“Argentina tiene una capacidad enorme para generar valor en la industria satelital”, indicó el ministro de Desarrollo Productivo, Matias Kulfas, en el marco del evento Satellite Show 2022 que tuvo lugar en Washington DC. El funcionario dio detalles de los avances que ha tenido el país en la materia y, junto a una comitiva local, buscó “generar lazos con las compañías de la industria de Estados Unidos y otros países”, dijo la cartera.
“Por primera vez empresas argentinas participan de esta feria que presenta desafíos para el sector y grandes oportunidades. Argentina avanza como productor y exportador de tecnología y la industria satelital es un ejemplo”, agregó Kulfas. Participaron de la delegación local, además, el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, y la subsecretaria de Economía del Conocimiento, Maria Apólito, entre otros funcionarios.
Durante el congreso, también se anunció que la empresa de telecomunicaciones del Estado Nacional, Arsat, se va a incorporar como miembro pleno de la Asociación Global de Operadores Satelitales (GSOA por sus siglas en inglés). Lo hará mediante la integración del Gerente General de la compañía, Facundo Leal, a la Junta Directiva de la asociación.
En una suerte de repaso de lo hecho por la gestión actual, el gobierno recordó que Argentina desarrolla sus propios satélites -tiene dos y espera lanzar otros dos en los próximos años- y sólo en 2019 exportó más de 925 millones de dólares en productos y servicios. Además, el Ministerio de Desarrollo Productivo financió 21 proyectos relacionados al sector por más de 400 millones de pesos (hoy 3.6 millones de dólares).
El sector satelital ganó protagonismo en el escenario político de Argentina en los últimos meses. En enero, el Jefe de Gabinete Juan Manzur respaldó las inversiones en la industria en un evento que tuvo lugar en la estación terrena de Arsat, en Benavidez, y luego se nombró a Matias Tombolini como nuevo presidente de la estatal. En el medio, el presidente Alberto Fernández anunció la construcción del cuarto satélite geoestacionario, el SG-2, en paralelo con el ya previsto SG-1.