Para el despliegue de las redes 5G, es necesario contar con dos tipos de infraestructuras: una para exteriores y otra para interiores, como las antenas y las celdas pequeñas, respectivamente.
En el caso del primer tipo, Brasil y varios países de América Latina ya cuentan con bastantes torres para instalar los equipos de la tecnología 5G, pero no serán suficientes, señaló Emerson Hugues, vicepresidente y director general de American Tower en el país sudamericano.
Se estima que la implementación de las redes 5G exigirá al menos cinco veces más antenas de las que ya tienen ahora en la infraestructura externa, pues los servicios de esta tecnología demandarán una mayor capacidad y cobertura, puntualizó el directivo durante el evento Brasil 5G, convocado por DPL Group.
En ese contexto de alta densificación, la compartición de la infraestructura se vuelve clave para posibilitar un despliegue eficiente de las redes; tener mayor rentabilidad y productividad sin sacrificar la sustentabilidad.
Hugues dijo que la compartición de este tipo de infraestructura permite a los operadores no sólo ser más sustentables en su negocio, sino también ayudar a otros sectores a serlo debido a que el impacto de las telecomunicaciones es transversal.
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Las empresas especializadas en este mercado de infraestructura, como American Tower, ya están avanzando para incrementar la huella de sus torres y otros elementos necesarios para 5G, pero es frecuente que se enfrenten a obstáculos regulatorios y burocráticos.
El directivo de la compañía detalló que en Brasil existen más de 5 mil 500 municipios, y en algunos de ellos las leyes locales todavía consideran a la infraestructura de telecomunicaciones como un tipo de obra civil, similar a un edificio.
Eso genera problemas porque ralentiza el proceso de despliegue. Por ello, resaltó la importancia de que las normativas locales se revisen y cambien para favorecer la conectividad y la adopción de nuevas tecnologías como 5G.