Donald Trump, presidente de Estados Unidos, reveló su intención de imponer una nueva ronda de aranceles generalizados de aproximadamente 25 por ciento a sectores clave como los automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos importados. La imposición de estos nuevos impuestos amenaza nuevamente con abrir conflictos comerciales con algunos de sus principales socios como México y Taiwán.
En un discurso pronunciado en su finca de Mar-a-Lago, en Florida, Trump indicó que los aranceles a los automóviles podrían entrar en vigor a partir del 2 de abril, una vez concluidos los informes a nivel de gabinete en los que se esbozan varias opciones de aranceles a la importación, en línea con el plan de mandatario de aplicar “aranceles recíprocos”.
El anuncio se produce en medio de una mayor presión de Trump para lograr lo que considera relaciones comerciales “equilibradas” con los mercados extranjeros. El presidente ha sido un duro crítico de lo que percibe como un “trato injusto” de las exportaciones de automóviles estadounidenses, debido al arancel del 10 por ciento de la Unión Europea sobre las importaciones de vehículos, en comparación con un 2.5 por ciento cobrado por el país norteamericano.
En cuanto a los aranceles sobre los semiconductores y medicinas, indicó que estos “aumentarán sustancialmente en el transcurso de un año”, aunque no especificó una fecha de aplicación para estas medidas. Apuntó que la intención sería dar a las compañías de estas industrias tiempo para que trasladen su manufactura a los Estados Unidos.
En el sector de los semiconductores, Trump también había criticado el enfoque de la Ley CHIPS emitida por Joe Biden, que contaba con 52 mil millones de dólares para subsidiar la construcción de plantas de fundición de chips en Estados Unidos. Trump había señalado que los aranceles habrían sido suficientes para incentivar a la industria a mover su producción al país.
Las nuevas medidas anunciadas podrían afectar especialmente a los fabricantes asiáticos, como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), Samsung y SK Hynix. Estas tres compañías asiáticas recibirían subsidios acumulados de alrededor de 13 mil millones de dólares de la Ley CHIPS, que permitiría la fabricación de chips lógicos y de memoria en los Estados Unidos.
Morris Chang, fundador de TSMC, había declarado “muerto” al libre comercio de semiconductores, conforme la compañía debía atender las medidas de restricción para vender chips a China y otros países, y se preparaba para atender las amenazas arancelarias de Trump.
El gobierno taiwanés, por su parte, se había pronunciado a favor de fortalecer la cadena de suministro de semiconductores en conjunto con Estados Unidos, e incentivar a sus empresas a incrementar sus inversiones en el país norteamericano.
Estas nuevas propuestas arancelarias siguen al anuncio previo de Trump de imponer un arancel del 10 por ciento sobre todas las importaciones chinas y aranceles del 25 por ciento sobre las importaciones de acero y aluminio, que eliminaron las exenciones para Canadá, México y la Unión Europea.
Se espera que el jefe de Comercio de la Unión Europea (UE), Maros Sefcovic, celebre una reunión en Washington con funcionarios estadounidenses, entre ellos el candidato a secretario de Comercio, Howard Lutnick, y otros asesores económicos clave, para discutir la situación arancelaria. Trump sostiene que la UE ha dado señales de estar dispuesta a rebajar sus aranceles a los automóviles, aunque los legisladores europeos han negado tales afirmaciones, según cita Reuters.