El Consejo Directivo de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil aprobó la semana pasada el Plan de Uso del Espectro para el periodo 2021–2028. El texto ya contiene previsiones sobre la sexta generación de redes móviles, 6G.
El documento contiene la planificación de la Agencia sobre la regulación de las bandas de frecuencia y divide las prioridades en corto, mediano y largo plazo, con base en un tratado de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
El plan se originó en el Proyecto Estratégico de Gestión del Espectro, que contó con el apoyo de una consultoría contratada por la UIT.
6G – Largo plazo
La planificación a largo plazo, de 2025 a 2028, tiene como premisa principal el “seguimiento de los estudios propuestos en la pre-agenda de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2027”.
Uno de los puntos que más llama la atención es la estimación respecto a los estudios de 6G. De acuerdo con la Anatel, la industria y la academia debatirán, en los próximos años, los requisitos de la sexta generación de comunicaciones móviles y las tecnologías que podrían utilizarse.
“Estudios recientes indican que los sistemas de comunicación 6G pueden utilizar bandas de frecuencia por encima de 90 GHz, con el fin de ampliar el ancho de banda disponible para estos sistemas”, dice el documento.
Se considera que la tecnología permitirá la evolución y creación de nuevas aplicaciones, como Realidad Virtual y Realidad Aumentada, e-health, conectividad difusa, Industria 4.0 y robótica y movilidad autónoma.
Además, el texto mostró algunas características que pueden ser parte de la arquitectura de los sistemas 6G: virtualización y desagregación; integración avanzada entre redes de acceso y backhaul; y arquitectura de red centrada en el usuario.
La Anatel espera que 6G continúe la tendencia de usar frecuencias más altas y mayores anchos de banda para redes móviles. “Se prevé que los sistemas masivos de entrada y salida múltiples continuarán siendo una tecnología clave para 6G y que la velocidad de transmisión de datos y la eficiencia espectral continuarán siendo el foco de los sistemas móviles”.
5G – Corto y mediano plazo
En cuanto al 5G, existen planes de regulación a corto y mediano plazo. Dentro de las medidas de hasta dos años, la Anatel indicó la migración de aplicaciones de banda C extendida (3,625 – 3,700 MHz) a otras bandas de frecuencia, con el fin de que este recurso esté disponible para la banda ancha móvil. La banda se compartirá entre el servicio de satélite fijo y las redes privadas 5G.
Además, habrá discusiones sobre el futuro espectro para la quinta generación en las bandas de ondas milimétricas, además de la banda de 26 GHz, indicada en el aviso 5G, 37-43.5 GHz, 45.5-47 GHz, 47.2-48.2 GHz y 66-71 GHz.
La Agencia no garantiza que todo este espectro estará disponible para su uso por sistemas móviles. “Los estudios a realizar indicarán qué sub-bandas, dentro de las mencionadas bandas de frecuencia, estarán disponibles para su uso por los sistemas IMT (Telecomunicaciones Móviles Internacionales, por sus siglas en inglés)”.
A mediano plazo, cuya finalización se espera dentro de cuatro años, la Anatel planea analizar la banda de 4800-4990 MHz, identificada para 5G por Brasil y otros países. Esta banda permitirá un uso con límites menos restrictivos y garantizará la protección de los servicios móviles aeronáuticos y marítimos en espacios internacionales.
También se estudiará el uso de las bandas 694-960 MHz, 1,710-1,885 MHz y 2,500-2,690 MHz a nivel mundial, que permiten la conectividad de banda ancha en áreas rurales y más remotas.
El relator y consejero Vicente Aquino afirmó que la próxima edición del Plan, para el periodo 2023 a 2030, pondrá más énfasis en la planificación a mediano y largo plazo, considerando la renovación o no de las autorizaciones para el uso de radiofrecuencias, la posibles necesidades de reacondicionamiento, cambios en la tecnología o en la asignación de bandas a servicios.