remota, incluso desde su fundación, como lo hace Microverse.

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En el caso de México, su nuevo mercado, la edtech visualiza que hay una enorme oportunidad para promover el desarrollo y posicionamiento del talento digital formado en el país. Su cercanía geográfica y la zona horaria posibilita que las empresas tecnológicas de Estados Unidos vean con atractivo el talento mexicano, comenta.

Los planes de expansión de Microverse

Microverse lleva cinco años promoviendo un esquema de aprendizaje colaborativo, en el que no existen profesores ni salones de clase. Camus explica que la startup ha tratado de reimaginar lo que hace un profesor, para que el crecimiento del estudiante no dependa de esta figura.

En lugar de los maestros convencionales, la plataforma utiliza una combinación de software y “aprendizaje colaborativo” para que los estudiantes se desarrollen a través de comunidades y de manera individual, apoyándose en mentores o coaches si así lo requieren.

Ariel Camus asegura que este modelo ha llevado a la startup a tener un lustro de evolución sostenible y orgánica, en el que han logrado conseguir más financiamiento, aumentar su valoración y llevar su programa a más países. Su objetivo, dice, no es incrementar de manera exponencial su número de matriculados de golpe, sino ir paso a paso perfeccionando su propuesta de aprendizaje.

Microverse se transforma conforme la marcha, adaptándose a las necesidades de los estudiantes y el mercado, señala Camus. La startup tiene varias adecuaciones y mejoras en mente, como que ya no sea indispensable que las personas cuenten con algún tipo de experiencia en programación o desarrollo web al inicio para que puedan integrarse.

Además, la edtech planea lanzar programas que no requieran el dominio del idioma inglés, sino que se realicen en otras lenguas como el español o árabe, por ejemplo, o cuyo tiempo de dedicación no sea únicamente completo sino también de manera parcial para que los estudiantes tengan más flexibilidad.

Otro de los objetivos de Microverse es crear nuevos programas enfocados en la formación sobre ciberseguridad, ciencia de datos, análisis de datos o desarrollo Web sénior, combinando no sólo el aprendizaje de competencias técnicas sino también habilidades blandas, que son igual de importantes en el sector, subraya el CEO de la startup.