La evocación del conocimiento nos guía hacia un espacio de iteraciones neuronales en algoritmos dinámicos que, a partir de duda, creatividad, riesgo, rigor de investigación, fracaso, disciplina y perseverancia, generan resultados que mueven el engranaje sistémico humano en el mundo que habitamos
Son reiterados los foros en el ámbito mundial -sobre todo en tiempos de incertidumbre de Covid 19- donde los temas económicos, sociales, geopolíticos, tecnológicos y ambientales tienen relevancia; tanto en oportunidades para desarrollo o, por el contrario, áreas potenciales generadoras de brechas.
Todo ello, sumado a la inestabilidad creada por la invasión rusa a Ucrania, la probabilidad de recesión económica, el rápido aumento de la inflación, la compleja capacidad de recuperación de las industrias, el aumento del desempleo, los problemas en las cadenas de distribución, suministro de alimentos, entre muchos otros.
Con este precedente, se hace imperioso plasmar alternativas reales en el marco difuso de las condiciones actuales; para lo cual, el activo “talento humano” y el desarrollo de nuevas fuentes de energía no contaminantes deben ser priorizadas en la cadena de soluciones concretas hacia una producción de innovación de valor en el mercado del conocimiento.
Y es que el talento individual de las personas potenciado a través de un adecuado modelo de educación colectiva, robusta, dinámica, equitativa, inclusiva y adaptada a las necesidades actuales, sin duda promoverá la capacidad de co-creación de valor productivo y bienestar; pues desencadenará ambientes de generación de conocimiento estimulando la innovación y solución a problemas complejos en las diferentes áreas del quehacer humano, compitiendo por alcanzar la diferenciación productiva que robustezca la competitividad de los países.
Es en este punto exacto donde el trabajo conjunto, asociativo y multisectorial puede brindar grandes oportunidades a América Latina. Tan solo requerimos ser capaces de leer las necesidades de adaptación tecnológica en la construcción de oferta de productos y servicios innovadores basados en la investigación y desarrollo tecnológico.
Ahora bien, el talento debe reforzarse con modelos de aprendizajes ágiles, escalables, permanentes e incluso en cortos periodos de tiempo. Ello, trabajando en la dirección de habilitar la adaptabilidad de la demanda de soluciones y la posibilidad de integración de áreas del saber, puestas en marcha de la mano de sistemas de producción convergentes de tecnologías emergentes como ciberseguridad, inteligencia artificial, computación cuántica, biotecnología, 5G y modelos de trabajo remoto en ambientes virtuales.
América Latina tiene toda la capacidad de sacar provecho de la economía digital. Tenemos -como región- el capital humano para producir innovación y vocaciones científicas fomentando capitales de riesgo regional para la incubación creativa de ideas, la aceleración de empresas y otras facilidades de financiamiento en las diferentes etapas de creación de emprendimientos.
Toda esta propuesta requiere persistir en la consolidación de infraestructura de telecomunicaciones y desarrollo de capacidades digitales a todo nivel, considerándolas como las vías de comunicación digitales requeridas para seguir caminando hacia la América Latina de la Cuarta Revolución Industrial, con la combinación asertiva de los objetivos de crecimiento, inclusión, innovación, sostenibilidad y asociación propuestos en la agenda Conectar 2030 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Es necesario continuar facilitando los despliegues de infraestructura; los testbed, los sandboxes, la transferencia tecnológica, el fortalecimiento regulatorio, las normas de competencia y todas las acciones para ser líderes mundiales en este nuevo y disruptivo mundo hiperconectado. Claramente, con toda la seguridad técnica y jurídica, esenciales en el desarrollo de inversiones y despliegues de capacidades digitales.
Debemos ser contundentes como Latinoamérica; no basta la aspiración, se requiere apoyar con capacidad financiera real al sector público, privado y académico en el desarrollo de todas las variables de la economía digital; además de planificar concretas y ambiciosas metas para estimular la investigación y desarrollo en construcción de carreteras digitales que nos lleven a mantener la competitividad, logrando potentes propuestas de valor productivo y crecimiento con impacto en mercado mundial.
Lo que es importante es que coordinemos, articulemos, trabajemos en conjunto estructuradamente con tiempos, responsables, objetivos; pero sobre todo teniendo en mente que juntos somo capaces de avanzar más y dar mejores oportunidades a nuestros países.