Joe Biden flexibiliza su programa de banda ancha hecha en EE. UU.
Algunos equipos para la construcción de redes de banda ancha vendrán de otros países, lo que significa que alrededor del 10% de los recursos federales se destinarán a la compra extranjera.
El gobierno de Joe Biden se vio obligado a flexibilizar parcialmente los requisitos de su programa de banda ancha, que pretendía impulsar un despliegue con equipos totalmente fabricados dentro de Estados Unidos.
A mediados de 2023, la Casa Blanca asignó fondos por 42 mil 450 millones de dólares para financiar el programa de Equidad, Acceso e Implementación de Banda Ancha (BEAD, por sus siglas en inglés).
Dicho programa busca promover el acceso a Internet de alta velocidad en todo el país. Los recursos se otorgan a los estados, Washington y los territorios como Puerto Rico, las Islas Vírgenes y Guam, para llevar a cabo el despliegue y expansión de la banda ancha.
El gran requisito de estas subvenciones es que la implementación de infraestructura de banda ancha se realice en mayor medida con equipos nacionales, como parte de las pautas del decreto Buy America promulgado hace unos años.
Y aunque el gobierno hubiera deseado que los recursos se usaran para comprar únicamente tecnología hecha en el país, una parte tendrá que gastarse para adquirir productos fabricados en el extranjero.
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Algunos materiales necesarios para la construcción de redes de banda ancha podrán provenir de otros países, ya que de otra manera no se podría contar con los insumos suficientes.
La exención emitida se da luego de que el Departamento de Comercio identificara que algunos materiales no se fabrican dentro del país en la magnitud razonable para satisfacer los requerimientos del programa.
Se estima que sólo 10 por ciento de los fondos del programa de banda ancha se destinen a equipos extranjeros. El 90 por ciento del presupuesto se gastaría en insumos nacionales.
“La mayoría de los equipos de banda ancha de fibra, incluida la fibra óptica, el cable de fibra óptica, los componentes electrónicos clave y los gabinetes (…) se fabricarán en Estados Unidos”, aseguró Will Arbuckle, asesor principal de políticas de la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información (NTIA, por sus siglas en inglés).
Desde el año pasado, la NTIA publicó una versión preliminar de cómo se adoptarían las pautas del decreto Buy America para el programa BEAD. La institución ya estimaba que la falta de disponibilidad de algunos equipos en el país obligarían a adoptar una exención.
Por ejemplo, algunos semiconductores no se pueden producir en Estados Unidos bajo un cronograma acelerado, pese a los planes del Departamento de Comercio para revitalizar la industria de chips.
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La NTIA llevó a cabo procesos de consulta pública y sostuvo reuniones con la industria para conocer el panorama al que se enfrentaba. Durante un año, dijo que tuvo más de 385 reuniones con 50 diferentes empresas y 250 personas involucradas.
Y como resultado de estas conversaciones, decidió que no era viable exigir que todos los equipos para la implementación de banda ancha fueran fabricados en Estados Unidos.
“Esta exención adopta el enfoque más sólido posible para proteger los empleos estadounidenses y al mismo tiempo garantizar que podamos construir rápidamente las redes de Internet”, puntualizó Will Arbuckle.
Incluso, debido al programa BEAD, varias empresas importantes han anunciado planes de inversión para trasladar la fabricación de equipos a Estados Unidos o fortalecer su capacidad existente. Entre ellas, destacan Nokia, Ciena, Corning, Vecima, OFS y Calix.Nokia, particularmente, dio a conocer en agosto de 2023 que comenzaría a fabricar productos electrónicos y módulos ópticos a gran escala en el país para ser proveedor del programa de conectividad del gobierno de Joe Biden.