El desarrollo de la alfabetización digital y la expansión de la infraestructura son componentes básicos para que América Latina pueda aprovechar todas las oportunidades ofrecidas por el metaverso, desde una experiencia más inmersiva en actividades como el comercio, o la creación de nuevos empleos en áreas como arte y diseño.
Durante la mesa “Desarrollo y herramienta de crecimiento”, dentro de la serie de diálogos sobre el Metaverso: las oportunidades del futuro, los panelistas coincidieron en que América Latina presenta múltiples retos si quiere integrarse a la economía del metaverso y aprovechar sus beneficios esperados, no sólo en términos de educación o la presencia de redes de banda ancha, sino también sobre la gobernanza de este espacio virtual.
Se estima que el metaverso podría representar hasta el 5 por ciento de la economía latinoamericana en los próximos 10 años, hasta un total de 320 mil millones de dólares, según un estudio elaborado por Analysis Group, a petición de Meta. Para la economía mundial, se estima que el metaverso podría representar el 2.8 por ciento del PIB, hasta los 3 billones de dólares en 2031.
Los panelistas coincidieron en que uno de los mayores retos es la accesibilidad para toda la población, en especial para aquellas que actualmente no tienen acceso a la infraestructura y dispositivos requeridos para su aprovechamiento, así como las habilidades básicas para su uso. La ausencia de estos elementos representa incluso un riesgo mayor de trasladar la desigualdad del mundo real al virtual.
Para Kayla Grant, asociada principal de competitividad, tecnología e Innovación del BID, es importante que las economías de la región comiencen a cuestionarse cómo asegurar que la nueva experiencia del metaverso permitirá crear nuevas oportunidades económicas con igualdad, mientras se evalúa su impacto en la forma en que trabajamos y nos organizamos como sociedad.
Destacó la importancia de crear nuevas políticas que promuevan la transparencia, privacidad y la ciberseguridad en este nuevo espacio virtual, además de reglas comunes para impulsar la participación y colaboración de todas las comunidades.
Indicó que dentro del BID se ha analizado cómo ayudar a los gobiernos para que puedan actuar de manera preventiva a los retos regulatorios del metaverso, mediante un enfoque más proactivo e iterativo, como la creación de sandboxes y espacios de prueba.
Mario Valle, cofundador y director de Altered Ventures, calificó al metaverso actualmente más como una “palabra de moda que como una realidad”, en tanto se cumple como la siguiente meta de la industria.
Consideró que la llegada del metaverso representa la siguiente revolución tecnológica impulsada por la convergencia de las tecnologías inmersivas de Realidad Virtual y Aumentada, en conjunto con el Blockchain, este último de vital importancia para habilitar los activos digitales.
“En el mundo digital era imposible que hubiera algo no fungible, porque todo podía reproducirse, copiarse o hackearse, y gracias ahora al Blockchain, un activo digital puede ser irrepetible y único”, explicó.
Sin embargo, advirtió que hasta el momento la tecnología de Blockchain para la creación de non-fungible tokens (NFT) se ha utilizado de manera “irresponsable, especulativa y poco útil”.
Chelceé Brathwaite, profesora del Centro Shridath Ramphal de la Universidad de las Indias Occidentales, coincidió en el papel que tendrá Blockchain en el metaverso, como una herramienta que permita dotar de predictibilidad y transparencia en un nuevo espacio de comercio, y para el uso de contratos inteligentes o la protección de derechos de autor.
En el aspecto comercial, consideró que si bien la creación y uso de herramientas bajo estándares abiertos permitirá igualar el nivel de competitividad entre pequeñas y grandes empresas, advirtió que conforme surjan más actividades económicas en el mundo virtual, habrá una mayor vigilancia y escrutinio de parte de los gobiernos que podría llevar a nuevas políticas de proteccionismo en el metaverso.
Adicionalmente, alertó sobre medidas de censura para la población que viva en ciertas regiones geográficas o el uso de aranceles e impuestos a ciertos activos digitales para complementar las caídas de ingresos gubernamentales.
“Es muy fácil decir que hay oportunidades, pero qué tal que el metaverso simplemente amplifica los retos presentes del mundo real”, agregó. En ese sentido, destacó que los países de la región, en especial los más pequeños como las islas del Caribe, deben contar con una estrategia general, que aprenda de las lecciones aprendidas por otros países, e incluso identifique los problemas del país que puedan ser abordados desde el metaverso.
Nikolai Layne, fundador de Laissez Faire Associates, coincidió en los retos de ciberseguridad, verificación de identidad y gobernanza que deben resolver los participantes del metaverso, así como establecer la estrategia que permita convertirlo en una herramienta de generación de ingresos.
“Se está creando mucho valor digitalmente en este momento, pero la realidad es que el metaverso sigue siendo un área nueva que debe explorarse. Ser el primero es bueno, pero a veces también es bueno aprender de tus pares y ver dónde se equivocaron y cómo lo puedes mejorar”, explicó.