Bolivia lanza plan de alfabetización digital con enfoque pluricultural
La ATT presentó un plan de alfabetización digital que promoverá la capacitación de formadores comunitarios para contribuir a la masificación del conocimiento tecnológico en Bolivia.
La brecha digital no sólo se mide en acceso y cobertura; también en oportunidades. Consciente de esto, la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) de Bolivia está apostando por el conocimiento como motor de cambio.
El órgano regulador lanzó este lunes el Plan Nacional de Alfabetización del Usuario en Telecomunicaciones y TIC’s, una estrategia que busca empoderar a la población en el uso responsable de la tecnología e Internet.
Con este plan, se busca promover la alfabetización digital considerando las variables etarias, geográficas y socioculturales, con el fin de implementar estrategias más efectivas para que la población pueda aprovechar la tecnología según sus necesidades.
Néstor Ríos, director ejecutivo de la ATT, explicó que el plan tiene el objetivo de masificar el acceso al conocimiento tecnológico sin olvidar que Bolivia es una nación pluricultural.
Por lo tanto, el proyecto contempla emplear metodologías que respeten los saberes ancestrales, integrando el uso de Internet como una herramienta de desarrollo cultural y social.
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Formar para transformar
La ATT ya firmó convenios clave con cinco universidades, la Asociación de Gobiernos Autónomos Municipales del Departamento de La Paz, y dos gobiernos autónomos indígenas de Santa Cruz y Oruro. El objetivo es claro: llevar formación digital a donde más se necesita.
La meta es capacitar a más de 30 mil miembros de las Fuerzas Armadas, que se convertirán en multiplicadores del conocimiento en sus comunidades.
Con la implementación de este plan, la ATT diseñó un kit especializado para formadores, que serán distribuidos durante las capacitaciones para contribuir a la masificación del conocimiento tecnológico.
Apropiación tecnológica y pluricultural
La ATT ha trabajado en conjunto con el Instituto AISOC Bolivia y otras organizaciones internacionales para estudiar la cosmovisión y las particularidades culturales del país, con miras a asegurar que el proceso de alfabetización digital se adapte a una sociedad pluricultural como la boliviana.
Ríos advirtió que “la alfabetización digital no se limita a enseñar a usar dispositivos o navegar en Internet, se trata de un proceso metódico y estandarizado que busca brindar conocimiento a los usuarios para ejercer plenamente sus derechos digitales, entender los riesgos y beneficios del entorno virtual y aprovechar la tecnología para el bienestar individual, familiar y comunitario”.
Actualmente, Bolivia cuenta con más de 11 millones de conexiones móviles activas, y ha incrementado el acceso a Internet fijo en un 9 por ciento en los últimos años. Sin embargo, aunque la cobertura llega al 92 por ciento del territorio, todavía hay trabajo por hacer para que el acceso realmente signifique apropiación de la tecnología.
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Para lograr esa apropiación, la ATT considera que una de las claves es su enfoque pluricultural.
“El reto no es solo enseñar a usar el Internet, sino adaptarlo al tejido cultural boliviano”, desde una visión inclusiva y localizada, señaló Néstor Ríos.
Conectividad segura con la app “Acompáñame ATT”
Como parte del ecosistema digital que la ATT está construyendo, se lanzó también la aplicación gratuita “Acompáñame ATT”.
Esta herramienta conecta con un sólo clic a los usuarios con la Policía y el Ministerio Público ante situaciones de riesgo. Además, funciona sin saldo y con cualquier operador móvil, gracias a acuerdos firmados por la ATT.
“Digitalizar es también cuidar”, afirmó Ríos. Por eso, la ATT ha bloqueado casi 8 mil IMEIS y cortado más de 7 mil líneas móviles vinculadas a actividades ilícitas, muchas de ellas dentro de cárceles. El funcionario consideró que la alfabetización digital debe ir de la mano con la seguridad ciudadana.
Con este plan, la ATT apuesta por una red de educadores comunitarios, jóvenes líderes y formadores con impacto directo en las comunidades, porque el acceso a la tecnología no debe ser un privilegio, sino un derecho.
¿La meta final? Que ninguna persona en Bolivia se quede fuera de la revolución digital.