Unesco crea directrices para la libertad de expresión en las plataformas digitales

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desarrolló una serie de directrices para regular las plataformas digitales como Facebook, Instagram, Twitter o WhatsApp, con el objetivo de salvaguardar la libertad de expresión y el acceso a la información.

De acuerdo con el documento, cualquier regulación relacionada con las plataformas tecnológicas en las que se difunde e intercambia información y contenidos debe poner en el centro el respeto a los derechos humanos.

El organismo internacional propone un enfoque de corregulación; es decir, un entorno en el que el Estado proporcione el marco legal, mientras los organismos autónomos crean las normas y mecanismos bajo estándares adoptados a nivel mundial.

Uno de los elementos esenciales de las directrices es la transparencia. La Organización señala que las plataformas digitales deben ser transparentes respecto a los procesos que siguen para moderar y curar contenido, y sobre la forma en que dichos procedimientos cumplen con los objetivos regulatorios.

Cuando sean personas las que realicen la moderación de contenidos, estas tienen que estar debidamente capacitadas, ser investigadas y contar con apoyo psicológico. Y cuando esta tarea la lleven a cabo sistemas automatizados, el informe advierte que las empresas de Internet deberían contratar auditorías externas para evaluar el uso de las herramientas de Aprendizaje Automático.

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Asimismo, el Estado tiene que garantizar la transparencia al informar qué requisitos impone a las plataformas; así como asegurar que cualquier restricción impuesta persigue el fin de velar por los derechos humanos y evitar ordenar cortes de acceso a Internet.

Otra de las directrices apunta a que los órganos reguladores deben ser independientes y contar con sistemas de revisión externa, con el propósito de que no estén supeditados a cualquier control político.

Existen diversos organismos involucrados en la regulación de las plataformas digitales, por lo que cada uno adoptará la normativa de acuerdo con el contexto local, pero lo ideal es que tenga facultades establecidas cuidando su carácter independiente, advierte la Unesco.

Las plataformas digitales como Facebook o Twitter, además, tendrían la obligación de realizar evaluaciones de riesgo e impacto en los derechos humanos sobre sus prácticas y políticas, y ayudar a las personas usuarias a estar informadas acerca de los servicios digitales que utilizan.

Para las personas que navegan en Internet, el documento advierte que es necesario promover el aprendizaje de habilidades mediáticas e informacionales, para que sean capaces de interactuar críticamente con el contenido y las tecnologías.

Al abordar los contenidos ilegales y dañinos, la Unesco señala que la regulación debe enfocarse en los sistemas y procesos de las plataformas, en lugar de esperar a que alguna autoridad juzgue la legalidad de contenidos individuales.

El papel de las organizaciones intergubernamentales es el de apoyar a las partes interesadas a adoptar medidas adecuadas, para lo cual brinda asistencia técnica y facilita canales de diálogo, según el documento.

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Las directrices también resaltan la importancia de que la sociedad civil se involucre en el apoyo a la libertad de expresión, el acceso a la información y otros derechos humanos que se ejercen en las plataformas digitales. Por ejemplo, las organizaciones de verificación de datos pueden promover la información como un bien público.

Entre otros aspectos, el informe de la Unesco hace hincapié en velar por ciertos principios como la accesibilidad, la lengua, los derechos de la niñez, la rendición de cuentas y el derecho a la apelación por parte de las personas usuarias.

Y, asimismo, resalta la necesidad de que las plataformas implementen medidas específicas para combatir la desinformación y violencia de género, la integridad de procesos electorales en las democracias, y mecanismos en situaciones de crisis, emergencia y conflicto, donde el respeto a los derechos humanos es crucial.