La Covid-19 ha venido a impactar la vida de todo el planeta. Desde China hasta América ha expandido en muy poco tiempo la propagación de la enfermedad. Quizá luego de China, Europa ha sido la región más afectada hasta ahora; sin embargo, en América Latina puede tener consecuencias importantes, no sólo en el área de la salud, sino también en la económica.
Las telecomunicaciones han demostrado una vez más, con hechos concretos, la transversalidad sobre la economía y la vida de las personas. Debido al acceso a Internet, a través de las redes fijas y móviles la mayoría de las empresas, gobiernos e incluso el sector educativo han mantenido parte de sus actividades gracias a la inversión de los operadores de telecomunicaciones en su infraestructura.
Por otra parte, aunque se han tomado medidas en muchos países de corta duración como el caso de las cuarentenas, hasta ahora en un periodo no mayor a dos meses, probablemente existe el riesgo de que puedan extenderse.
La ampliación puede traer consecuencias más serias sobre la economía, en muchos casos donde las actividades se centran en el comercio de los llamados “comodities”, las cuales requieren de un número importante de la actividad de las personas.
Sin embargo, en la región todavía no se han desplegado las redes 5G que ofrecen posibilidades de implementar el Internet de las cosas (IoT) o aplicaciones de virtualización o Realidad Virtual orientadas a mejorar la productividad de la industria, agricultura, servicios, educación y servicios de salud.
Para desplegar 5G, el primer paso es llevar adelante los procesos de asignación de espectro, los cuales pueden verse detenidos o retrasados debido al enfoque que en estos momentos puntuales realizan los reguladores de la región en coadyuvar en esta emergencia.
En este sentido, es importante que los reguladores no descuiden la tarea de la planificación y administración del espectro, así como los estudios que muchos están llevando a cabo para colocar a disposición de las empresas el espectro necesario para el despliegue de 5G. Especialmente, porque de existir un lapso prolongado de la actividad económica, será necesario tomar medidas de promoción de la inversión para lograr la cobertura en áreas prioritarias, en un tiempo menor a lo hasta ahora previsto por las autoridades de regulación.
Adicionalmente, las clásicas obligaciones de cobertura que vienen desarrollando algunos reguladores en los procesos de asignación de espectro recientemente llevados a cabo, como el caso de Colombia, deberán cambiar a una estrategia de promoción de cobertura. Lo anterior, con el objetivo de impulsar el uso de 5G por las actividades productivas.
Ya se ha discutido ampliamente que esta tecnología debe aprovecharse para impulsar el cierre de la brecha digital, no sólo en el acceso de las personas, sino también por las actividades económicas.
Es en este aspecto que se deberá colocar el foco en los próximos procesos de asignación de espectro. Ante un posible escenario de una recesión económica, deberán ejecutarse medidas que impulsen la reactivación del aparato productivo, si las implicaciones de la Covid-19 se extienden en un tiempo mayor al hasta ahora previsto.
Aunque el espectro es un driver impulsor de las inversiones, deberán analizarse otras medidas que tengan el objetivo de facilitar el despliegue y las inversiones en un tiempo menor para que continúen colaborando en la recuperación de la economía.
Por otra parte, para lograr desplegar las redes 5G en menor tiempo, probablemente sea necesario implementar medidas como la compartición de espectro y de red, las cuales en Europa hasta ahora han sido acordadas por algunos operadores para cubrir zonas rurales con tecnología 3G y 4G. Estos esquemas permitirán ampliar la capacidad de la red en los lugares donde se desarrollen las actividades productivas cuyo objetivo sea impulsar para la recuperación de la productividad.
El crecimiento de las actividades económicas a través del uso de la tecnología en estos tiempos de la pandemia, la estamos comenzando a observar en Estados Unidos, donde empresas como Amazon han visto el incremento de su actividad y el comercio electrónico. Adicionalmente, en países latinoamericanos como Chile y Argentina han comenzado a reportar el incremento del consumo en el acceso a Internet.
En fin, lejos de pensar que esta situación pueda traer un retraso en la necesidad de otorgar espectro para 5G, probablemente sea necesario mantener o acelerar el ritmo de trabajo que han llevado a cabo los reguladores, para desplegar 5G e impulsar la economía en nuestros países latinoamericanos.