El 24.8 por ciento de los accesos a banda ancha fija en Argentina se da vía fibra óptica, según marcan los registros del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) al segundo trimestre de 2022. La cifra es casi 10 puntos superior a lo informado un año atrás. El total de abonados que usan esa tecnología creció 84 por ciento en 12 meses, al pasar de 1.4 millones a 2.7 millones. Cablemódem permanece como la forma más utilizada para acceder, mientras que ADSL, antes escolta, ahora cierra el podio.
Los accesos totales ahora son 10.96 millones, lo que refuerza el crecimiento constante que se observa desde hace al menos una década. Se incorporaron 470 mil abonados en los primeros seis meses del año, cifra similar al promedio registrado en igual periodo anterior. La tasa de penetración sobre hogares se ubicó en 75.9 por ciento, sobre habitantes en 23.7 por ciento y sobre kilómetros cuadrados en 2.9 por ciento.
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La velocidad media nacional se ubica en 58.5 Mbps. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) presenta la mejor media nacional, con un registro de 93.9 Mbps, y Tierra del Fuego la más baja de la lista, con 10.9 Mbps. En tanto, más del 60 por ciento de los abonados cuenta con una velocidad superior a 30 Mbps. El segundo rango más usual es de 6 a 10 Mbps (10.9%) y el tercero es de 1 a 6 Mbps (10.8%).
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Los ingresos de los operadores están medidos en moneda local, la cual sufrió una inflación de 64 por ciento sólo entre el segundo trimestre de 2021 e igual periodo posterior. En ese contexto, se observa que el ARPU mensual se mantiene en ascenso: pasó de mil 297 pesos (hoy 7.2 dólares) al cierre de 2021 a mil 781 pesos (hoy 9.8 dólares) seis meses más tarde. La cifra se multiplicó más de tres veces desde 2018. La facturación de los operadores en la primera mitad de 2022 fue de 117 mil 139 millones de pesos (hoy 649.8 millones de dólares).
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