Claves para universalizar el Internet fijo en Argentina: Cabase
El país tiene un listado de tareas pendientes para convertir oportunidades en beneficios: problemas macro y normativa vigente alejan el objetivo de llegar a los no conectados.
Hay buenas y malas noticias en el análisis de Internet fijo en Argentina que surge de un nuevo Cabase Internet Index: la penetración del servicio supera el 85 por ciento, con picos en sitios como Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Santa Fe, y casi la mitad accede a una velocidad superior a 50 Mbps. Se registra crecimiento pero queda tarea por hacer para lograr la universalización del servicio de calidad en todo el país.
“Creemos que la economía del conocimiento no puede desplegar todo su potencial si el país no cuenta con una infraestructura de conectividad a Internet sólida y desarrollada donde el acceso a Internet de calidad llegue a todos”, dijo el presidente de la Cámara Argentina de Internet (Cabase), Ariel Graizer. Entre los conectados hay un 11 por ciento de viviendas con acceso inferior a 6 Mbps. ¿Por qué no contratan más velocidad? Por precio, no le darían uso, desinterés o porque su empresa no se lo ofrece.
El 77 por ciento de los encuestados sostuvo que contrata Internet en paquete y 23 por ciento en modalidad single play. Entre quienes no acceden por este medio, en tanto, casi ocho de cada 10 dijeron que utilizan servicios de datos de sus teléfonos móviles o usan una conexión Wi-Fi compartida.
La asequibilidad es un punto clave para cumplir los desafíos por delante. Según el informe, el costo promedio que los usuarios pagan por el servicio es de 5 mil 612 pesos, lo que significa “alrededor del 3 por ciento de los ingresos promedio por hogar a nivel nacional”. Esto se ubica un punto por encima del umbral de 2 por ciento que recomienda la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Fibra óptica
Según la medición de Cabase, que refleja la respuesta de 800 personas en todo el país, 71 por ciento de los hogares con Internet fijo tiene al menos un proveedor de fibra óptica en su zona y uno de cada tres encuestados señaló conocer dos o más. El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) registró a fines de 2022 un total de 11.2 millones de conexiones a Internet; el 27.3 por ciento accede por fibra. El primer puesto sigue siendo para Cablemódem (53.8%) y en tercer lugar está ADSL (11.7%), entre otros.
Un informe de SmC+ coloca a Argentina muy por debajo del promedio regional en penetración del fibra óptica (FTTH y FTTB) sobre hogares pasados. En alcance, el país tiene una pisada de la tecnología sobre viviendas del 66 por ciento, igual que la media en América Latina, pero en la conversión su porcentaje es de 20 por ciento contra un 33 por ciento del bloque. El país se ubica en el puesto 11, debajo de, por ejemplo, sus cinco países limítrofes.
¿Qué pasa con la fibra en Argentina? Consultó DPL News en diálogo exclusivo con Graizer. “Post-pandemia hubo nuevas necesidades y los proveedores del interior trabajaron en reemplazar enlaces viejos por fibra. El problema es que la situación macroeconómica y otros aspectos de la realidad local afectaron gravemente los despliegues. Cuesta más un almuerzo que un abono de fibra de 300 megas, si la cuenta es que un hogar con fibra te cuesta entre 120 y 160 dólares, la lógica marca que esa inversión no se recupera en el corto plazo”, respondió.
A esto hay que sumarle “una competencia tremenda” y una batalla entre grandes operadores en algunos sitios que redunda en una baja sustancial del precio. Además, “en la mitad de la pandemia tuvimos el (decreto) 690, que paralizó todo. Muchos ISPs no están pudiendo sostener las inversiones” y a todo esto se suma que “la gente no tiene dinero: hay operadores que pudieron migrar al cliente a un plan superior pero en general no hay nuevas contrataciones”.
En sintonía con lo expuesto con Graizer, el estudio de Cabase indica que hay tres motivos centrales señalados por quienes no contratan fibra óptica: “precio elevado” es la primera respuesta. El resto esgrime estar conforme con el servicio y proveedor actual o que su prestador no realiza la instalación. “En los hogares donde se manifestó contar con disponibilidad de fibra óptica para su contratación, 23.2 por ciento había intentado tramitar la conexión”, se amplió.
¿Cómo se soluciona? “Hoy lo que falta es subsidio a la demanda”, consideró el ejecutivo y agregó: “Hay que darle a la gente dinero para que eso pagué Internet como ocurre en otros lados, porque muchos hogares tienen la fibra en la puerta y no pueden contratar”. Graizer también pidió “previsibilidad y reglas claras” para que los proveedores puedan programar sus inversiones en un contexto difícil: el ARPU local es de 5 dólares y se agregan problemas como el aumento en la mano de obra e incluso dificultades para importar. “El presente es nublado y el futuro incierto, así es muy difícil invertir”, concluyó.