La ubicación de un nuevo centro de datos de Meta (antes Facebook) en la ciudad de Zeewolde, en los Países Bajos, generó un conflicto entre los 19 concejales de la localidad y la sociedad.
En reunión de concejales, se aprobó con 11 votos a favor y ocho en contra el cambio del plan de zonificación para la ubicación del centro de datos.
Sin embargo, la votación contó con la vigilancia de políticos de La Haya y activistas medioambientales, debido a que el centro de datos masivo está planeado en un terreno de 166 hectáreas de cultivo e implica la construcción de cinco cobertizos enormes desde donde Facebook, Instagram y WhatsApp atenderán a los usuarios europeos.
La noticia causó polémica entre los ambientalistas, quienes salieron a la calle a manifestar su descontento. No obstante, la mayoría del Consejo está convencido de que la llegada del centro de datos será benéfica para la comunidad.
La decisión aún no es definitiva, pues parte del terreno donde se construirá el centro es propiedad de la Agencia Inmobiliaria del Gobierno Central, la cual ha impuesto sus condiciones y será el ayuntamiento quien deba demostrar si se pueden cumplir o no. Además, está en curso un procedimiento de autorización con la posibilidad de presentar una apelación ante el Consejo de Estado.
Dentro de la lista de quienes apoyan el plan se encuentran las partes locales CDA, VVD y Zeewolde Liberal, así como el concejal Egge Jan de Jong, quienes señalaron como ventajas la recaudación de mayores ingresos fiscales, la inversión prometida por Facebook a la comunidad, la generación de empleos y la promesa de una red de calefacción en caso de ser posible.
Mientras que la oposición señaló la incertidumbre que genera el consumo de energía que estos centros de datos demandan. Meta piensa usar energía verde para el proyecto, lo cual requerirá 115 turbinas eólicas, equivalente al 10 por ciento de la producción total en este momento, aseguró Martien Visser, experto en tecnología. La emisora NOS informó que el consumo energético es comparable al de 460 mil hogares.
“Nos parece irresponsable cargar a una generación futura con este problema energético”, destacó Leefbaar Zeewolde. Por su parte, el alcalde Gerrit Jan Gorter pidió mantener la paz después de esta votación: “Puede estar claro que esto es una decepción para muchos oponentes, pero les pido que miren juntos hacia el futuro”.
Meta comentó estar contenta con la decisión del ayuntamiento, aunque resaltó que “aún queda mucho trabajo por hacer” antes de la decisión final.