Transición a baterías de litio, mejor estrategia para eficiencia operativa y cuidado del medio ambiente: Battery Depot

Guadalajara, Jalisco.- El uso de baterías de litio constituye la mejor estrategia para que las empresas optimicen su eficiencia operativa, hagan un mejor cuidado del medio ambiente y sean socialmente responsables (ESR), debido a su alta durabilidad y menor contaminación, aseguró el gerente de Operaciones de Battery Depot, Víctor Castrejón.

En una presentación ante medios de comunicación previo a la feria Solar + Storage México en su sede central, el Director General de la empresa, Luis Hernández, expuso que el almacenamiento en litio, que es el núcleo de su negocio, tiene una proyección de crecimiento del 51 por ciento para este 2023.

Sus otros tres segmentos de mercado son: la energía móvil, la energía place storage y los vehículos eléctricos, para el que estima que va a crecer 200 por ciento para Battery Depot.

Energías alternas en México: litio y electromovilidad

Hernández contó que los principales estados que actualmente destacan en el uso de fuentes alternas de energía son: Baja California Sur, Yucatán, Jalisco, Nuevo León, Ciudad de México, Querétaro y Oaxaca, este último que descuella por el uso de paneles fotovoltaicos.

Sin embargo, Castrejón advirtió que México está ‘en pañales’ en este rubro –alrededor de 10 años de retraso con respecto a Europa–, lo cual se ve agravado por la política energética del gobierno federal que promueve las ‘energías sucias’ y los hidrocarburos.

Hernández complementó que los principales factores que retrasan la adopción de las baterías de litio desde el sector empresarial son el desconocimiento y la inversión inicial. Sin embargo, dijo que esta puede recuperarse en un lapso de entre 4 y 6 años y medio, por lo que el mercado representa una gran oportunidad.

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Los directivos compartieron que, en el sector de los vehículos eléctricos, las entidades que sobresalen son: Nuevo León –donde Tesla construirá su próxima gigafábrica–, Guanajuato y la Ciudad de México.

Los ingenieros detallaron que los dispositivos necesarios para convertir un vehículo de gasolina diesel a eléctrico, que incluyen las baterías y el cargador y constituyen una de sus metas de negocio, tienen un costo de alrededor de 10 mil dólares –entre 250 y 300 mil pesos mexicanos–, y se implementan en modelos atrasados, los cuales hacen que logren una independencia de entre 80 y 100 kilómetros.

En cuanto al litio, Hernández expuso que el mundo tiene una gran dependencia de Asia, ya que todas las baterías de litio vienen de ahí y el 80 por ciento de todas las baterías también viene del continente asiático. Mientras que en México no hay una planta ensambladora.

En entrevista con medios de comunicación, contó que la comercializadora de baterías Battery Depot nació en 2009 en Guadalajara con la misión de contribuir a la independencia energética de México, y en estos 14 años ha tenido algunos casos de éxito con sus clientes, como el sistema ESS y BackUp de Evotech en San Pedro Garza, Nuevo León; un sistema Off Grid en Mérida, Yucatán, y el Sistema de Autoconsumo de IT Energy en Morelos.